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    Derecho a Decidir

    Red de Docentes por el Derecho a Decidir: “Somos las feministas las que seguimos acompañando para que nadie sea obligada a gestar”

    25 septiembre, 202415 Mins Read
    RENATA_H
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    La red que se puso como objetivo sacar el aborto de la clandestinidad pedagógica cumple 10 años. La Red de Docentes por el Derecho a Decidir reúne a quienes están a cargo del aula en los diferentes niveles educativos, en la diversidad y en la desigualdad del territorio argentino.

    Por Redacción Marcha

    En la Red de Docentes están convencidas, aún en la adversidad del contexto político, que hay cosas de las que no se “vuelve” tan fácilmente. Las compañeras saben cuáles son sus derechos y lo que les corresponde, las pibas y los pibes en la escuela piden Educación Sexual Integral, en la escuela primaria se manifiestan cambios que hasta hace 5 años eran impensados. “Vamos viendo esos cambios que te fortalecen y decimos, vamos bien, hay que seguir por este lado”, sostiene con una convicción que se refleja en su sonrisa Renata Vismara, maestra de primaria, Licenciada en Educación y parte de la Red de Docentes por el Derecho a Decidir en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto con quien dialogamos. 

    ¿Cómo se conforma la Red de Docentes por el Derecho a Decidir?

    Este año cumplimos 10 años, fue una decisión que se tomó desde la Campaña de impulsar las redes, justamente, porque en ese momento todavía no habíamos conquistado el derecho y la idea era trabajar con les profesionales que estaban garantizando lo que era en ese momento la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en los distintos territorios. Entonces, en ese momento se formaron la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir y un tiempito después la Red de Docentes.

    ¿Cómo trabaja esta Red? ¿Encontraron cambios antes y después de lo que fue la sanción de la Ley?

    Hay muchos cambios en el antes y en el después. Nos hemos ido consolidando, en la Red hay muchas compañeras de los territorios, sueltas, sin ninguna orgánica pero también hay muchas compañeras de distintas organizaciones y sobre todo de espacios feministas de cada uno de esos territorios. Muchas compañeras que tienen algún tipo de militancia sindical, pero todas confluimos en encontrarnos peleando por la Educación Sexual para Decidir. Vamos trabajando territorialmente pero también potenciándonos federalmente, porque hay mucha desigualdad en nuestro territorio que es tan grande. Poder construir entre Salta, Córdoba, Santiago del Estero o Buenos Aires, nos da una riqueza distinta.

    Si tuvieras que trazar un mapa de estas alianzas que se tejen entre los feminismos para poder garantizar el acceso al derecho al aborto, ¿Cómo lo describirías?

    Creo que es un mapa con muchos puntos chiquitos, algunos un poco más grandes, muy cerca, con la necesidad de juntarse un poquito más, con la necesidad de sostenernos fuerte. El año pasado fue muy difícil para la Argentina en general, pero en particular para quienes militamos dentro de los feminismos y creo que la gran conclusión de esta situación es que nos necesitamos juntas, ese es el camino. Sostener a la compañera, debatir en el barrio, dar la discusión en cada escuela, en los lugares de trabajo, para poner en tensión este sentido común que dice que “algunas personas tendrán que tener menos libertades, pero vamos a estar todos mejor”, cuando tampoco es una realidad. Creo que ese mapa de estar todas juntas y sostenidas es hacia lo que tenemos que ir para poder fortalecer lo que tenemos en común.

    Durante estos 10 años ¿Cómo se fueron dando las dinámicas para trabajar en el aula e introducir un tema que siempre fue tan delicado para el conjunto de la sociedad y que parecía no entrar a la escuela?

    Nosotras nos planteamos, casi como nuestro objetivo, sacar al aborto de la clandestinidad pedagógica y a partir de ahí hemos ido trabajando. Por un lado, cada una desde su aula según el nivel en el que está, porque no es lo mismo quien trabaja dentro del nivel inicial, de las que están en primaria o las que están en secundaria. Pero también vamos buscando hacer institución de la Educación Sexual Integral, porque si algo nos parece que falta es que la ley deje de ser sostenida desde la individualidad de cada aula. Necesitamos que la ESI empiece a ser responsabilidad del Estado y que la garantice en todas las instituciones educativas, en todos los niveles. En ese sentido, se mete el debate de la Interrupción Voluntaria del Embarazo para hablar también de derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos que fue lo que siempre nos empujó a seguir trabajando. El año pasado hicimos el primer congreso pedagógico en donde nos juntamos con más de 300 compañeras y donde compilamos más de 100 experiencias concretas de  nuestras aulas con una pluralidad que va desde el conurbano profundo, pasando por distintas provincias. Fue bien diverso y nadie tiene la idea acabada, sino que entre todas vamos construyendo las mejores opciones.

