Por Lea Ross / Foto por Julieta Lopresto
Expectativas a partir de la posibilidad de que la multinacional se retiraría de la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.
Todo el mundo quedó expectante en estas dos últimas semanas a partir de la posible retirada de Monsanto en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Este conflicto, que comenzó en 2012, se inició con el anunció de la llegada de la empresa para instalar la fábrica procesadora de semillas de maíz más grande del continente. A partir de allí, vecinos de la zona y organizaciones sociales han dado pelea para que cancele las obras. Hoy existe la especulación de que la compañía se habría dejado torcer el brazo.
“No tenemos confirmación oficial. Monsanto no se ha ido. Y el bloqueo continúa”, sentenció Elia Leiria, una de las vecinas y activistas de Malvinas Argentinas.
La fábrica tenía la pauta de ponerse en marcha en el año 2014. Sin embargo, las obras fueron frenadas con el bloqueo que iniciaron vecinos, vecinas y activistas a partir de septiembre de 2013. En enero de 2014, un fallo judicial de la cámara laboral declaró inconstitucionales todos los permisos obtenidos por la empresa para realizar obras. En febrero de ese año, fue rechazado su estudio de impacto ambiental. Finalmente, en agosto tuvo un frustrado intento de redactar un segundo estudio, en colaboración con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Córdoba, que fue frenada por las organizaciones estudiantiles.
Imputados
A fines del mes de julio, Monsanto recibió un fuerte coletazo a partir de la imputación por orden de la fiscalía anticorrupción de la provincia, contra quince funcionarios públicos que colaboraron en la instalación de la compañía. Se los acusa de abuso de autoridad al habilitarla en terrenos donde la ley de uso de suelo provincial solo habilita para actividades agropecuarias no contaminantes. Entre ellos, figuran el ex intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani, el ex secretario de ambiente provincial, Luis Bocco, todos los que integraron el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas en ese entonces, entre otros.
“Lo celebramos como parte de la victoria de toda esta lucha que veníamos dando durante todos estos años. Y es una muestra cabal de que el pueblo organizado logra sus victorias, sus triunfos y por ese motivo nos merecemos celebrar”, formuló Vanina Barboza Vaca, quien también ha estado desde los comienzos del conflicto.
¿Se va?
El lunes primero de agosto, se presentaron empleados de una famosa constructora, donde avisaron a los integrantes del bloqueo que estaban inspeccionando el predio, ya que aseguraban que Monsanto tenía intenciones de trasladar los elementos metálicos del interior para transferirlos a la otra planta que tiene instalado en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires. En un principio, salió una versión que se empezaba a retirar los elementos, pero fue desmentido por los militantes de la zona.
El miércoles 3 de agosto, el periodista Patricio Eleisegui anuncio desde su cuenta de Facebook el retiro de Monsanto en Malvinas Argentinas. Esto es en base a una entrevista que le realizó a una fuente anónima desde adentro de la compañía, donde le aseguró que se planeaba vender el predio por la baja rentabilidad del negocio del maíz. La nota se publicó en i-Profesional, el portal de noticias empresariales de InfoBae. Ese fue el disparador en las redes sociales, donde se anunciaba que Monsanto se estaba yendo de Córdoba.
En los medios de comunicación, distintos funcionarios públicos aseguraron no tener novedades desde ese entonces. El actual secretario de ambiente provincial de Córdoba, Javier Britch, aseguró que desde que asumió su cargo (finales de 2015), Monsanto nunca se presentó a sus oficinas. Mientras que desde la intendencia de Malvinas aclararon que tampoco recibieron novedades oficiales al respecto.
El jueves 4 de agosto, el vocero de la empresa Monsanto, Adrián Villaplana, aseguró al diario La Voz del Interior que “No existe ninguna determinación nueva adoptada”, al desmentir que se haya tomado la decisión de vender el predio. Pero no aclaró si era verdad o no que lo tienen planificado o estudiado.
Desde la prensa, existe desde diciembre del año pasado el rumor de que Monsanto tiene las intenciones de retirarse de la localidad cordobesa.
Finalmente, el miércoles pasado, presentaron ante el municipio malvinense un reclamo administrativo para exigirle a la intendenta que erradique la planta del lugar. “Esa resolución del fiscal (de imputar a quince funcionarios) acaba de sellar la suerte de Monsanto. Hoy, la empresa se ha quedado sin argumentos jurídicos para seguir llevando adelante este proyecto. Porque evidentemente el fiscal ha entendido que esa planta no se puede construir”, señaló el abogado patrocinante Darío Ávila. “Esperemos que este petitorio pueda ser escuchado por la intendenta (Silvina González). Y que de una vez por todas, se le pueda poner punto final a todo este conflicto”, sentenció Vanesa Sartori, concejal opositora y participe de la lucha contra Monsanto desde el comienzo, según un audio del portal ECOS Córdoba.
Mientras tanto, el bloqueo continuará funcionando como casi tres años en la vera de la ruta provincial A-188. Hasta que quiten “el último tornillo”, como dicen ellos y ellas.