Por Camila Parodi. El equipo de educación popular festejó sus diez años en el barrio de Pompeya. A su vez, puso de manifiesto en conferencia de prensa la situación actual que atraviesa el Espacio Cultural luego del freno al inminente remate en el mes de noviembre y el pedido de ley de expropiación del mismo.
Aquel grito colectivo y rebelde del 19 y 20 de diciembre de 2001 que, a lo largo y ancho del país dijo “ya basta” al neoliberalismo, la pobreza y la corrupción fue bisagra para la organización del campo popular. La efervescencia de esos días dio lugar a nuevas lógicas, encuentros y desencuentros, articulaciones y debates que al día de hoy siguen interpelando.
Fue justamente en un 19 de diciembre, mientras marchaban a Plaza de Mayo recordando aquellas calurosas jornadas de lucha y dignidad, de piquete y cacerola, de corte de rutas y asambleas que el Equipo de Educación Popular de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo llamado así hasta ese momento se decidió nombrar Pañuelos en Rebeldía.
Marcado por las distintas resistencias y luchas de las que habían sido parte y que se encontraban construyendo vieron el símbolo siempre presente de los pañuelos: de las madres y los pueblos originarios también piquetero, palestino, feminista, socialista, zapatista la síntesis de todas las luchas emancipadoras de los pueblos.
A 10 años de esa identidad construida y caminada, fueron recorriendo distintos momentos y procesos con el objetivo de aportar a la formación político-pedagógica y sistematización de los movimientos populares desde la educación popular. En ese andar, el equipo comenzó a habitar el Espacio Cultural Pompeya, que también había sido parido por el 2001 y tomado por las y los vecinos para la asamblea y organización del mismo barrio.
De esta forma, es en ese espacio que hace más de 10 años se construye de manera colectiva distintos proyectos culturales, políticos, pedagógicos como el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, el Centro de Investigación y Formación de Movimientos Sociales Latinoamericanos, la Biblioteca Popular Rosa Lamorte, la Comisión por la Memoria de los Desaparecidos de Pompeya: “Pompeya no Olvida” y el Centro Cultural Pompeya.
Los sueños no se desalojan
Este año el Espacio Cultural Pompeya, se vio intervenido por la decisión del juez comercial Alberto Alemán, titular del Juzgado Comercial Nro. 1 de la Ciudad de Buenos Aires, quién ordenó la venta forzosa del inmueble, a través de la subasta del mismo, y por ende el desalojo de quienes allí se encuentran. A través de la lucha, resistencias, acciones y solidaridad recibida, a finales de noviembre el remate pudo frenarse por tres meses.
En ese contexto, reunidas/os en la celebración de los 10 años, el equipo con los diversos colectivos, espacios, medios y movimientos populares que se hicieron presentes volvieron a manifestar la necesidad y el accionar concreto de frenar el desalojo con la ley de expropiación del espacio. Tal como se había realizado un mes atrás con comunicados, clases públicas y radio abierta ante el inminente comunicado de que el espacio sería rematado.
En la conferencia de prensa convocada para el mismo 19, se puso en conocimiento la situación actual del espacio y se reafirmó la necesidad de las solidaridades de los movimientos populares para dar la batalla. En ese marco, referentes de Derechos Humanos y del Campo Popular compartieron compromiso con el equipo, el espacio y su lucha en la jornada. Con la participación de Nora Cortiñas, Maristella Svampa, Claudia Korol e integrantes de la Asociación de Detenidos Desaparecidos, de la Federación de Organizaciones de Base, del Frente Popular Darío Santillan, Patria Grande, Centro Cultural Pompeya, Movimiento Popular La Dignidad y COB La Brecha, entre otros, se realizó una mesa de intercambio de apoyo y compromiso con la causa.
Si bien la subasta mencionada pudo ser aplazada, los y las distintas integrantes que conviven en el espacio advierten en conjunto con el Colectivo de Abogadxs Populares La Ciegaque es tiempo de accionar y apurar que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires trate el proyecto para declararlo de interés cultural, así como un proyecto de ley para expropiar el inmueble, de forma tal que se mantenga la continuidad del uso social y comunitario del lugar y ponga fin al proceso judicial de la subasta.
En ese contexto Aníbal Mosquera, integrante del equipo expresó, “desde que hemos logrado la suspensión del remate el 11 de noviembre recobramos las energías y fuerzas para abocarnos al proyecto de ley de expropiación. Así que estuvimos estos cincuenta días insistiendo en los despachos de la Legislatura, al día de hoy declarando la emergencia política en la que se encuentra este espacio de forma tal que legisladores han hecho propio el proyecto que, entendemos se discutirá el año que viene.” El proyecto de ley cuenta con la firma y compromiso de 20 legisladores y se espera que en los próximos días se agreguen nuevas.
Por su parte, Maristella Svampa celebró el decimo aniversario del equipo haciendo mención que dicha experiencia ilustra “un proceso muy singular en la Argentina, donde las luchas sociales son cosa de todos los días pero también, la fragmentación y la falta de articulación de las diferentes luchas es una cuestión que nos debe interpelar para reflexionarlo. Pañuelos emerge justamente con la capacidad para proveer una bandera para pensar y hacer una apuesta común de todas esas experiencias de los movimientos sociales y también desde muy temprano se plantó en la articulación de las experiencias que eran ´novedad´ como las socio ambientales, colectivos culturales, pueblos originarios, sindicales ante la fragmentación del campo popular. Por eso, nos debemos involucrar para que se expropie este lugar y sea de bien público.”
Para finalizar, siempre de cuerpo y palabra presente Nora Cortiñas Madre de Plaza de Mayo, expresó que en espacios como el de Pañuelos son el ejemplo y la presencia de las y los luchadores desaparecidos, “acá están nuestros hijos con ustedes, ya que levantar su bandera de lucha es el mejor homenaje. Pañuelos tienen un camino muy especial que es la comunicación y la formación y hay que continuarlo”. Por eso afirmó el compromiso con la lucha por el espacio “que no es un tema más, es un drama permanente y hay que tomarlo así. Tenemos entre todos que pensar cómo vamos a seguir antes de que nos agarre febrero, no esperar a último momento. Hay que seguir buscando a los legisladores y si hay que ir otra vez de oficina en oficina iremos. Hasta vencer, nada de cuentos.”
Cortiñas aprovechó además para recordar la necesidad de la apertura de los archivos de la dictadura por un lado, y por el otro poner fin a la ley antiterrorista, terminar con el hostigamiento a los pueblos originarios, el gatillo fácil y la deuda externa entre tantas otras temáticas mencionadas para no dejarse “comprar con los espejitos de colores”. Para finalizar, agradeció al equipo “por seguir con las banderas arriba” y sostuvo que, “esta es otra forma más de reivindicar y continuar la lucha de nuestros hijos, que es la de nuestra”.
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