Por Laura Salomé Canteros*
Entrevistamos a Julieta Antúnez Ríos, quien fuera en abril pasado candidata por el Frente para la Victoria a concejala del municipio de Maipú, en Mendoza, sobre participación y representación política trans. Su recorrido personal y político, los ámbitos que intentaron excluirla e invisibilizarla, los desafíos y la importancia de incidir para democratizar los espacios partidarios en alianza con los feminismos, el movimiento de mujeres y el GLTTB. La batalla cultural y el trabajo con la juventud.
“Julieta es una persona que vivió disfrazada gran parte de su vida y que recién ahora va a cumplir sus segundos 15 años”. De esta forma, y porque lo personal es político, comienza Julieta Antúnez Ríos su diálogo con COMUNICAR IGUALDAD, “los primeros fueron con una mirada que pesaba fuertemente sobre mí, sobre mi cuerpo, mis deseos, mi sentir”. Relató que fue expulsada de algunas universidades –las mismas que hoy la llaman para disertar sobre las cuestiones trans– y que las discriminaciones y violencias de las instituciones educativas en Mendoza la llevaron a estudiar su carrera de enfermera como varón para poder insertarse laboralmente. Pero la política la empoderó de una forma imparable.
”Una vez efectiva, me presenté como candidata a delegada sindical, gané las elecciones, y una vez que tenía ciertos fueros empecé fuertemente con el activismo, por allá, por el 2010, cuando comenzábamos a plantear la discusión social del matrimonio igualitario. Después de este arduo debate y la aprobación de esta ley, que nos da la plataforma y el marco legal para avanzar en más derechos, viene La Ley de Identidad de Género y ahí es cuando más firmemente sale la imagen de Julieta de lo clandestino, de lo privado, y se expone socialmente”, rememoró emocionada.
El 12 de abril se realizaron las elecciones PASO y el 14 de junio las generales en el municipio de Maipú, Mendoza, donde Julieta Antúnez Ríos fue candidata a concejala por el Frente para la Victoria. Si bien no llegó a ocupar el cargo electivo, relata que estar en la boleta le sirvió para obtener el reconocimiento de sus pares y de la sociedad toda como política.
-¿Qué te llevó a participar de la política partidaria?
El ámbito gremial fue muy duro y el machismo que hay prácticamente me excluye de la participación política. Después de la aprobación de estas leyes (Matrimonio Igualitario e Identidad de Género) me doy cuenta que el mapa político de la Argentina cambia su rumbo, debemos plantearnos un nuevo paradigma que es el voltear los estereotipos prefijados que condenan, criminalizan y excluyen el diferente sentir o el diferente pensar. A partir de allí, considero que la política debe discutirse desde dentro, no sólo participando como mera militante sino también como representante de algún sector, o de la sociedad más progresista, que continúa luchando por la restitución de derechos.
-¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuviste que vencer para llegar a ser candidata?
El principal obstáculo es la batalla cultural. Si bien las leyes otorgan una protección y un reconocimiento, el cambio cultural viene más lento y es aquí donde hay que voltear todo estereotipo prefijado, impuesto por la iglesia como si fuéramos pecado, por la medicina como si fuéramos enfermedad y por los sectores políticos como si fuéramos delito. Especialmente, en las provincias más conservadoras; y Mendoza es una de ellas, que por culpa de los fundamentalismos y del heteropatriarcado religioso, excluye, no sólo a los sectores de la diversidad sino también a las mujeres y a todos los sectores que históricamente han sido excluidos de la participación política y de las mesas de gestión donde se toman decisiones. La juventud hoy asume la política como un motor de cambio y es ahí donde tenemos que ingresar, a sectores que se resisten a las opiniones más jóvenes, o más progresistas, o de las mujeres.
-¿Cuáles son los avances en materia de participación/ representación política de las personas trans?
El avance que hemos tenido es la restitución de derechos del colectivo trans. Hoy somos sujetas de derechos como cualquier ciudadanx de la nación argentina. Si bien esto se ha visto en casi todas las listas, tenemos que seguir empoderándonos en derechos como la salud, el trabajo, el acceso a la educación, que siempre se nos negó, como también se nos negó, en estas provincias más conservadoras, el espacio público, de donde siempre fuimos excluidas o podíamos estar siempre de noche. Hoy estamos de día, nos mostramos, y de a poco vamos obteniendo el reconocimiento político de toda una sociedad.
Los temas y proyectos prioritarios a instalar en la política partidaria
“Lo primero que hay que hacer es democratizar los espacios partidarios”, sostuvo Julieta en tono de reflexión. La activista, militante e integrante del Movimiento 15 de Julio de Mendoza cree que “haciendo tomar conciencia a los sectores más ortodoxos de la importancia de la participación, de nuestras opiniones, y demostrando la madurez política que las mujeres estamos teniendo en los espacios de poder”, se puede lograr la tan ansiada participación y representación de las temáticas y la agenda de demandas y prioridades trans en la política partidaria.
Relata que trabaja en “bajar el reconocimiento de derechos a los estados provinciales y municipales”, ya que “algunos lugares siguen siendo criminalizadores de las identidades y de los deseos” y que impulsa proyectos de “inserción y equidad laboral, la derogación de los artículos discriminatorios de un código de faltas que todavía rige en Mendoza y que fueron elaborados en la década del ´70 y que criminalizan y vulneran a las compañeras en situación de prostitución”.
Además comenta que “en Mendoza seguimos luchando por la implementación del protocolo de salud a personas trans. Si bien hemos avanzado, todavía la salud de las compañeras se ve dañada, tienen un promedio de vida de 40 años, adecuan sus cuerpos con sustancias tóxicas, todo porque no está todavía implementada la atención para este colectivo”.
Julieta además lucha por la implementación del protocolo de abortos no punibles en los hospitales públicos; nos lo cuenta pero vuelve a poner el acento en la importancia de la participación y la representación políticas, “acá en Mendoza y en lo partidario he dado una fuerte batalla por lo que es la paridad en listas de cargos electivos”, e informa, “en el organigrama gubernamental solamente dos mujeres ocupan cargos ministeriales y las demás compañeras, que tienen una excelente capacidad de conducir, están en terceras o cuartas líneas”.
Las alianzas estratégicas y de sororidad
-¿Cómo es tu alianza desde la política partidaria con los feminismos, el movimiento de mujeres y el colectivo lgtb?
Nuestro colectivo, el de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, y transexuales, siempre, históricamente, ha sido respaldado por el feminismo. Hoy tenemos que ver a la diversidad en forma transversal a todos los espacios y sectores, no sólo con los movimientos de mujeres sino también con los movimientos políticos, sociales, ambientales, religiosos, etc. Las mujeres entienden la política de forma muy enriquecedora y los sectores partidarios se lo están perdiendo. Hoy todas y todos podemos hablar y discutir política y tenemos que dar esa discusión en las mesas de poder. Ya no sólo la voz masculina es la voz autorizada para tomar decisiones sino que las mujeres de a poco estamos tomando coraje y participación en política.
*Nota originalmente publicada en Comunicar Igualdad