    Desde diciembre de 2023 nuestro país sufrió cambios significativos. La ultraderecha, el gobierno nacional declaró a los feminismos como uno de sus principales enemigos ¿Qué impacto tuvo eso?

    Creo que nos declaran como principales enemigas porque saben la fuerza que tenemos, porque saben que durante todo este tiempo supimos construir ese sentido en cada barrio, en cada espacio. Porque las compañeras discuten, lo hacen a fondo y de eso no se vuelve tan rápido. La compañera ya sabe lo que le corresponde, cuál es su derecho, cómo puede acceder, cómo ayudar a una piba del barrio que fue abusada y no quiere continuar con ese embarazo, cómo acompañar a la que no quiere hacer un aborto… 

    ¿Notaste diferencias en estos últimos 9 meses en el aula o, incluso también pensando en las autoridades de las escuelas con relación al derecho a decidir?

    Si, hay diferencias en todos los sentidos, en las autoridades, en las familias, quienes presentaban resistencias quizás hoy están más fortalecidos en esa resistencia vulnerando el derecho de los pibes y las pibas, pero lo que sí notamos es que son las y los estudiantes quienes piden el trabajo con la ESI. Nosotras en los primeros grados de primaria vemos que hay cosas en las que no vamos a volver atrás. A los pibes y a las pibas no se les ocurre dejar afuera a alguien de un juego por su género o por cómo se viste, que era algo muy frecuente hace cinco o seis años atrás, no pasó tanto tiempo. Entonces, ahí vamos viendo esos cambios que te fortalecen y decimos “vamos bien, hay que seguir por este lado”.

    Después, es cierto que tenemos en este momento un ataque desde el Estado concreto, hacia lo que es la práctica de la ESI. El primer botón de muestra es que no hay preservativos en las escuelas. El gobierno nacional saliente dejó un pedido de una cantidad de preservativos y el entrante no terminó de firmar los papeles por lo que, solo llegaron muy poquitos y estamos con un faltante de preservativos en todo el territorio nacional. Algunas provincias lo han subsanado provincialmente, pero hay otros territorios como, por ejemplo, Ciudad de Buenos Aires, donde después de muchísimos años es la primera vez que no hay preservativos disponibles en las escuelas. Tampoco hay acceso a los Centros de Salud que era algo que estaba sumamente trabajado y era un red permanente. Nosotras decimos, “anticonceptivos para no abortar, Educación Sexual para decidir, y Aborto Legal para no morir”. Era un mecanismo que venía muy aceitado y se fue haciendo un recorte tal, que llegó a que los profesionales de la salud no den abasto. Esa dinámica hace que sea muy difícil para la docencia poder hacer esas charlas de prevención o explicación que se trabajaban en distintos momentos del año, con distintas edades que hoy es “lo que se puede”.

    Estamos en un momento donde la respuesta institucional es “se hace lo que se puede” y en el mientras tanto están los pibes y las pibas que viven su adolescencia, empiezan a explorar su sexualidades plenamente, no con lo que se puede, y los riesgos que eso trae aparejado. Nosotras cuando hablamos de aborto en particular creemos que la gran victoria por parte de todas las que militamos el derecho al aborto y, sobretodo de quienes acompañamos con educación sexual en la escuela, tiene que ver con que redujimos muchísimo el embarazo adolescente. En Ciudad de Buenos Aires el 50%, es un número hermoso. Sabemos que hay muchas pibas que hoy no son obligadas a parir. Pero ese número es muy difícil de sostener si no están los anticonceptivos necesarios, si no está el acceso a los profesionales de la salud que puedan dar la información completa, científica y de calidad que los pibes y las pibas necesitan.

