Mientras en las calles la exigencia por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito es un hecho, en las salas de salud y hospitales, profesionales garantizan de manera cotidiana el derecho a costa de respuestas insuficientes del sistema de salud. Como nos dicen desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir de zona sur, “estamos en el 2020, a nada de Capital Federal y, sin embargo, se viven situaciones de mucha precarización”. Capítulo: Buenos Aires.
Por Camila Parodi
¿Cómo es abortar en el conurbano bonaerense?
Abortar en el conurbano bonaerense es complicado. En la zona la que yo trabajo, que es el conurbano sur, es muy heterogéneo. Hay muchos dispositivos que acompañan de manera responsable y amorosa sobre todo en el primer nivel de atención pero al ser tan extenso es complejo. Nosotras trabajamos en nueve municipios, que es lo que corresponde a la región sanitaria sexta y al ser tan extensa eso hace que haya mucha iniquidad en el acceso al derecho. Porque hay municipios que no tienen casi dispositivos que acompañen o en los que todos los efectores de salud son objetores o dificultan el acceso, incluso a la información. A veces parece raro que estamos en el 2020, a nada de Capital Federal y, sin embargo se viven situaciones de mucha precarización.
¿Cuáles son los principales obstáculos para la tarea de acompañar?
Los principales obstáculos en la tarea del acompañar tienen que ver con los recursos y la estructura del sistema de salud con los lugares puntuales donde están los dispositivos. También con los circuitos que se necesitan para hacer estudios complementarios en caso que haga falta, esto es una ecografía, un análisis de sangre, una interconsulta. A veces eso se hace muy complejo. Y después el acceso al método, si bien este año estamos contando con tratamiento farmacológico para los tratamientos que son ambulatorios sobre todo en el primer nivel, no contamos con la opción de poder ofrecerle a la persona que quiere interrumpir un embarazo si quiere hacerlo por la práctica Ameu. Eso no tenemos hoy en día ni contamos con todos los métodos anticonceptivos para que puedan después pensar de qué manera quiere continuar con su vida sexual.
¿Cuál es la principal demanda, relacionada con la garantía del acceso a los derechos sexuales y reproductivos, que le harías a las y los responsables políticos de tu provincia?
La principal demanda está relacionada a la garantía de los derechos sexuales y reproductivos qué le hacemos a los responsables políticos de la provincia, esto tiene que ver con la infraestructura del sistema público de salud trabajamos en condiciones de mucha precarización. Actualmente eso hace que los equipos se quemen por la gran cantidad de demanda que llega. Por lo tanto, se visibiliza que es muy necesario poder tener más políticas relacionadas a los derechos sexuales dentro de los efectores de salud que tiene que ver por un lado, con la capacitación y sensibilización profesional y, por el otro lado, con los recursos concretos con se necesitan para la atención de esa manera podemos garantizar el acceso a la práctica de ILE (Interrupción legal del embarazo) a todo lo que sea relacionado con salud sexual y necesitamos contar con todos lo que implica la práctica en sí. Por ejemplo en lo que respecta a los tratamientos, actualmente contamos con Misoprostol para los tratamientos ambulatorios pero necesitamos con urgencia que se pueda empezar a implementar el Ameu, esto es la aspiración manual endouterina, ya que hay evidencia que avala que no sólo se puede hacer en los centros de segundo nivel sino que también se puede hacer con infraestructura necesaria en el primer nivel de atención. Y además necesitamos contar con Mifepristona para poder garantizar la práctica sobre todo en segundo trimestre de manera que sea más efectiva para la persona que está solicitando la ILE.
Entonces depende de la gestión y que se habiliten las vías necesarias para la aprobación de la Mifepristona, que se bajen los recursos necesarios para garantizar los tratamientos en todos los efectores de salud, y que sean no sólo farmacológicos sino también el Ameu. Finalmente, necesitamos que no haya más hostigamiento a las y los profesionales. Eso tiene que ver con las directivas que se bajan desde la gestión a personales que garantizamos derechos, se nos hostiga hacía dentro de nuestros propios espacios de trabajo por personas que están a cargo de direcciones de hospitales, por ejemplo de jefes de servicio que no están de acuerdo y que son anti derecho, eso también es responsabilidad de tener políticas públicas y sanitarias y que garanticen una perspectiva de derecho y que rompe también con el modelo médico hegemónico del paradigma actual.
¿Por qué eligen acompañar y porqué piensan que es una práctica feminista?
Elegimos acompañar porque pensamos que cada persona tiene derecho a elegir sobre su cuerpo y su vida. Entonces, desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir creemos que nuestro rol como profesionales de la salud es acompañar en la toma de decisiones y a las personas. Acompañar desde nuestro rol de la salud es realizar transparencia activa, que es brindar toda la información necesaria y que la persona sea la que decida en ese momento qué es lo que mejor, qué le conviene para su vida y que no tiene que ver solamente con los derechos sexuales y reproductivos sino en general y por eso es un posicionamiento diferente al modelo paternalista, que es también patriarcal, de la salud: donde el profesional es el que decide sobre la otra persona por eso es por el derecho a decidir y, puntualmente el acceso a la intervención legal del embarazo, pero no funcionamos desde ese lugar.
