Por Manuel Perez Berro– La Revancha.
En continuidad con las entrevistas a precandidatos porteños, es el turno de Itai Hagman, que se presentará como legislador por Camino Popular. “Se construyeron millones de metros cuadrados, pero la vivienda es menos accesible”, afirmó.
¿Cómo analizás la actualidad del espacio político que representás y cómo llegan a estas elecciones?
Formamos Camino Popular hace dos años y venimos con un proceso de crecimiento en nuestra militancia con agrupaciones que se sumaron, y con figuras como Patricia Walsh, que va a acompañar en la fórmula a Claudio Lozano. Sentimos que nuestro espacio creció y tenemos la expectativa de que el 26 de abril en las PASO vamos a poder no sólo superar el piso de las primarias, sino disputar un cuarto espacio. Hoy tenemos tres grandes bloques que son el PRO, ECO y el Frente Para la Victoria (FPV). Hay una ausencia de un cuarto espacio que pueda representar de manera más consecuente los intereses de los sectores populares en la Ciudad de Buenos Aires con una propuesta de gobierno y con bancas en la legislatura porteña.
En un comienzo ustedes llamaron a unas PASO del campo popular, es decir un acuerdo entre las diferentes fuerzas que van desde el FIT hasta el Movimiento Evita, ¿por qué no se pudo dar ese acercamiento?
Creemos que una propuesta de esa naturaleza, en caso de que se hubiese concretado, colocaría a las organizaciones populares mucho más cerca de la discusión de los espacios más grandes. La fragmentación es dañina para los intereses de los sectores populares. No se pudo lograr esa unidad porque hay una cultura de fragmentación, de mucha mezquindad y sectarismo en la izquierda argentina, donde no se ubican los acuerdos sobre las diferencias. Esa propuesta tenía sentido si había una unidad amplia que permitiera pelear por ser una alternativa importante en la Ciudad. De todas maneras, hubo algunos desprendimientos del UNEN, pero muy poco antes de las elecciones. No hubo tiempo para procesar una discusión a fondo. Si bien no se dio esa unidad, la propuesta de Camino Popular incorporó muchas agrupaciones y sectores que venían de otras experiencias. Esto se refleja en nuestras listas de comuneros. Tenemos muchos candidatos a comuneros que son referentes de agrupaciones sociales y populares de la Ciudad de Buenos Aires y vienen de otras experiencias políticas. Fundamentalmente varios comuneros ingresaron por Proyecto Sur en el 2011 como Basilio Sioutis en la comuna 12 o Martín Iommi en la comuna 6. Entonces lo que pudimos agrupar en Camino Popular es algo importante, aunque para el futuro quede el desafío de construir una unidad más amplia.
Vienen presentándose con sectores de centro izquierda y empezaron a denominar el espacio como izquierda popular. ¿Cómo se trabaja con estos sectores sin perder la perspectiva transformadora que ustedes promueven?
El concepto de centro izquierda amerita un debate. Si lo definimos como propuestas que tienen que ver con reformar el sistema sin apostar a transformaciones de fondo, esa definición valdría para otros espacios y no para los que conforman Camino Popular. Hay un debate en la izquierda argentina entre construir un movimiento que pueda ser una alternativa de gobierno con aquellas fuerzas que tengan una determinada tradición –como el FIT–, o si hay que construir un espacio que logre integrar distintas tradiciones políticas con gente que viene de diferentes izquierdas, del peronismo o de experiencias progresistas. Nosotros pensamos que para cambiar la realidad hay que construir movimientos, fuerzas políticas y sociales que puedan integrar diferentes tradiciones. La propia experiencia histórica argentina y la realidad actual latinoamericana y mundial avalan eso. Si uno mira el caso de Venezuela o de Bolivia, o incluso lo que sucede en España con Podemos o Syriza en Grecia, todas tienen esa característica; logran articular diferentes tradiciones políticas en un mismo proyecto por fuera de las estructuras tradicionales. Nuestro límite son las estructuras tradicionales. En el caso del FPV, el Partido Justicialista. Esos son los límites que se imponen a una construcción política para que no pierda su esencia transformadora. Después hay que tratar de construir en la diversidad con un proyecto que busque transformaciones que puedan agrupar las diversas experiencias de organización popular y de construcción social que existen en nuestro pueblo. Estas son diversas y no se pueden reducir a una tradición política única o particular.
Uno de los problemas más importantes que tiene la Ciudad es el acceso a la vivienda y el negocio inmobiliario, ¿qué propuestas lleva Camino Popular para darle pelea?
Es el principal problema que tiene la Ciudad de Buenos Aires, y atraviesa al conjunto de la ciudadanía. Desde el extremo de una familia que vive en un asentamiento, o en una villa, hasta una de clase media. El acceso a la vivienda tiene que ver con un problema estructural de la Ciudad. La gran paradoja es que la Capital ha crecido en todos estos años de manera descomunal, se construyeron millones de metros cuadrados, pero la vivienda es menos accesible. Eso tiene que ver con que el desarrollo inmobiliario ha estado regido bajo la lógica del mercado y del negocio, no por la lógica de satisfacer una necesidad social. Nosotros proponemos regular y planificar el desarrollo y el mercado inmobiliario, establecer medidas concretas como impuestos a las viviendas ociosas para desincentivar la especulación inmobiliaria. Una parte importante de la construcción de viviendas es para la especulación financiera y no una ampliación de la oferta. Hay que establecer claramente una política de regulación y de urbanización de las villas. Esto no lo ha hecho el gobierno a pesar de que hay leyes de la legislatura porteña votadas a tal fin. Por otro lado, hay que establecer una ley de defensa a los inquilinos, uno de los sectores que más sufren las dificultades del acceso a la vivienda. Sobre todo cuando un mes antes de las elecciones el macrismo sacó el plan Alquilar se puede, que en realidad es puro marketing electoral. Hay que regular las actividades de las inmobiliarias, crear una defensoría de los inquilinos y establecer regulaciones que les permitan poder acceder a una vivienda sin sufrir los abusos constantes que sufre cualquiera que haya alquilado. Creo que esto es un programa integral para enfrentar el tema de la vivienda. Por supuesto es antagónico a la lógica del PRO, que es apostar a la valorización inmobiliaria y a la lógica del mercado. Eso explica por qué cada vez es más difícil vivir dignamente en la Ciudad.
En términos de resultados, y teniendo en cuenta que se espera una victoria clara del macrismo, ¿qué expectativas en término de resultado tiene Camino Popular?
La expectativa nuestra es constituir un cuarto espacio. Creemos que si en las PASO logramos eso, en las elecciones del 5 de julio vamos a poder aparecer como una de las alternativas que disputa la Ciudad de Buenos Aires. Por supuesto que todas las encuestas dicen que el PRO tiene las de ganar, pero nosotros sentimos que hay mucho espacio para avanzar. Las principales fuerzas de oposición al PRO en todos estos años, a pesar de tener un discurso opositor –sobre todo en el FPV, porque Lousteau ni siquiera tiene un discurso muy opositor– han tenido un comportamiento absolutamente funcional al PRO en la legislatura porteña. Eso explica por qué es necesario constituir y darle fuerza a otro espacio en la Ciudad de Buenos Aires. Creemos que Camino Popular puede representar ese espacio, y por eso queremos ingresar en la legislatura.
Audio: http://www.ivoox.com/77-candidatos-a-ciudad-turno-de-audios-mp3_rf_4342511_1.html