    Pulsar UBA, el Observatorio de la Universidad de Buenos Aires especializado en el estudio de opinión pública relevó en su medición de mayo y junio de este año que el 53% de las personas consultadas se manifestaron muy o bastante de acuerdo con el acceso al derecho de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La cifra representa un salto de 13 puntos porcentuales con relación a la medición de 2023. Sin embargo, el Poder Ejecutivo presentó en el presupuesto nacional para 2025 una reducción de prácticamente un tercio de las partidas destinadas para la implementación políticas publicas en materia de Desarrollo de la Salud Sexual y Procreación Responsable. En comparación con el presupuesto de 2024 que en millones de pesos destinó $14.576.983, para 2025 se espera un total de $10.108 destinados a políticas públicas para la salud sexual y (no) reproductiva.

    ¿Te parece que el desfinanciamiento de las políticas públicas es una herramienta para ir restringiendo el derecho al aborto? ¿Cómo ven que se perfila un próximo año con estas condiciones institucionales? 

    Las compañeras estamos armando las distintas redes para sostener y sin duda, ese achicamiento del presupuesto nos va dejando sin lugares a dónde acudir. Porque si no tenés el médico que necesitás, si no tenés preservativos, si no tenés las patillas, no llega la mifepristona y el misoprostol, es muy difícil que se garantice el derecho.

    Esta situación que describís, esta paulatina (o no tanto) retirada del Estado, ¿Volvería a inclinar la balanza sobre las redes feministas para garantizar el acceso al derecho?

    Si, tal cual. En el último periodo pasó mucho. Nosotras trabajamos junto con la Red de Profesionales en identificar cuáles son los lugares seguros para ir y han hecho a nivel federal un recursero donde están las profesionales del servicio público, las feministas, las socorristas, donde están quienes acompañan y garantizan el derecho, pero la parte del servicio público es cada vez más compleja, porque como hay recorte en todos los hospitales sucede que dejan a muy pocas personas para la parte de salud reproductiva o no reproductiva, o tan sólo un médico en un horario y otro en otro o, tienen en horarios irrisorios para cualquier persona que trabaja o que estudia, entonces se hace cada vez más difícil. Sin duda, somos las feministas las que seguimos acompañando, garantizando, consiguiendo lo que hace falta conseguir para que nadie sea obligada a gestar.

    Recién decías, “las compañeras ya saben cuáles son sus derechos, los pibes y las pibas piden la ESI en la escuela y que no es tan fácil volver atrás de eso”. ¿Te parece que también es una respuesta para el otro lado de la política, aquel que dijo que fuimos demasiado feministas? 

    Es el desafío de ver cómo desde los feminismos, que somos muchas compañeras de procesos autogestivos, trabajando un millón de horas -porque somos las mismas que estamos precarizadas en nuestros trabajos- vamos garantizando estas discusiones que fuimos dando y que consideramos fundamentales también. Empezamos a discutir aborto y hablamos de violencia, abuso, y no vamos a dejar de discutir nada de todo eso aunque nos cierren las puertas, aunque no haya respuestas. La necesidad de profundizar es clave, la ESI en ese aspecto sirve de ejemplo. Durante muchos años la ESI no tuvo ningún tipo de presupuesto, fue cuando se logró armar el equipo de ESI nacional que empezaron a dar la discusión más a fondo ¡y se fue muy a fondo!, porque se hizo formación con un postítulo integrado por más de 30 mil docentes, porque se fueron armando distintos equipos provinciales. Por supuesto, estamos a mitad de viaje, nos queda un montón por delante pero esa profundización hizo que se garantice casi el doble de lo que se hacía hasta el momento y eso es lo que te da la certeza de que este es el camino, el de asegurarse en el derecho profundizándolo.

