Por Leandro Albani / Foto por Juan Noy
El abogado palestino, de visita en Argentina, relata cómo Israel, a través de la represión militar y el sistema judicial, oprime al pueblo palestino.
Israel ostenta un sistema jurídico funcional a la ocupación que desde hace 70 años somete al pueblo palestino. Esta definición es la síntesis de la charla brindada ayer por Raji Sourani, fundador del Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH), quien se encuentra de vista en Argentina.
El abogado y también titular de la Organización Árabe para los Derechos Humanos (OADH), expuso un detallado panorama de la represión que Tel Aviv aplica en los territorios ocupados, durante una exposición en la embajada palestina en Buenos Aires.
Sourani señaló que Israel es presentado como “un oasis de la democracia en Medio Oriente, en el cual se respeta la democracia y los derechos humanos, donde prima la ley y la institucionalidad”, mientras que los palestinos y las palestinas son tildados como “retrógrados” y “terroristas”.
El abogado (que estuvo encarcelado en dos ocasiones por las fuerzas de seguridad hebrea) explicó que la justicia israelí legalizó la tortura como método, y que en su sistema de justicia “los juicios sumarios y las ejecuciones tienen una base legal”.
Sourani recordó que desde el comienzo de su trabajo como defensor de presos políticos palestinos, juntos a otros organismos de derechos humanos, fueron presentados miles de casos en los tribunales israelíes, tanto civiles como militares. De esos casos, apenas 17 fueron ganados.
El ejemplo más tenebroso recordado por Sourani ocurrió luego de la invasión militar israelí a la Franja de Gaza en 2008-2009, conocida como Operación Plomo Fundido. Luego de los ataques masivos contra la población palestina, fueron presentados a la justicia israelí 1169 expedientes por crímenes de guerra cometidos por la fuerza atacante. De ese total, solo 4 israelíes fueron llevados a juicio, dos de ellos por el robo de una tarjeta de crédito y los otros dos por el asesinato de una adolescente de 14 años y su madre, quienes “levantaron la bandera blanca” en medio de los ataques pero igualmente fueron ultimadas por soldados hebreos. En este caso, recordó Sourani, los imputados fueron condenados a apenas 6 meses de prisión pero no cumplieron la sentencia.
El abogado palestino denunció que la impunidad de la justicia israelí se despliega en todos los niveles, al punto de que el Tribunal Supremo de ese país ni siquiera respeta las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo organismo judicial de Naciones Unidas.
Sourani también explicó que Palestina, como reciente miembro de la Corte Penal Internacional (CPI), presentará en ese organismo cuatro acusaciones contra Israel: por los crímenes cometidos el año pasado en Gaza durante la operación Margen Protector, que dejó más de 2.000 palestinos y palestinas muertos; por el bloque económico que Tel Aviv aplica sobre la Franja de Gaza; por el muro de segregación que Israel construye en Cisjordania y para que Tel Aviv detenga la construcción de asentamientos ilegales en tierras palestinas.
Vida crítica
Al referirse a la situación que atraviesa Palestina, Sourani detalló que en Gaza hay un 65% de desempleados, 85% de las personas viven de las donaciones internacionales y un 95% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, cifras que son consecuencia del bloqueo y la represión aplicada por Israel. “A Gaza envían alimentos como si las personas fueran animales”, resumió el abogado.
Mientras tantos, prosiguió Sourani, Israel despliega sobre Jerusalén “una limpieza étnica contra los palestinos, sean musulmanes o cristianos” y en Cisjordania aplica “el apartheid”.
“La situación en los territorios ocupados es crítica”, sentenció el abogado palestino, pero dejó en claro que “la resistencia es nuestro derecho” ya que creen “en la justicia de nuestra causa” sostenida por “la convicción de nuestro pueblo”.
Sourani relató cómo Israel reprime a los niños y las niñas de Palestina. Indicó que en la actual 400 menores de edad son prisioneros en las cárceles israelíes y aseguró que para la justicia militar hebrea “no existe el concepto de menor de edad”, razón por la cual los detienen y juzgan como mayores de edad.
El abogado recordó que en una de sus detenciones vio cómo los agentes israelíes torturaban a un niño de 12 años, al cual le infringían “las mismas torturas que a un adulto”. Con respecto a este tema, Sourani afirmó que los prisioneros palestinos son sometidos a torturas físicas y psicológicas, y que en la mayoría de los casos los detenidos “desean la muerte” ante los flagelos recibidos.
Ante este panorama, Sourani aseguró que el pueblo palestino seguirá resistiendo la ocupación y mantendrá su apuesta para su independencia, defendiendo que la “paz y la seguridad son compatibles con la democracia y los derechos humanos”.