Por Colectivo de Trabajadores de las Orquestas y Coros del Bicentenario
El programa nacional de orquestas y coros infantiles y juveniles para el bicentenario nace en el año 2010 con algunas orquestas y coros en el conurbano bonaerense.
Dependiente de la dirección de políticas socioeducativas del ministerio de Educación de la nación, este programa nace en el Conurbano Bonaerense para luego ir extendiéndose a lo largo del territorio nacional. Hoy hay Orquestas y Coros en Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Mendoza, La Rioja, Catamarca, San Juan, Santa Fé, entre Ríos, La pampa, Neuquén, Chubut, Santa cruz, Córdoba y Misiones.
¿En qué consiste el programa?
El Programa tiene como objetivos mejorar el acceso de los niños, niñas y jóvenes a los bienes y servicios culturales; tender puentes hacia la reinserción de los jóvenes en la escuela; colaborar con la retención escolar; y estimular el contacto y el disfrute de la música. El sitio oficial del Ministerio de Educación estima que “actualmente el Programa cuenta con 150 orquestas y 150 coros en todo el país, y reúne cerca de 10.000 niños y jóvenes para quienes la música abrió una nueva dimensión social y pedagógica”.
Los docentes son seleccionados a través de concursos con distintas etapas, a saber: entrega de curriculum, clases observadas por jurados, ejecución de piezas musicales y entrevistas con la coordinación del programa encabezada por su director Claudio Espector.
Los más de 2000 docentes que trabajamos en este proyecto creemos que este es un derecho ganado por los alumnos, la comunidad de los barrios donde funcionan estas orquestasy la sociedad en general, brindando a sus alumnos conocimientos musicales directos y de primera mano de un modo mucho más didáctico y moderno que en los tradicionales conservatorios. A su vez integra a la comunidad generando un espacio grupal de características inéditas en estos barrios.
La cultura precarizada
A pesar del impacto social de este programa, los docentes nos encontramos en una situación de inestabilidad y precariedad laboral que no ha mejorado con los años, pese a las promesas iniciales de la coordinación. El modo de contratación de los trabajadores es a través de un contrato basura que inicialmente tenía como referente locatario a una fundación gubernamental (OEI – Organización de Estados Iberoamericanos) a la que facturamos mes a mes nuestros honorarios, debiendo hacernos cargo del pago del monotributo para asegurar el acceso a seguridad social como un trabajador independiente. Hace algo más de un año la administración de nuestros honorarios y la contratación dentro de la provincia de Buenos Aires se traspasó al ámbito municipal donde cada orquesta funciona, sin haber modificado en nada la situación de precariedad e inestabilidad contractual.
Con estos contratos basura, los trabajadores no somos reconocidos como docentes sino como prestadores de un servicio, privándonos de derechos tales como aguinaldo, licencias y antigüedad, dependiendo año a año de la voluntad de renovación de contratos, a cuyo término quedamos automáticamente desvinculados, es decir, despedidos sin indemnización alguna ni reconocimiento formal del trabajo realizado hasta la fecha.
A esto se suma que el pago de los honorarios en muchísimas ocasiones (al menos 2 por año) se ve retrasado por cuestiones burocráticas ajenas a las y los docentes, quedando privados de la percepción de los mismos por periodos de entre 2 ó 3 meses, e incluso casos de hasta 6 meses sin cobrar.
Por otra parte, los sueldos se encuentran desfasados respeto a los valores que perciben quienes realizan igual tarea en blanco. Y recién éste es el primer año en que formamos parte de la paritaria nacional de Educación. Sin embargo, el Ministerio sólo fija el piso salarial al que luego se le suman los acuerdos de cada jurisdicción, pero como los docentes del Programa de Orquestas y Coros dependemos del Ministerio directamente -es decir, los municipios sólo pagan los sueldos pautados con el ministerio a contra recepción de la partida presupuestaria-, quedamos en un limbo donde sólo percibimos el piso salarial acordado, es decir: el peor aumento docente de todo el país.
La descentralización producida por el traspaso administrativo a los municipios, devino en retrasos de más de dos meses en el cobro de contratos de 6 meses de duración, la suma de impuestos (ingresos brutos, impuesto al cheque, etcétera) y en la deriva de cada orquesta/coro a la suerte del municipio que le ha tocado con muy malos resultados prácticamente en todos los casos.
Organización como respuesta
Hace casi dos años, las y los trabajadores que nos encontramos en estas condiciones, negados de nuestros derechos y tercerizados nada menos que por el Estado Nacional, comenzamos a reunirnos para ver de qué manera organizarnos y lograr mejorar nuestra situación formando así el colectivo de trabajadores de las orquestas y coros para el bicentenario. La participación en este Colectivo de trabajadores es abierta y en muchos casos, representativa.
En este tiempo nos hemos reunido docentes de las orquestas del conurbano bonaerense (zona donde se concentra la mayor cantidad de orquestas y coros) en diversos lugares públicos para intercambiar opiniones y asesorarnos con abogados y sindicatos. También nos hemos reunido con el equipo de coordinación y el director de políticas socioeducativas, el licenciado Alejandro Garay, sin obtener prácticamente mejora alguna a nuestra situación.
Hemos sido intimados a abandonar nuestra organización como trabajadores y trabajadoras y “apretados” por parte de varios miembros de la coordinación del programa.
Nuestra situación como tercerizados y precarizados es invisible a la sociedad entera, no así el resultado de nuestro trabajo. No sólo por el impacto social y comunitario inmediato, sino por la utilización y mención del Programa y sus alumnos en diversos actos políticos.
Sabemos que hay muchos programas como el nuestro (el plan FINES, conectar igualdad, los CAI y los CAJ), dependientes del mismo sector del ministerio de educación, que están en situaciones similares a las nuestras.
Todos estos programas fueron implementados hace ya años y a pesar del paso del tiempo y la permanencia y crecimiento en cuanto a matrícula de alumnos, sedes y docentes, no se han realizado mejoras sustanciales en lo laboral, lo que nos sigue teniendo tercerizados, facturando y sin los derechos básicos de cualquier docente bonaerense.
Desde el Colectivo creemos que estos Programas y políticas públicas deben afianzarse y profundizarse. Que cada vez debe haber más espacios que fortalezcan y promuevan la inclusión social y la igualdad de derechos. Pero no a costa de sus trabajadores. Porque mejorar las condiciones laborales es un paso fundamental para fortalecer el Programa. No sólo porque la estabilidad laboral y el reconocimiento como docentes son nuestro derecho, sino porque gracias a esta estabilidad podemos preservar la supervivencia del proyecto pedagógico independientemente de las gestiones gubernamentales de turno. Porque nos preocupa su continuidad y crecimiento y sabemos que las orquestas y coros son una apuesta por la educación pública, la inclusión social y la igualdad de derechos.
Queremos que haya cada vez más orquestas y coros, queremos que el Programa crezca y se multiplique. Y queremos ser parte de este crecimiento.
Exigimos que se nos reconozca como docentes con todos los derechos que esto conlleva poniendo en blanco a todos los trabajadores del programa del país.
Colectivo de Trabajadores de las Orquestas y Coros del Bicentenario