Por Mario Hernandez
Esta semana se conocieron las cifras de la gestión macrista, que muestran el asenso del empobrecimiento e indicadores alarmantes para la vida de las y los argentinos.
Macri-Macrón
“Los mercados” a los que siempre presta atención Mauricio Macri, tardaron pocas jornadas en darle la espalda a sus fantasías acuñadas al calor de la Cumbre del G20. Casi del mismo modo que los “chalecos amarillos” franceses desnudaron lo que había tras la imagen atildada y sonriente de su presidente, Emmanuel Macron, a quien Macri intenta parecerse.
Solo 48 horas después del despegue del último de los aviones que devolvió a jefas y jefes de Estado a sus países, el “Riesgo País” de Argentina voló hasta las nubes, la Unión Europea planteó su interés en reimponer aranceles al biodiesel, las acciones de las empresas con fondos en Argentina perdieron valor, el dólar reinició su trepada hacia los $ 40.
Últimas cifras de la gestión macrista
Inflación noviembre 2018: 3,2%
Inflación 2018 (11 meses) 43,9%
Inflación anual: 48,5%
Caída del consumo nov. 2018 -9,6%
Caída ventas minoristas -15,6%
Utilización capacidad instalada industrial 64,8%
En paralelo, el Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma dio a conocer su informe correspondiente al tercer trimestre de 2018 con datos sobre conflictos laborales, negociación colectiva y mercado de trabajo. Se destaca la caída del salario real, que en el mes de septiembre se ubicó entre el 11% y el 12,5% para los trabajadores del sector privado y público respectivamente, la destrucción de empleo en el sector privado, y la profundización de una fase de deterioro del empleo en la industria manufacturera que ya lleva tres años ininterrumpidos.
La siguiente es una síntesis de los aspectos relevantes del informe realizado por la agencia ACTA
Conflictividad laboral
En el tercer trimestre de 2018 la cantidad de conflictos laborales creció un 12%, en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Este comportamiento se explica por un crecimiento de los conflictos en el sector privado (18%), en el sector informal y con la participación de trabajadores de más de un sector (en ambos casos se duplican respecto del tercer trimestre de 2017). Este aumento permitió mostrar un incremento de la conflictividad, aún a pesar de la caída en el sector público (-14%).
A lo largo del 2018 el crecimiento más significativo de los conflictos laborales se dio en el sector informal y en los reclamos donde participaron varios sectores. En ambos casos ya representan casi el 10% del total de los conflictos, lo que representa un aumento respecto de los años anteriores.
En el sector público, donde se registró una caída en la cantidad de conflictos, sin embargo se produjo a la par el incremento de las acciones (34%). Lo que implica mayor intensidad de cada uno de los conflictos llevados adelante por los trabajadores del sector.
Tanto en el sector público como en el sector privado la dinámica de los conflictos sigue estando vinculada a situaciones de crisis económica: el 50% de los conflictos se originaron en despidos, suspensiones o reclamos por deudas salariales.
Negociación colectiva
La cantidad de convenios y acuerdos colectivos homologados por el Ministerio de Trabajo de la Nación se ha mantenido relativamente estable durante el año 2018, en comparación con el año anterior, lo que implica la convalidación del fuerte retroceso. En comparación con 2016 la caída de las homologaciones se encuentra en torno al 40%.
La negociación colectiva durante los primeros meses de 2018 estuvo centrada en la revisión de los acuerdos salariales del año 2017. Los primeros acuerdos establecieron incrementos en torno al 15%, mientras que en una segunda tanda los aumentos llegaron al 25%. En todos los casos resultaron insuficientes frente a la evolución de la inflación, situación que originó sucesivas revisiones que aún hoy no han concluido. En muchos casos los acuerdos salariales culminaron estableciendo incrementos superiores al 40% anual, aunque ello no impidió un deterioro de la masa salarial percibida a lo largo del año, en tanto dichos aumentos se harán efectivos con mucha demora.
Mercado de trabajo
El salario real de los trabajadores registrados del sector privado experimentó en el tercer trimestre de 2018 una caída interanual del 8,6%, mientras que en el sector público la caída fue del 10,1%. Estas variaciones fueron aún más importantes en el mes de septiembre, cuando llegaron al 10,9% y 12,5%, respectivamente, de caída.
En el mes de septiembre (últimos datos oficiales disponibles) el empleo registrado en el sector privado profundizó la caída iniciada en abril de este año. En seis meses la cantidad de trabajadores cayó un 2,15% (136.239 trabajadores menos) y no existen señales que permitan estimar la reversión de este proceso en el corto plazo.
En el caso de la industria manufacturera la caída del empleo ya acumula tres años ininterrumpidos y desde septiembre de 2015 se perdieron 107.933 puestos de trabajo (un 8,6%). La información oficial disponible muestra que esta caída está lejos de encontrar un piso y muestra que el ritmo de destrucción de puestos de trabajo en la industria se aceleró este año, incluso por sobre los niveles de 2016. Ningún otro sector de la actividad económica muestra un mínimo dinamismo tendiente a compensar la caída del empleo en la industria.
De pobreza 0 al mayor nivel de la década
Según un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) en el país hay 13.600.000 personas pobres, lo que significa un crecimiento de casi 2,2 millones con relación a un año atrás.
El informe del Observatorio de Deuda Social de la UCA correspondiente al tercer trimestre, arrojó que los indigentes suman 2.470.000 personas, lo que significa un aumento de 161.500 argentinos y argentinas que integran este sector social.
El índice de pobreza que afecta al 33,6% de la población argentina, es el más alto en una década. Esto equivale a que uno de cada cuatro hogares es pobre.
“La economía argentina pasó de un ciclo de crecimiento a una fuerte recesión, a la vez que la devaluación monetaria durante el año en curso se traspasó a los precios y condujo a una elevada inflación”, explica el informe.
También denuncia que “El nuevo escenario ha tenido efecto sobre los ingresos reales de los que disponen los hogares por un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, de los haberes jubilatorios y de las prestaciones sociales”.