Argentina cayó en sus dos primeros partidos de la segunda fase, pero se recuperó y derrotó a Uruguay y Canadá para clasificarse al Mundial. Ahora, va por el título en el Torneo de las Américas de Caracas.
Un detalle inverosímil del reglamento puso en un aprieto a la Selección argentina de básquet. El equipo organizador tiene la posibilidad de modificar una de las cuatro fechas de la segunda fase: en este caso, Venezuela eligió no jugar con Puerto Rico en la primera fecha, y a los de Lamas les cayó en suerte enfrentarse con los isleños, máximos candidatos, en plena levantada, tras ganarle en la última jornada de la ronda inicial con mucha claridad a México (98-78).
Contra Puerto Rico el arranque fue inmejorable: un parcial de 17-2, con un Luis Scola imponente en la pintura, y una durísima defensa en zona que no le permitía a los caribeños obtener buenas opciones de tiro. Mantuvo esta diferencia hasta mediados del segundo cuarto, cuando finalmente apareció la buena mano del rival: un rendimiento que empezaba a mostrarse superlativo de Carlos Arroyo le permitió acercarse a 5 puntos (49-44) al entretiempo. La segunda mitad fue toda tica: el tercer cuarto fue del mejor interno del campeonato, Renaldo Balkman, y en el parcial definitivo volvió a aparecer Arroyo junto con el otro base estrella, Juan José Barea, para definir un 94-80 mucho más amplio que lo fue el desarrollo del partido.
Tocaba recuperarse rápido al día siguiente, con el rival teóricamente más débil de los que quedaban: Jamaica, que además no podía contar con su gran figura, Samardo Samuels. Argentina no mostró en ningún momento su mejor cara pero se mantuvo arriba todo el partido, con intermitencias en el rendimiento pero llegando a sacar una diferencia máxima de 11 puntos mediando el tercer cuarto (49-38). Sin embargo, mancó en el final, no estuvo fino para defender la potencia jamaiquina y terminó cayendo 81-76. Otro gran partido del capitán Scola (22 puntos y 8 rebotes) no fue suficiente.
Estaba obligada la selección: debía ganar los dos partidos que le quedaban y esperar resultados para llegar al Mundial. El primer paso era el clásico rioplatense con Uruguay, que se preveía como un partido parejo, sobre todo por los dos amistosos previos al torneo que habían jugado y habían finalizado con marcadores cerrados. Pero Argentina lo resolvió fácil, llevándose el partido por 26 puntos (89-63), con un muy buen rendimiento del alero del Cajasol Sevilla, Marcos Mata (12 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias), y un valiosísimo aporte desde el banco del jugador de Peñarol Adrián Boccia (16 puntos y 7 rebotes).
La victoria de Puerto Rico sobre Venezuela convirtió el partido con Canadá en un mano a mano. El que ganaba se quedaba con el pasaje a España. El norteamericano es un equipo peligrosísimo, que cuenta con varios NBA entre sus filas, pero que sufrió por su propia irregularidad a lo largo de la competencia. Después de perder por 5 puntos (18-13) el primer cuarto, con un muy flojo juego de ataque, Argentina comenzó una levantada que se coronó en el tercer cuarto, de la mano de un fantástico Scola (15 puntos en el parcial), se puso en ventaja y no la volvió a perder hasta el final del partido. Fue 73-67, festejo e ilusión con el título.
Luifa finalizó con 28 puntos y 7 rebotes, en su mayor producción del torneo, demostrando una vez más que se destaca en las paradas difíciles. Su ladero de lujo, como viene ocurriendo, fue el base Facundo Campazzo, que sumó 10 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes, y hasta se dio el lujo de finalizar un ataque rápido con una volcada, despegando del piso desde sus 1,78 metros.
Ahora vendrá la lucha por el campeonato, con la semifinal el martes frente a México, equipo al que, como ya mencionamos, Argentina derrotó con amplitud en la primera fase. Por el otro lado de la llave se enfrentarán Puerto Rico y República Dominicana. Entre otros cuatro nombres saldrá el campeón. Sería un logro fantástico para el seleccionado repetir el título conseguido en el Preolímpico de 2011, en Mar del Plata. De cualquier manera, el objetivo era España, y Argentina, otra vez, cumplió.