Por Silvana Iovanna Caissón. En 2009 las y los trabajadores del subte eligieron, mediante un plebiscito, organizarse en un sindicato autónomo. Cinco años después, 2 mil afiliados pelean contra la burocracia sindical. Hoy paran en reclamo del reconocimiento gremial para la AGTSyP.
El viernes por la mañana los trabajadores y trabajadoras del subte afiliados a AGTSyP fueron avisados de que la reunión de ayer lunes en el Ministerio de Trabajo en la que se suponía que iban a defender su personería gremial, la Compulsa, fue suspendida. La disputa no es menor. La personería gremial es el punto central en el cual una organización puede discutir y defender los intereses colectivos del colectivo de trabajadores. Por eso anunciaron para hoy un paro escalonado en reclamo de sus derechos de organización.
Por eso, pese al fin de año y la navidad, la bronca no se hizo esperar. Años de batalla para que el trámite de reconocimiento del sindicato de los trabajadores del subte vuelva a ser trabado por una denuncia o apelación de la UTA (Unión Tranviarios Automotor). Las excusas se multiplican pero el epicentro de la cuestión es siempre la misma: la UTA recauda millones de pesos al año por la cantidad de afiliados que tiene el subte –sin contar los afiliados a nivel nacional ya que nuclea principalmente a colectiveros y tranviarios de todo el país.
“Ellos la frenan porque es un negocio. Son millones todos los meses. El subterráneo, a la UTA, le implica millones y millones de pesos, sobre todo cuando hacen estos arreglos a la baja. Nada es gratuito. Siempre hay prebendas económicas. Por ejemplo, contamos en la conferencia de prensa que la UTA arregló más temprano con la empresa SBASE que el bono de fin de año en realidad sea parte de un adelanto del aumento de sueldo de marzo. Con lo que se les estaría descontando esto en marzo a los compañeros. ¿Cuál es el bono de fin de año entonces? Y eso es un arreglo que hacen ellos por sobre los derechos de los trabajadores. Esto genera a indignación de los trabajadores. Y las patronales se aprovechan de esta ventaja que tiene la UTA con la personería gremial”, explicó Roberto Pianelli, titular de la AGTSyP para Marcha.
El reconocimiento del sindicato según la ley argentina es un trámite bastante engorroso. En el ámbito privado, las y los trabajadores no pueden ser representados por varios sindicatos, a diferencia de lo que sucede en el ámbito estatal, donde conviven varias personerías gremiales. De modo que, para las y lo trabajadores del Subterráneo opositores a la UTA, el único mecanismo que existe para disputar la personería es entonces la Compulsa.
De esta manera, para que en el ámbito privado sea posible disputar una personería gremial, la única herramienta con la que se cuenta es con los afiliados. Eso sí, afiliados aportantes. En el caso de la AGTSyP, una vez tramitada una personería jurídica (la de la Asociación gremial, que no es la de un gremio), tuvo que empezar a cobrar el aporte económico por afiliado pero a través del servicio bancario pues la emisión de bonos tampoco es una herramienta válida para el Ministerio de Trabajo. Situación que pone en gran desventaja a las organizaciones nuevas pues, frente a los monstruos de la burocracia sindical que ya cuentan con un aparato administrativo y financiero, la participación de los afiliados se traduce al acopio de números y papeles. “Esto ya nos deja en desventaja en esto de la Compulsa porque un sindicato reconocido hace directamente los descuentos de los sueldos de los compañeros, y en este caso lo hace la empresa Metrovías. A pesar de las dificultades nosotros cumplimos, hicimos el pedido de Compulsa en el que se coteja quién tiene más afiliados y por ende la representación colectiva corresponde al que más afiliados tiene”, explicó Pianelli.