    En torno a que “las feministas somos las responsables” es algo que en algún momento se discutió mucho pero vuelven a pasar cosas que nos siguen dejando a nosotras de un lado bien claro, el de la garantía de ese derecho a una vida libre de violencias, de una vida sobre la que poder decidir, que nos sigue ubicando a nosotras como feministas en esa red fundamental para sostenernos, para que no volvamos a esos números del horror donde teníamos cientos de pibas menores de 15 años que parían obligadamente. Teníamos listas provinciales de pibas que habían sufrido abuso y que nadie había hecho nada. Nosotras a eso no vamos a volver, estamos convencidas de que hay otra forma de hacer las cosas y, a pesar de que la tenemos más complicada, porque hay un gobierno que nos enfrenta como si nosotras fuéramos un aparato más. También vemos con algunas compañeras en particular, o con algunas personalidades, el caso emblemático de lo que pasó con la actríz Thelma Fardín, o de lo que pasó con Lali, un presidente escribiéndole a una piba y acusándola de esa manera, y eso se discutió un montón en las escuelas. Las pibas, las adolescentes diciendo “no da que cualquiera diga cualquier cosa”, incluso, muchas que sin saber mucho o sin tener un análisis más histórico fueron parte de quienes votaron al gobierno actual. Ese debate se empieza a dar pero no hay respuesta todavía desde esos otros que nos dicen responsables, sobre qué hacer con ese debate que están dando las juventudes, que están dando las pibas y es fundamental poder profundizarlo también porque es lo que nos va a llevar a superar este momento y a retomar un rumbo más democrático.

    En este contexto, ¿se hace más importante el rol de la red de docentes? Porque aborto es un tema, pero lo que estamos disputando es esa libertad, no la que está en boca de los fascismos.

    Tal cual, la libertad que es la nuestra. No es muy difícil vivenciar la cantidad de represiones que trae consigo esta derecha que viene en ascenso y que busca coartar todas las libertades sobre todo de las mujeres y de las disidencias. “Callate, no hace falta que te muestres”, le dijeron hace poco a una piba. Ella le respondió, “yo me muestro si tengo ganas”. Tenía una decisión de género en camino y esas discusiones se empiezan a dar. El problema que tenemos es que necesitamos que las instituciones cuiden a las pibas porque no dejan de ser menores que están en el proceso de construir sus subjetividades. Ahí está el rol fundamental que tenemos nosotras como docentes en acompañar esos procesos de la libertad de poder decidir sobre una misma: “Cómo me cuido, con quién estoy, cuándo estoy”. Y hacerlo siempre junto a las juventudes que tal vez no estuvieron en ese 2018 o en el 2020 donde salimos como marea a las calles. Nos pasó hace poquito dando un taller en una escuela secundaria que las pibas nos decían: “si! cuando se votó el aborto yo estaba en la primaria y me acuerdo que los grandes decían algo”. No fue hace tanto, pero es cierto que para quienes están en primero o segundo año de secundaria, es distinto. Entonces, entender todo ese debate sigue siendo fundamental, poder seguir formando, discutiendo la ESI en su sentido más amplio. De qué hablamos, por qué hablamos de todos los tipos de vínculos, es lo que creemos que le va dando batalla a quien se quiere quedar con nuestra libertad.

    Vemos réplicas de lo que sucede en Argentina, lo que sucedió en Brasil, o incluso en Europa o Estados Unidos ¿Pensas que en este momento en particular es necesario potenciar un internacionalismo feminista?

    Nosotras en la Campaña partimos de lo que eran los Encuentros Nacionales del Mujeres, hoy Plurinacionales y ese entramado justamente nos abrió a darnos cuenta que no hay otra forma, que es todas juntas, que esas barreras ficticias que nos van poniendo tienen que ser compartidas y que a Latinoamérica la construimos entre todas, esa Latinoamérica grande, esa matría fuerte que supo en algún momento disputar el sentido por completo, tenemos que avanzar hacia ese internacionalismo feminista donde nos encontremos y apoyemos mutuamente. El ejemplo de lo que pasó con Bolsonaro en Brasil y lo que pasa hoy con Milei en Argentina nos tiene que servir para poder fortalecernos, encontrar esos lugares de debate en común y poder construir una respuesta grande que nos permita enfrentar a quienes quieren pasarle por encima a los cuerpos de las pibas y de las mujeres.

    Este trabajo fue realizado por medio de la Beca Zarelia- Poder Elegir, impulsada por Fundación El Churo, Festival Zarelia, Wambra Medio Comunitario, con el apoyo del proyecto Poder Elegir de Oxfam en Latinoamérica y Asuntos Mundiales Canadá.

    #28S aborto legal seguro y gratuito destacadas Ley 27.610 Red de docentes por el derecho a decidir

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