Por Gabriel Casas
Después del ajustado triunfo de la Selección Argentina contra Ecuador, y mientras seguimos esperando que Messi se recupere, proyectamos un equipo ideal. Con Javier Pastore como titular indiscutido en este esquema del Tata Martino.
Si hay algo para destacar de estos triunfos de la Selección Argentina en su mini gira por un frío Estados Unidos es que Javier Pastore confirmó que su fútbol es absolutamente necesario entre los titulares para la próxima Copa América que se jugará en Chile en sólo unos meses. Es que El Flaco, vestido de enlace ante Ecuador, juega con otra categoría. Tiene talento y prestancia. Y encima, llega al gol con asiduidad.
Sin Lío Messi, era una buena prueba ver cómo se las arreglaba Martino para armar un equipo interesante en ofensiva. En el primer partido puso cuatro atacantes, pero El Salvador no puede ser medida. Ante Ecuador ya no. Federico Mancuello no es delantero y Ángel Di María tampoco no es que sea un wing a la antigua. Para ver el 4–3–3 que sueña Martino en su ideal, habrá que esperar por Messi nomás.
Y el plus que da Pastore es que habla el mismo idioma que Lío. Cuando se junten en paredes en velocidad serán letales para los rivales. Es la nueva sociedad a la que debería apostar El Tata. Pastore puede ser ser el Iniesta de la Selección para Messi. Por suerte, parece que el entrenador va en esa dirección.
Lo que no termina de cerrar en este sistema es cómo (o dónde) encaja Carlos Tévez, y parece que el mismo jugador lo siente. Es que Tevez no tiene feeling futbolero con Messi, por más que ambos lo desmientan. El Apache es estrella en la Juventus y acá es uno más para Martino. Debe pelear el puesto y lo viene corriendo de atrás, algo casi nuevo en su carrera. Aguero e Higuaín -también astros en sus clubes- ya demostraron que entienden quién es el único mesías en la Selección.
Las intenciones de Martino son mucho más sanas de lo que eran las de 01Sabella. Es notorio que vienen de escuelas diferentes. Pachorra apostó al obsesivo equilibrio en el Mundial cuando lo mejor de su ciclo se había visto en el desequilibrio de Messi, Aguero, Higuaín y Di María juntos. Martino quiere recuperar a un enganche más tradicional y sumarle tres atacantes tremendos. Si lo logra, la identidad de juego estará garantizada.