por Redacción Marcha. Comenzó en los Tribunales de San Isidro la audiencia debate en la que se acusa a Yanina González de abandono de persona seguido de muerte contra su hija Lulú. A pesar de ser pública sólo hubo acceso a pocas personas y la prensa no pudo ingresar.
Con un simbólico “buenos días a todas” inició Lino Mirabelli, presidente del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro, la primera jornada del juicio en el que Yanina González, una joven de 23 años con discapacidad intelectual, es acusada de abandono de persona seguido de muerte contra su hija Lulú, asesinada a golpes presuntamente por su ex pareja Alejandro Fernández. Afuera, el agite de aproximadamente un centenar de personas hicieron sentir durante todo el día y sin descanso el apoyo a Yanina y el repudio a una fría y metodista fiscal que, ignorando denuncias y un claro contexto de violencias y desamparo, realizó la acusación en su contra; su nombre es Carolina Carballido Calatayud.
Los lineamientos de la acusación, encabezada por Calatayud, quien está a cargo de la de la Unidad Funcional Especializada (UFE) en Violencia de Género del Departamento Judicial de San Isidro, estuvieron dirigidos en sostener que Yanina González omitió en su rol de “única garante de la vida” de su hija Lulú, darle asistencia durante la mañana del 17 de agosto de 2013, día en que acontecieron los hechos que habrían desencadenado su muerte, lo que la convertiría en coautora del delito de abandono de persona agravado por el vínculo.
Por su parte, en los lineamientos de la defensa, a cargo de la abogada Gabriela Conder, se exigió la nulidad del proceso por no tratarse de un delito de acción el que se investiga, argumentando que los acontecimientos no sucedieron de la forma en que la fiscalía los presenta; por haberse violado los derechos de defensa de Yanina González al habérsele ocultado que había otra causa paralela que investigaba la muerte de su hija Lulú y principalmente porque Alejandro Fernández es el testigo más importante de la fiscalía, y es quien es acusado del delito de acción, el femicidio vinculado; o sea, el asesinato a golpes de la pequeña Lulú.
No a la nulidad, nuevas pruebas y rueda de testigos
Luego de un breve cuarto intermedio, el tribunal resolvió no dar lugar a la nulidad del proceso planteado por la defensa y exigió a las partes seguir adelante con el juicio y enfocarse en las pruebas procesales que demostraran cada uno de sus lineamientos. Fue en ese momento cuando además determinó que Alejandro Fernández no declarará a pesar de que la fiscalía sostuvo que estaba incorporado en calidad de testigo porque la causa paralela en la que está imputado por homicidio significa un “delito diferente” del hecho que se investiga.
El tribunal además comunicó que, a pedido de la fiscalía, dos nuevas pruebas serán incorporadas; una, la declaración del perito que realizó la autopsia a Lulú, y dos, la lectura del testimonio que Alejandro Fernández presentara en la causa que se le sigue por homicidio.
Luego, fue el turno de las y los testigos. Una vecina que declaró que Yanina le pidió ayuda para asistir a Lulú la mañana del asesinato; un oficial de servicio que dijo haber visto a Yanina con una crisis nerviosa en el centro de salud y que por lo tanto, ella se habría ocupado de trasladarla; un vecino que habría ayudado a Yanina González y Alejandro Fernández a llegar al centro de salud; y una conocida de Yanina quien describió el fuerte golpe que tenía Lulú en la cabeza.
Entre quienes se destacaron también aportaron testimonios el padre de Lulú, su hermana y una ex pareja de Alejandro Fernández, quienes declararon ante el tribunal haber sufrido amenazas de parte del presunto femicida. “Cuando vi a Lulú en el cajoncito pensé que podía ser mi nene”, dijo entre conmovida y asustada una ex pareja de Fernández. En su declaración constan además las denuncias que realizara por violencia de género y los malos tratos a lo que fue sometida. “Fernández se enojaba por todo, me amenazaba con pegarle a mis hijos”, relató.
Tomar los tribunales por asalto. Yanina no está sola
A Yanina se le encendía la dulce mirada cada vez que la puerta de la pequeña sala se abría y el sonido latoso de la batucada feminista llegaba a sus oídos. “¿Escuchas Yani? Todo ese ruido es por vos” le dijo una integrante de la Comisión por la Libertad, ella se rió, como si por un rato pudiera sentir todos los abrazos que le fueron negados.
“Estoy acá porque como Yanina, muchas mujeres vivimos situaciones de violencia, bastante evidentes y hasta burdas. Más que nada estamos para hacer presencia, para hacer ruido y para no quedarnos en la cuestión de que somos víctimas sino que tenemos que pelearla y salir adelante porque si no nos pisotean todo el tiempo”, dice Romina Amor, activista independiente. “Es indignante que una mujer que sufrió violencia patriarcal durante un montón de años esté siendo acusada y víctima otra vez al ser señalada como autora de un asesinato que es un femicidio vinculado”, declara.
Carina, quien acompaña a Yanina en el arresto domiciliario, sostuvo que está “para pedir justicia para Lulú y para denunciar a Alejandro Fernández y que reciba lo que tiene que recibir”. Dice que hay que implementar la “acción directa con estos tipos, hijos sanos del patriarcado” y conocedora del contexto de violencias en el que se encontraba Yanina, relata que “Fernández ejercía la violencia hacia sus otras compañeras, que Yanina está pagando algo que no debería” y que el presunto femicida “está gozando de su libertad con toda impunidad, y eso es lo que más bronca me da”.
Carina sostiene que “el caso de Yanina no es aislado” sino que “lo vivimos todos los días las minas de los barrios más pobres, que por ser pobres y no tener guita para un buen abogado siempre nos meten en cana”. Dice que “las fiscalías no investigan”, que “son máquinas de armar causas” y que “así como firmaron la condena par Ailén y Marina Jara, conozco muchas personas que tienen causas armadas porque los fiscales no investigan, directamente te mandan a un penal que es la tumba” porque “ahí te terminan de matar”.
¿Se cae la acusación de la fiscalía?
La suspensión de la declaración de Alejandro Fernández, la contundencia de algunos de los testimonios de las y los testigos y la inclinación del tribunal en revelar de qué forma sucedieron los hechos la mañana del 17 de agosto de 2013, que constituye además uno de los lineamientos de la defensa, son un revés para la fiscalía. Ante la declaración de una ex pareja de Fernández en la que se relata las denuncias que realizara en diferentes comisarías de la mujer por violencia de género, la fiscal Carballido Calatayud cuestionó las preguntas de Conder diciendo que “no se lo estaba investigando a Alejandro Fernández sino a Yanina González”. Ante la protesta, el presidente del tribunal respondió un “no” rotundo argumentando que lo que está en juego es dirimir la cuestión de fondo.
Para Gabriela Conder, abogada de Yanina González, “no hay nada que incrimine un abandono de persona ya que todos los que declararon dijeron que la nena había sido golpeada”. Sostiene que “no hay elemento alguno para acusarla a Yanina” y que además se muestra preocupada diciendo que “en una fiscalía especializada, no se escuchó ninguna pregunta que tuviera un enfoque de género”, lo que aumenta la “ceguera que existe dentro de la justicia”.
El debate continuará hoy desde las 10 de la mañana con los testimonios de la fiscalía para dar lugar luego a las y los testigos de la defensa. Para el miércoles se esperan los alegatos.