Por Redacción Marcha / Foto por Oscar Alerta
El viernes pasado, 25 personas en situación de prostitución fueron detenidas y requisadas por la policía bonaerense en La Plata. Una repetición en la que la transfobia, la xenofobia y el avasallamiento de derechos se traduce en procedimientos ilegales y persecución a mujeres trans y travestis migrantes.
El viernes pasado en horas de la noche más de una docena de efectivos varones de la policía bonaerense realizaron un operativo en la llamada zona roja de La Plata. Y en un ya continuo atropello de derechos requisaron y detuvieron a veinticinco travestis y mujeres trans migrantes, que se encontraban en las cercanías de las calles 1 y 64.
“Nos hicieron arrodillar, eran todos hombres. Nos desnudaron a todas en plena vía pública bajo insultos y amenazas”, eran los testimonios de quienes padecieron las violencias racistas y machistas de los integrantes de la Comisaría 9, tristemente célebre por ser la dependencia represiva donde fue torturado hasta morir Miguel Bru en agosto de 1993.
Como resultado, nueve mujeres trans quedaron detenidas. Y a las cinco que ya fueron liberadas se les armó una causa y quedaron imputadas, pero cuatro de ellas continúan detenidas bajo la carátula de “tenencia de estupefacientes”.
Organizar el repudio
La ilegalidad de los procedimientos y la persecución que sufren las travestis es constante. Las requisas son en la calle como forma de vejación pública, y la estigmatización tiene más que ver con una política migratoria y de criminalización de la pobreza que con la lucha contra el delito o el narcotráfico, ya que a quienes persiguen, detienen y judicializan es a quienes acusan de ser el eslabón más débil de la cadena del delito, mujeres, travestis y mujeres trans migrantes, quienes se encuentran en mayor porcentaje privadas de su libertad -y en su mayoría sin condena firme- poblando las unidades penitenciarias bonaerenses y de todo el país.
Desde OTRANS y el Frente de Organizaciones TLGB de La Plata, Berisso y Ensenada denunciaron públicamente y repudiaron a través de un comunicado conjunto “las requisas y detenciones ilegales que sufrieron 25 compañeras trans lo cual vulnera todos sus derechos” el pasado viernes 2 de septiembre.
Y afirmaron que rápidamente presentaron un hábeas corpus preventivo en el Juzgado de Garantías 1 a cargo de Guillermo Atencio, funcionario que en marzo pasado reconoció la existencia de “detenciones arbitrarias en un contexto de abuso policial contra las mujeres trans y travestis (…) de perfilamiento discriminatorio”.
“Lo que es ilegal es el modo cómo llevan adelante las detenciones arbitrarias, sin ninguna orden de un juez, tampoco sin una investigación previa”, sostuvieron desde la declaración conjunta. Hablaron de una “cacería de brujas”, ya que “detienen y violentan a todas” de forma sistemática, “hace tres semanas vivimos la misma situación, detuvieron a cuatro compañeras, una de ellas aún está privada de su libertad”. Y comunicaron además que el miércoles 31 de agosto hubo una redada donde un grupo de policías disparó con balas de goma sobre travestis y mujeres trans en la calle 1 de 64 a 66.
“Todas las detenidas son migrantes”, informan en relación a la “razzia” que realizó la policía bonaerense el pasado viernes 2, y agregan, “esto responde a una línea clara del gobierno nacional -que acaba de crear el Centro de Detenciones para Migrantes- que dice que va a perseguir a lxs migrantes, una política de fronteras cerradas, que lejos de combatir el narcotráfico, usa de pantalla a las compañeras trans/ migrantes para criminalizar”.
Una persecución que se repite en La Plata
La negación de derechos, la transfobia, la persecución de fuerzas represivas e instituciones que perpetúan violencias machistas, el intento recurrente de criminalización tras el armado de causas por delitos menores y/o asociados con la venta de drogas, la invisibilización de los cuerpos y las identidades, la violencia simbólica que se ejerce a través de los medios hegemónicos y la discriminación hacia las personas migrantes, no dejan de ser caras de la misma situación que vulnera derechos de travestis y mujeres trans.
En marzo de este año advertimos sobre la situación de persecución política, policial y judicial en La Plata, ocasión en que las travestis de la zona levantaron la voz y comenzaron a denunciar el recrudecimiento de la violencia de efectivos policiales sobre sus cuerpos en las “razzias” que se suceden noche tras noche.
“La represión es a palos, ni siquiera te hablan ni nada, te pegan directamente. Se bajan del patrullero y nos corren a palazos”, relató una travesti que denunció que el pasado 12 de marzo a la madrugada “me llamaron las chicas comentándome que las estaban sacando de la esquina a los golpes”.
Además de la creciente violencia y represión, también visibilizamos que existe la intención política de reflotar un proyecto del Concejo Deliberante de trasladar la zona roja hacia el corazón del mítico bosque platense. Y que esa fantasía de resolución para lo compleja que es la situación de subsistencia y condición de vida para las travestis y las mujeres trans migrantes es un eufemismo para justificar las razzias y los operativos policiales que, en general, culminan tras el amedrentamiento e intento de disciplinamiento que producen las detenciones ilegales.
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