Luego de cinco días de paro por parte de la UTA, los micros de larga distancia comenzaron a normalizar desde la madrugada del martes el servicio de transporte de pasajeros. Las cámaras empresarias amenazan con trasladar el aumento salarial a los boletos.
Tras cinco días de paro sindical de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), en la madrugada del martes comenzó a reestablecerse el servicio de micros de larga distancia en el país.
En estos días de medidas de fuerza pasaron también las denuncias de complicidad entre el sindicato y las empresas por parte del gobierno nacional, el corte de calles en las inmediaciones de la terminal de Retiro realizado por los pasajeros varados y, finalmente, la multa de la CNRT a 130 compañías de transporte por “incumplimiento de servicios y no atención a los usuarios y boletería cerrada”.
El vocero del gremio, Mario Caligari, dio por terminado el conflicto ante la garantía por parte de los Ministerios de Trabajo y de Transporte de que los choferes iban a poder cobrar el aumento salarial del 23% dispuesto por decreto el sábado por la cartera laboral y que las empresas consideraron en un principio “inviable”.
Sin embargo, tanto Mario Goncalvez, Gerente de la Asociación Argentina de Empresas de Automotor, como Gustavo Gaona, vocero de la Cámara empresarial, indicaron que la discusión continúa. Goncalvez afirmó en declaraciones radiales que “los números no nos dan, los costos no cierran”, por más que para “descomprimir” la situación “las negociaciones continuarán con el transporte en funcionamiento”. En la misma sintonía, Gaona expresó que si bien “no cuestionan” el aumento salarial del 23% para los choferes de micros, ellos “no tienen recursos para pagarlo”. En este sentido, remarcó: “la plata no está, la situación sigue siendo la misma, nosotros no vamos a poder otorgar el aumento”, por lo que deslizó la posibilidad de que el mismo sea absorbido a través de un aumento de tarifas.
El periodista Jorge Duarte, experto en cuestiones laborales, dialogó sobre el tema en el programa radial de Radio Sur Con el pie izquierdo, donde desarrolló las particularidades que tiñeron este paro nacional realizado por uno de los gremios más burocráticos y con mejor llegada a las cámaras empresarias a las que tendría que enfrentar. Más allá de la legitimidad del reclamo salarial, señaló que: “lo que queda claro es que este paro tiene connotaciones evidentes en torno de la rentabilidad empresaria”. Para explicarlo recordó que: “el paro se desata porque hace meses que la paritaria está vencida, se dictaron tres conciliaciones obligatorias, las tres que dicta la ley, se venció la última y ahí el gremio está habilitado a tomar medidas de fuerza. Las patronales contentas de esto para así poder visibilizar el conflicto y presionar por más subsidios”.
Para Duarte: “lo que empieza a evidenciar la relación de la UTA y las patronales son las declaraciones de Roberto Fernández, titular del gremio, que dice que el paro sigue porque los empresarios no pueden perder plata o porque la rentabilidad empresaria está en riesgo, y él defiende a los empresarios porque ellos les dan trabajo a sus afiliados”.
Otro dato en el que nos invita a focalizar nuestra mirada es la creciente debilidad del gobierno en estos casos: “lo que queda claro es que al gobierno le está faltando capacidad para dar respuesta a estas situaciones, cosa que antes no le sucedía. Antes levantaba un teléfono y generaba una solución para un conflicto, ahora ya no”.
Por otra parte, expresó que “el tema de subsidios tal cual como viene funcionando desde hace unos años va a tener que encontrar una variante. Así no se puede sostener mucho más, o lo que va a haber que hacer es empezar a generar que las empresas de transporte se sostengan sin la necesidad de los subsidios y que bajen un poco la rentabilidad empresaria, sino van a aumentar los pasajes y se van a ir a las nubes.”
Justamente, el problema de la rentabilidad empresarial es para este periodista un eje nodal del debate, pues: “si uno mira la rentabilidad que tuvieron los empresarios en la última década está muy por encima de la de los noventa, de hecho la duplica, y creo que esa es la discusión que hay que dar. Si nos plantamos en otro lugar le estamos errando”, mucho más si tenemos en cuenta que “no está en la voluntad política del gobierno un transporte estatal de micros de larga distancia, y en el medio tenemos un sistema ferroviario devastado que no puede dar solución al transporte de pasajeros a las provincias”.