Por Ulises Bosia. El asesinato de Cristian Ferreyra el miércoles pasado ya empezó a dar lugar a una reacción popular de repudio. Entrevistamos a Marilena Santillán, referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina (MOCASE-VC).
Marilena Santillán, de viaje a Buenos Aires para denunciar el asesinato de Cristian Ferreyra, declaró a Marcha: “Javier Suárez, el autor del asesinato, está prófugo gozando de la complicidad de la justicia y del poder político que lo ampara, mientras sus hermanos, que trabajan juntos, andan como si nada por ahí”. Los sicarios viven en la zona, lo cual agranda la sensación de impunidad cotidiana al no tener “ninguna respuesta de Estado a los reclamos”, pero además Marilena explicó que la violencia es permanente en esta zona- “Ultimamente los sicarios paseaban armados con itakas o escopetas por las escuelas, quemaban camionetas y casas, pero aunque las madres los denunciamos ante la comisaría 22 de Monte Quemado y también ante el jefe de gabinete Elías Suárez, ellos miran al costado”, afirmó.
El miércoles “los hermanos Suárez llegaron a la vivienda de Cristian Ferreyra como para hablar, pero cuando él los salió a ver, porque los conocía, le dispararon directamente con la itaka”. La violencia no es casual para ella. “Estaba convocada una reunión del movimiento y por eso ellos fueron a atacar a los compañeros, para debilitar, para que no se organicen”. Hirieron de bala también a César Godoy, pero Marilena aclaró: “El compañero está bien, se va a recuperar”. También golpearon a otro compañero con la culata, que no sufrió daños mayores. Cristian Ferreyra, padre de dos hijos con los cuales vivía pero que salieron ilesos, es una nueva víctima de la codicia de empresarios que están dispuestos a todo para aumentar sus riquezas.
Sin embargo el movimiento campesino no se deja amedrentar por la violencia. Mientras algunos de sus miembros se dirigieron rápidamente al lugar de los hechos, otros próximamente convocarán a una movilización en la ciudad de Santiago del Estero.
Y por otro lado, integrantes de la comunidad indígena de San Antonio, miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-VC) y del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), los diputados nacionales Claudio Lozano, Liliana Parada y Eduardo Macaluse, integrantes del Frente Parlamentario Contra el Hambre como Victoria Donda, Cecilia Merchán, el diputado electo Víctor De Gennaro, los senadores María Rosa Díaz y Osvaldo López, representantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), del Partido Obrero y otras organizaciones de izquierda y de derechos humanos participaron de una conferencia de prensa en el salón Cabezas de la Cámara de Diputados de la Nación ayer por la tarde. Allí convocaron a una manifestación desde el Obelisco hasta la casa de la provincia de Santiago del Estero para mañana a las once de la mañana, donde reclamarán
justicia a las autoridades provinciales y tratarán de hacer más visible el conflicto.
Santiago del Estero se encuentra gobernada por Gerardo Zamora, uno de los radicales K que mantuvo su alianza con el kirchnerismo tras la defección de Julio Cobos. Esta provincia es uno de los principales focos de conflicto entre grandes empresarios sojeros que pugnan por avanzar en el desmonte y los desalojos para ampliar la frontera de la soja y comunidades campesinas que viven y trabajan esas tierras con sus propios métodos desde hace generaciones. Los actos de violencia de parte de terratenientes y empresarios son recurrentes en la provincia, con tal desparpajo que el MOCASE-VC denuncia en su comunicado que “en varias oportunidades el empresario José Ciccioli, amenazó públicamente que mataría a un campesino del MOCASE-VC para que dejen de ´molestar´.” Indudablemente, para estos empresarios, la defensa de la tierra y de una agricultura destinada a la alimentación y no al lucro no es más una molestia en el camino del “progreso” del campo argentino.
Cristian Ferreyra se suma a otros referentes sociales asesinados en el último tiempo: Roberto López y Sixto Gómez, asesinados en Formosa en la represión a la lucha de los indígenas qom, a Mariano Ferreyra, emboscado por una patota de la burocracia sindical ferroviaria en el transcurso de una protesta de trabajadores tercerizados y a Rosemary Churapuña y Bernardo Salgueiro, muertos durante la represión policial durante la ocupación del Parque Indoamericano en la Ciudad de Buenos Aires. Sus nombres, entre muchos otros, expresan los múltiples rostros plebeyos de un pueblo que está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para conquistar una vida mejor.