Y agregó que los mecanismos que utiliza la UTA para frenarles el trámite de la personería son erróneos ya que “apela y dice que no está bien el trámite, que no le informaron ‘x’ cosa. Empieza a meter recursos y, si bien el Ministerio los rechazó uno por uno, esto implica todo un trámite engorroso que lo que hace es demorarnos, frenarnos el trámite. Está mal, porque los recursos se presentan cuando ya está dictaminado el resultado de la Compulsa. Pero ellos lo hacen antes de que termine el trámite para que el Ministerio lo eleve a la Justicia y recién ahí vuelva y se nos frene el trámite. Hablamos con el ministro de Trabajo (de Nación, Carlos) Tomada, y le pedimos que directamente lo rechacen ellos, que no lo manden a la Justicia porque es dilatante. Ese es el litigio que hoy tenemos planteado”.
Por suerte, los años de militancia y batalla campal en el subterráneo dieron como resultado un número de afiliados mayor para la AGTSyP; uno de los pocos sindicatos no formalizados que cuenta con un Cuerpo de Delegados conformado por 51 miembros titulares y 33 suplentes, trabajadores de Metrovías, y otros dos titulares y un suplente de la tercerizada CAF.
La lucha por un sindicato único para los trabajadores del subte ya tiene aproximadamente diez años. Y si bien en 2010 se les otorgó el reconocimiento gremial y una personería jurídica, esto no garantiza el camino hacia la personería gremial con la cual disputar y negociar paritarias y condiciones laborales directamente con la empresa.
La batalla es también cultural e ideológica. Lo que se desarrolló en el subte es esta identidad del ser trabajador del subterráneo. No trabajador de una línea de colectivos, no trabajador de un micro de larga distancia. En todos estos años este acercamiento entre subterráneos les permitió dar la pelea contra la empresa, contra el Estado, contra la patronal. “Los niveles de conflictividad que se generaron fueron contra todo esto. Y la UTA también atenta contra eso porque no le conviene tener laburantes que piensen, que se organicen, que reclamen por fuera de lo que hacen las grandes dirigencias sindicales. La gran discusión es cuándo un trabajador pasa de ser un sujeto que decide y defiende su propio destino. Y eso es lo que ellos detestan”, recordó Pianelli.
¿Por qué parar el subte cuando el conflicto es “netamente gremial”?
En este marco, los miembros de AGTSyP anunciaron otra medida de fuerza para hoy martes. El servicio será interrumpido de manera escalonada en bloque de dos a tres horas por línea. El paro es la única opción que estos trabajadores tienen.
“El tema es cuáles son las alternativas de protesta que a vos te quedan cuando te generan conflictos como los que vimos hoy. Nosotros fuimos bastante originales con las medidas de fuerza. La más simpática que todo el mundo apoyó fue la que decidimos liberar los molinetes o pegar carteles para que la gente se entere pero qué pasó. El Gobierno de la Ciudad se encargó de que no podamos hacer más ese tipo de protestas. En la última apertura de molinetes que hicimos, el Gobierno de la Ciudad con Metrovías, vinieron, nos sacaron fotos, utilizaron las cámaras de la empresa para mirar quiénes levantaban los molinetes, y nos generaron contravenciones. ¿Qué son las contravenciones? Es como si pasáramos un semáforo en rojo. Esto se determina en un Juzgado. Y nos cobraron multas de hasta 37mil pesos por compañero. Lo mismo que por pegar carteles en los túneles del subte”, planteó Pianelli.
Esto tiene un sólo objetivo, que es cercar las medidas de protesta. Sólo queda así el derecho inalienable a la huelga, y por eso paralizar el servicio. Pero a organización del paro escalonado intenta afectar lo menos posible a los usuarios.
“Sabemos que igual afecta al usuario. Más al 23 de diciembre. Pero por eso nos lo hacen a nosotros en esta fecha. Pedimos disculpas, se lo explicamos a la gente de esta forma. Pero no nos dejan otra opción de medida de protesta”, concluyó el Secretario general de AGTSyP.
Par mantener informados a los usuarios, las y los Metrodelegados actualizan permanentemente su sitio web http://www.metrodelegados.com.ar/ donde pueden consultar sus posicionamientos y próximos pasos.