Por Mario Hernández Foto Infocampo
La violencia que sufren las y los trabajadores, con situaciones de represión y persecusión, también produce muertes en los lugares de trabajo. La situación de las trabajadoras de la Linea 144 desbordadas por la demanda y precarizadas en su trabajo.
Cresta Roja: promesas incumplidas y brutal represión
El viernes, la policía de Macri y Vidal reprimió brutalmente en las puertas de la Planta II de Cresta Roja, de Esteban Echeverría, mientras las y los trabajadores se encontraban reclamando por sus puestos de trabajo y pago de deudas.
Las fuerzas represivas desataron una cacería disparando balas y gases en el barrio San Ignacio, irrumpieron en casas y detuvieron ilegalmente a vecinos y trabajadores. Denuncian que la bonaerense se negó informar sobre el paradero de los detenidos mientras los retuvo incomunicados durante horas dentro de la Planta, como si fuera un centro de detención.
Minutos antes de la medianoche, mientras sus compañeros se encontraban frente a la avícola en medio del barrio, que sigue militarizado, exigiendo su inmediata libertad, se conoció que los cinco detenidos fueron separados y alojados en las comisarías 2º y 8º de Lomas de Zamora. El sábado serán trasladados al Polo Judicial de Esteban Echeverría para tomarles declaración.
Los trabajadores exigen a la gobernadora Vidal que cumpla lo que dijo cuando reinauguró la planta en 2016: “que los obreros de Cresta Roja volvamos a trabajar”.
Esta represión y cacería fue ejecutada por la Policía de Vidal y Ritondo que son responsables de la muerte de diez personas a raíz de un incendio en una comisaría del mismo municipio cuyo intendente es Fernando Gray, y que estaba clausurada desde marzo.
Caídos en servicio
Tras la noticia del fallecimiento de Maximiliano Tadeo Costa, trabajador del área de Forestales de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, ATE Senasa Capital convocó una asamblea para discutir las condiciones laborales y construir un paro en el sector, en memoria de todxs los compañeros que fallecieron producto de las políticas de ajuste y despidos.
Según sus compañeros y compañeras, que participaron de la asamblea, Maximiliano, de 32 años de edad, estaba sobrepasado de deudas, su sueldo cada vez le alcanzaba menos para cubrir sus gastos cotidianos y expresaba el temor de perder su empleo a fin de año.
Además, denunciaron el caso de Roberto Billard, quien falleció hace 20 días por un infarto en la misma Secretaría, y denunciaron que el desmantelamiento del servicio médico y la falta de equipamiento mínimo, como un desfibrilador portátil, imposibilitaron que Roberto reciba atención rápida y efectiva.
Carina Maloberti, delegada de ATE SENASA, afirmó: “Nos podemos hacer las distraídas pero Maxi no eligió la plaza ni su casa para quitarse la vida, eligió el lugar de trabajo”. En ese sentido, remarcó las condiciones de precarización laboral, los despidos y el ajuste que viene sufriendo el organismo y la violencia laboral que golpean en la vida de cada trabajador y trabajadora. “No está en riesgo solo el trabajo, aunque es muy importante, sino que están en riesgo nuestras vidas”, expresó.
El viernes, tras dos años de existencia, el espacio “Basta de Asesinatos Laborales” realizó la presentación del primer informe anual sobre muertes laborales. Fue en la sede del gremio Ademys (docentes) de la CABA.
Violencia laboral de género
Mientras Mauricio Macri, twittea que “el compromiso es trabajar para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres”, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires mantiene tercerizada la Línea 144, una de las pocas herramientas que ofrece el Estado para ayudar a las mujeres a escapar de situaciones de violencia.
En la Línea 144, la bronca se organizó a partir de cinco despidos en el Equipo de Seguimiento de Casos, una segunda instancia de atención para los casos más complicados. La organización se transformó en lucha: realizaron paros para exigir la reincorporación de las despedidas, una permanencia pacífica en la Secretaría de Derechos Humanos; participaron de la asamblea de trabajadoras despedidas de la empresa Télam, articularon con el colectivo “Ni Una Menos”, encabezaron la marcha del 3J. Sufrieron sanciones y descuentos al salario, pero lograron la reincorporación de dos compañeras. El objetivo de María Eugenia Vidal es disciplinarlas, ya que quieren privatizar la Linea 144 para beneficiar a una empresa, mientras que las trabajadoras exigen la estatización y la mejora en las condiciones laborales.
Esta semana estallaron las líneas por los llamados de mujeres para contar situaciones de abuso sexual. Lo hacían “por primera vez en su vida. Fue impactante”, declaró Malena Maturano, la única trabajadora que está en la planta del Estado. “Si se trabajara la Ley de Educación Sexual Integral con mayor profundidad, estas situaciones deberían poder hablarse en el espacio escolar”, agregó.
Por otro lado, denuncia que en el turno con mayor atención, llegan a ser 10 operadoras para toda la Provincia de Buenos Aires y que si se destinara más dinero, para contratar más operadoras, podrían atender mayor cantidad de llamadas.
Como dijeron las #ActricesArgentinas, no se trata de denuncias individuales. Se trata de miles de mujeres que a partir de sus vivencias concretas, cuestionan un sistema social que se asienta sobre la violencia hacia las mujeres, sobre la precarización de sus trabajos, sobre la cosificación de sus cuerpos, sobre una justicia patriarcal, sobre la hipersexualización de mujeres y niñes en el espectáculo.
Pero claro, el compromiso de Macri para erradicar la violencia, todavía no llegó a la provincia y se parece mas a una expresión de deseos.