La Sala IV de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires anuló el fallo que absolvió en 2018 a los tres imputados por el femicidio de Lucía Pérez y ordenó realizar un nuevo juicio, con perspectiva de género. El análisis de la abogada de la familia y una periodista especializada quienes destacan la resolución que llega tras años de lucha en las calles.
Por Nadia Fink y Laura Salomé Canteros | Foto: Carla Hayet – Octubre 2016
Hace tiempo que los feminismos incidimos de hecho en una reforma judicial, una que lleve perspectiva de género y Derechos Humanos al momento de investigar, acusar y sentenciar a quienes perpetúan el sistema de crueldad, violencias y desigualdad patriarcal que es ya inadmisible.
Ayer, producto de la lucha de años en todo el país y a través del texto de una sentencia esperanzadora, la Sala IV de la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, anuló el fallo del Tribunal Oral 1 de Mar del Plata, que en 2018 había absuelto por unanimidad a los tres imputados por los delitos de abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez; condenando a sólo dos de ellos por delitos vinculados a tenencia y tráfico de estupefacientes. A la vez, la Sala IV ordenó que se realice un nuevo juicio y “con la premura que el caso amerita”.
La sala hizo, de esta manera, lugar al pedido de los querellantes y la fiscalía para anular lo resuelto y para volver a realizar un juicio, con perspectiva de género, contra los imputados: Matías Gabriel Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Alberto Maciel, de haber cometido el femicidio de Lucía Pérez, quien el 8 de octubre de 2016 fue abandonada en el hospital de Playa Serena.
El texto de la sentencia se refiere al sesgo de género para juzgar el femicidio de Lucpia, y afirma que “se construyó un estereotipo de mujer-adolescente, cuyas experiencias previas, sus características y la forma en que ella se comunicaba con el entorno, todo ello le impuso la carga de tener que dar muestras inequívocas de resistencia a un ataque, y ante su ausencia se concluyó que la voluntad de la joven no se encontraba viciada”. Se afirma además que “el razonamiento llevado a cabo por los magistrados no resulta admisible” y advierten que “la persistencia de estos prejuicios en el sistema de administración de justicia penal afecta al derecho de la mujer a un juicio justo y evita la plena aplicación del principio de igualdad entre mujeres y hombres, en tanto impone obstáculos que los hombres no enfrentan”.
“Los tres varones vuelven a estar imputados”
“La sentencia que quedó anulada se dividía en tres hechos y esto es lo que abordó Casación”. Así lo explicó Verónica Heredia, una de las abogadas de la familia Pérez en diálogo con Marcha, “el primero, la venta de estupefacientes de parte de Farías y Offidani, por lo que fueron condenados a 8 años; esto Casación lo deja igual”. Y avanzó, “y el segundo hecho, el que según los jueces, Lucía se había muerto voluntariamente, reflexión por la que quedaron absueltos Farías y Offidani; esto es lo que revoca este fallo de Casación para volver a hacer un juicio con perspectiva de género”.
Por último, explicó Heredia, “los jueces además determinaron que Maciel, imputado por encubrimento, también debe volver a juicio”. Y sintetizó, “en resumen, los tres varones vuelven a estar imputador por drogar, violentar sexualmente y asesinar a Lucía Pérez”.
Para Sol Rodríguez Garnica, periodista especializada en judiciales, la Sala IV de Casación bonaerense, “dictó un fallo acorde a la época en la que vivimos”, ya que “fue una irresponsabilidad del sistema judicial, por un lado, la mala investigación; y por el otro, la nula perspectiva de género que habían tenidos los magistrados durante el juicio, quienes se basaron en cómo era Lucía, su núcleo familiar, amigos y vida íntima; y eso queda evidenciado en este fallo de Casación que dice que los jueces no pueden juzgar más a la víctima que a los acusados y que no pueden basarse en prejuicios de género y estereotipos de comportamientos sexuales; porque quedó demostrado un androcentrismo del derecho. Descartaron el abuso sexual porque era una chica con una personalidad fuerte, con carácter determinado y por ende no vulnerable”.
Para Rodríguez Garnica, “es muy importante que sea así de claro este fallo, porque hay muchos jueces que siguen fallando bajo parámetros de prejuicios, sin tener en cuenta la violencia ejercida contra las mujeres que es el símbolo mas brutal de la desigualdad por cuestiones de género” y porque “un mal funcionamiento del sistema de justicia es una forma de violencia institucional y tmb lo es si no tiene una adecuada atención, la víctima que recurre a ese sistema de justicia”.
Por Lucía, juramos justicia
El 19 de octubre de 2016 hicimos el Primer Paro de mujeres, lesbianas, travestis y trans. Volvíamos del Encuentro en Rosario y habíamos recibido la noticia del femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, en Mar del Plata. La rabia nos unió y nos organizó por ella y a través de ella.
El tratamiento de su historia fue cruel y la señalaba a ella en sus conductas y formas de vida. Aún recordamos como llovía el día del paro, porque fuimos miles gritándole al poder machista, el judicial, el institucional, junto a familias y niñes que llenaban las calles para pedir justicia por Lucía. Por Lucía paramos el mundo. Porque además de salir a las calles, empezamos a hacer saber que no seguiríamos activas en ese sistema.
En diciembre de 2018 recibimos otra noticia atroz, los femicidas habían sido absueltos por falta de mérito y condenados sólo por tenencia y distribución de estupefacientes. Esta vez había sol, pero lloramos como nunca en las calles y en cada lado que habitamos. Porque la Ley Micaela asomaba y el poder judicial miraba de reojo la perspectiva de género necesaria para llevar adelante un fallo justo que sentara precedentes.
Otra vez poníamos cuerpo, carteles, gritas y cantos, para mostrar juntas lo que los jueces querían ocultar. Y lo haremos hasta sentir justicia.