Es una práctica feminista porque va más allá de la intervención que se puedan ser del sistema de salud, las personas deberían poder decidir sobre su vida en general, a su vez es un tema que es tan tabú en la sociedad que sólo gracias a la lucha y realización pudimos ir posicionándonos en las calles y eso nos devuelve también a nosotras como la conexión sobre nosotras mismas y con nuestro cuerpo, empezamos a hablar desde la sexualidad no solamente reduciéndola a la reproducción o no sino que a los deseos. Es, también, una práctica feminista de por sí porque nos devuelve el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y sobre nuestra vida que va más allá de la intervención médica nos posicionan un lugar de pensar la sexualidad en el deseo y nuestras propias proyecciones de lo que queremos hacer y con nuestro cuerpo y con nuestra vida. Entonces si bien es responsabilidad del Estado garantizar la práctica de forma segura para generar equidad en el acceso al derecho, es una práctica feminista de por sí por eso es importante que todos los acompañamientos sean en ese lugar de esa perspectiva. No es una práctica médica más que tiene que estar sistematizada desde ese lugar, porque todo el acompañamiento que se hace alrededor de una interrupción del embarazo tiene que ser de manera integral, acorde a lo que la persona trae o necesita en este momento de su vida. Muchas veces sucede que hay situaciones de violencia, a veces más explícitas y otras no tanto, transitar por una consejería donde se abren otras herramientas para poder tomar decisiones en nuestra vida y generar movimientos que nos hagan bien y que nos hagan mejor, es también una oportunidad para pensarnos de ese lugar. Por eso, nosotras desde la Red, reconstruimos acompañamientos que son amorosos desde una perspectiva de derechos y feminista, y no como una práctica médica más.
¿Cuál fue la historia donde más les alegró ser acompañantes de las decisiones soberanas de otras y otres?
Historias hay muchas, de las cuales nos hemos sentido bien nos alegra haber acompañado ese proceso porque muchas veces hay situaciones de opresión donde el tránsito por la consejería brinda nuevas herramientas para tomar decisiones que van más allá de la interrupción en sí que, muchas veces, es lo más sencillo de resolver. Sino que hay un montón de otras cuestiones y aristas en la vida de una persona que hacen que en ese momento no la esté pasando bien y muchas veces volver a reconectarse con la sexualidad desde un lugar de deseo y de proyección personal junto con otras está buenísimo. Se generan un montón de situaciones que terminaron desencadenando otros movimientos en la vida de las personas. Muchas personas que transitan por el espacio a lo mejor no conocían su cuerpo o no se habían puesto a pensar es bueno más allá de maternar o no en este momento de que otras cosas y podían decidir y acompañar todo ese proceso de manera integral y de manera muchas veces colectiva que se genera está buenísimo porque también no se enfrenta nuestras propias violencias y a nuestros propios machismos que tenemos en la vida cotidiana. También nos hacen mirarnos a nosotres como equipo de salud y hacer movimientos en nuestra vida. Entonces es un aprendizaje constante donde más allá de que podamos aprender o actualizarnos sobre el uso de la medicación, es un posicionamiento político que abre otros caminos. Nosotras estamos muy contentas con los dispositivos y queremos que sigan creciendo. Queremos cambiar el paradigma de salud hegemónico y patriarcal que hoy tenemos, entonces, también es un posicionamiento de lucha constante hacia dentro de las estructuras porque estamos creando cosas que no estaban en el sistema de salud y es muy gratificante desde el lado también.
¿Por qué el aborto tiene que ser legal, seguro y gratuito?
Tiene que ser legal seguro y gratuito para garantizar la equidad en el acceso al derecho. Hoy en día es muy heterogénea la experiencia de los efectores de salud, las pujas de poder entre los distintos niveles de atención, incluso formas de organización del país en distintas provincias, municipios y jurisdicciones, así que si bien tenemos el aborto legal por causales, que no haya un presupuesto desde la estructura del Ministerio de Salud que pueda garantizar la capacitación y los métodos, los circuitos para estudios complementarios en todos lados. Por otro lado, porque al ser legal por causales terminan siendo les profesionales quienes deciden si la interrupción es legal o no, y lo que se busca con la leyes, es que sea de la persona la que tiene el poder sobre su cuerpo y sobre su vida. Por eso es importante que salga la ley ya y con urgencia. Que sea seguro tiene que ver con nuestra práctica, todes tenemos derecho a acceder a las prácticas seguras y que tengan la mayor evidencia, que las hay, por eso también necesitamos que salga la ley de IVE (interrupción voluntaria del embarazo) para poder solicitar la Mifepristona y para poder tener Ameu y garantizar así los tratamientos que son de segundo trimestre en los hospitales. Y que sea gratuito para que todas las personas puedan acceder desde nuestro sistema de salud, pensamos que la salud es un derecho por lo tanto tiene que ser garantizado por el Estado.