Por Colombia Informa*, especial para Marcha. Análisis y perspectivas del panorama político que se abre en el país luego de las elecciones legislativas del domingo pasado. Una agenda marcada por los cercanos comicios presidenciales, los Diálogos de Paz y las protestas sociales siempre latentes.
La división entre la derecha uribista y la derecha en el gobierno ofrece, para el panorama electoral en Colombia, oportunidades de visibilidad a una izquierda que no las termina de aprovechar porque también se encuentra dividida. Aún así, las elecciones legislativas del pasado domingo beneficiaron tanto a miembros de la parapolítica como a importantes dirigentes de derechos humanos y campesinos que ahora contarán con bancas en el Parlamento, en un año que tendrá, además, elecciones presidenciales, fuertes movilizaciones sociales y avances en la agenda de Paz.
Por derecha…
Entre el presidente Juan Manuel Santos y el ex mandatario Álvaro Uribe se ha mantenido una rivalidad que atraviesa el tema de la Paz, lo que ha llevado al ex Jefe de Estado a autodenominarse en “oposición” al actual gobierno. Esto impulsó a Uribe a crear su propio movimiento político y su participación como cabeza de lista al Senado de la República. Lo cual supuso una disputa de quién ganaría la mayoría en el Congreso.
Ambas fuerzas representadas en el Partido de la U, fiel a Santos, y el Centro Democrático (CD) construido por Uribe, se midieron en un “cabeza a cabeza” que ganó finalmente la U al alcanzar el 15,58% de la votación al Senado de la República, lo cual le significan 21 curules en esta cámara. El CD obtuvo un segundo lugar con el 14,29%, que le dan 19 curules.
Así las cosas, el pulso lo ganó el partido del presidente Santos. Sin embargo, es muy significativo que el ex mandatario Uribe haya logrado volver a un ejercicio político dadas las investigaciones que tiene en su contra y el rechazo expresado en todas las manifestaciones públicas que realizó en campaña. Su movimiento político tiene serias y comprobadas relaciones con el paramilitarismo y la mafia. Así lo informó la Misión de Observación Electoral (MOE), que reveló que en el partido de Uribe, el 4 % de sus miembros son herederos de la parapolítica, al tener relaciones o algún familiar que haya estado involucrado en relaciones con los paramilitares.
Al CD no puede atribuírsele un fracaso, pero tampoco tuvo un gran éxito político, dada la mencionada mayoría del Congreso, que sigue siendo santista. El profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia, Andrés Felipe Parra, publicó un análisis en el que plantea que si se suma la mayoría liberal en la Cámara de Representantes, “en donde la lista uribista ocupa un modesto quinto puesto”, entonces “gritar a los cuatro vientos un triunfo de Uribe es olvidar que el Congreso colombiano es bicameral”.
Y por izquierda
Para la izquierda, representada básicamente en el Polo Democrático Alternativo (PDA) y la Unión Patriótica (UP), los resultados no son precisamente una debacle. La reducción de curules en el Polo, que pasó de 8 a 5, debe verse también a la luz de la coyuntura interna que este partido afrontó durante los últimos dos años, en la que varias agrupaciones políticas salieron de su seno y conformaron otros movimientos. El Polo que hay ahora y que llegó al Senado no es el mismo de hace cuatro años. El PDA ahora se presenta como más de izquierda y cohesionado. Por el contrario, superar dicha crisis interna y alcanzar cinco curules puede ser una muestra de recomposición y fortalecimiento. A esto hay que sumarle los tres curules de la Cámara de Representantes y que Jorge Robledo fue el senador más votado de todas las listas. El total de votación del Polo en el Senado fue de 541.145 votos, de los cuales Robledo aportó 191.910 votos.
Otros sectores más de centro izquierda que se agruparon en la Alianza Verde (AV), alcanzaron el mismo número de curules que el PDA. El problema de esta agrupación es su eclecticismo político. “Los verdes no tienen una unidad programática que condiciona su participación en las elecciones sino que es todo lo contrario: los resultados electorales condicionan sus contenidos programáticos. Los Verdes son una tierra de nadie en donde las fuerzas políticas del país tratan de colocar sus fichas, como Navarro Wolf o Enrique Peñalosa”, escribe Felipe Parra.
El derrotero de la izquierda sigue siendo su posibilidad de unidad. Sumando la cantidad de votos de ambas agrupaciones, habrían aumentado un par de curules y se podría dar por sentado un bloque opositor. Este tema sigue siendo gelatinoso, aunque por la conformación de quienes alcanzaron curules, se podría pensar que hay temas que serán de unidad entre los congresistas del Polo y al menos algunos de la Alianza Verde.
Como particularidades, es positiva la llegada de Jesús Alberto Castilla a la fila de congresistas del PDA. Según el análisis de Parra, “puede poner nuevas cartas sobre la mesa que ayuden a desoxidar el escenario de una izquierda que se debate entre un apoyo al Proceso de Paz que es complaciente con Santos y una postura de oposición que, si bien es necesaria, a veces se vuelve intransigente y testaruda, impidiendo la unidad. Alberto Castilla proviene del movimiento social, del Congreso de los Pueblos, que ha construido una concepción de la paz que permite superar el debate entre unos que creen que la paz es apoyar a Santos y otros que piensan que oponerse a Santos es relegar el proceso de paz a una instancia inferior”.
Tras los comicios, en el departamento de Antioquia la izquierda recuperó una curul en la Cámara de Representantes con el artista, gestor cultural y ex candidato a la Gobernación, Rodrigo Saldarriaga, quien logró una votación de 21.723 sufragios, representado en 1,9% del total de votos, según cifras aportadas por la Registraduría. Saldarriaga es parte del PDA que como partido obtuvo 11.077 votos para la Cámara.
Por su parte, la votación la puntea el CD con 350.996 a la Cámara, con lo que logró dos puestos: Santiago Valencia, hijo de Fabio Valencia Cossio -reconocido por su estrecha relación con Álvaro Uribe Vélez- y Federico Hoyos.
El tono negativo en la participación del Polo fue la perdida de la curul del Representante a la Cámara por el Valle, Wilson Arias, con una votación superior incluso a la de algunos senadores y duplicando a otros representantes a la Cámara con 24.168 votos propios de los 48.852 del PDA en ese departamento. La no presencia de Arias es sensible por su agudo debate y denuncia sobre el manejo de las tierras baldías y su fuerte relación con el movimiento social.
La composición que logra el Polo Democrático Alternativo supone un buen frente de discusión y debate ante la derecha en sus dos facciones, puesto que tanto Iván Cepeda, como Alexander López han sido probados y acérrimos opositores. Y estos se encontrarán con los ya mencionados Robledo y Alberto Castilla.
* Agencia de Comunicación de los Pueblos Colombia Informa www.colombiainforma.info