Por Redacción Marcha. Los call center porteños, hijos del menemismo, ocupan a una gran franja de jóvenes. El 26 de enero pasado, más de 60 empleados de las empresas ACC Group y TaskSolutions fueron despedidos masivamente. Qué hay detrás de este gran negocio.
ACC Group y TaskSolutions son empresas de call center que ofrecen servicio de atención al cliente a usuarios de Telecentro, EDELAP, EDES y EDEMSA (distribuidoras de energía), YPF, TELECOM Personal y Santander Río, entre otras. Ambas comparten oficinas en el edificio ubicado en Carlos Pellegrini 47 y emplean a 650 personas, la mayoría de ellos, jóvenes entre los 18 y 25 años. Si bien figuran como empresas sin vinculación, comparten no sólo el edificio, sino también los directivos, el domicilio legal y las mismas prácticas de precarización laboral.
Cerca del mediodía del lunes 26, los trabajadores y trabajadoras realizaron un paro con ocupación de las oficinas en protesta por el despido masivo de 60 personas, en su mayoría jóvenes varones, mujeres y madres solteras. Las y los empleados figuran dentro del Convenio del Sindicato de Empleados de Comercio, aunque sus actividades disten de las que aglutina este sector.
ACC Group despidió a 53 empleados, mientras que 8 se quedaron sin empleo en TaskSolutions. Inmediatamente, ambas empresas argumentaron quiebra y que, por artículo 247, pagarían el 50% de la indemnización. Los que quedaron con empleo, no tuvieron mejor suerte. La delegada, Sabrina López, en diálogo con FM Che Barracas, aseguró que muchos de los empleados fueron obligados a “subir a una combi y los hicieron ir a trabajar a otro edificio que posee la empresa”.
Después del auge de los call center en los noventa, siguió la reinvención. Generalmente, ante la ausencia de un mercado laboral que ofreciera oportunidades atractivas para los jóvenes, los call center fueron casi los únicos asideros para esos sueños de concretar un trabajo compatible con la continuidad educativa y una de las salidas para las jóvenes madres solteras, que se encontraron en la urgencia de ser el único sostén familiar. La precariedad laboral, la explotación y las condiciones de alienación y presión los establecieron como una de las peores salidas.
Según el Instituto para el Desarrollo Económico Social Argentino (IDESA), en el año 2013, solo el 33% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años tuvo empleo, un promedio que descendió al 24% en el caso de las mujeres. Un breve análisis de estos datos, confirman que la brecha económica y de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, se profundiza a temprana edad. Para la OIT, lo más grave es la elevada desprotección social de las y los jóvenes trabajadores donde apenas el 37% del total cuenta con seguros de salud y cobertura de la seguridad social (porcentaje que llega al 45% en los adultos). Y es que la crisis económica internacional de estos últimos años ha tenido un impacto importante en las nuevas generaciones, pues el ajuste se procesó expulsando del mercado de trabajo a quienes tenían contratos más precarios, y esa es la situación en la que se encuentran mayormente las y los jóvenes de la región.
Pera esta ocasión no fue la primera vez que ACC Group trasladó a sus trabajadores de una a otra empresa y edificio, con el objetivo de disuadir cualquier organización gremial. Un año atrás, enfrentó la organización de los trabajadores nucleados en la Junta Interna a través de la Lista Violeta del Sindicato de Empleados de Comercio. El cuerpo de delegados previo, cercano al titular de la Federación de Empleados de Comercio (FAECYS), Armando Cavalieri, había dejado sin efecto el llamado a elecciones. Sin embargo, se logró llamar a elecciones en el Ministerio de Trabajo, donde ganó la actual conducción de la Lista Violeta. En esa oportunidad, los trabajadores organizados también fueron trasladados hacia nuevos puestos de trabajo, en una nueva empresa: TaskSolutions. En esta ocasión, firmó contrato con YPF, acaparando toda la atención al cliente de la empresa. De este modo, las y los trabajadores de ACC trasladados, quedaban nuevamente sin representación.
Ya para mediados de 2014, la empresa ACC Group desvinculó fallidamente a 11 trabajadores con antigüedad, luego de realizar un sostenido hostigamiento. El argumento de repetidas ausencias, pudo comprobarse como falso por los trabajadores y trabajadoras organizados y lograr así su reincorporación.
Juventud, divino negocio
Según un informe de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de septiembre de 2014, la precariedad laboral entre los jóvenes va en aumento. “La tasa de desocupación juvenil es del 9,8%, la cual supera ampliamente la tasa de desocupación general (6,4%). Es decir, de los casi 7,6 millones de jóvenes activos, cerca de 740 mil no consiguen empleo. La subutilización laboral (desocupados más subocupados) asciende en el caso de los jóvenes al 17,6%, mientras para el total de la fuerza laboral es del 14,2%”. Por otro lado, continúa “la inserción laboral juvenil da cuenta que de las y los asalariados son prácticamente el 40% quienes no está registrados afectando a casi 2,3 millones de personas de entre 18 y 35 años, mientras en el caso del total de la fuerza laboral esta proporción es del 33,6%”.
Cifras alarmantes que refieren a la ausencia de políticas públicas efectivas para el ingreso de los jóvenes al mercado laboral que implique la formación y la consolidación de oportunidades hacia la construcción de una sociedad equitativa, más que una respuesta feroz para la maquinaria que engulle y destroza cualquier sueño de futuro. Según el Informe de ATE “6 de cada 10 trabajadores jóvenes sufren alguna modalidad de precariedad (57,2%), esto es, 4.266.281 personas de 18 a 35 años de edad, uno de cada dos trabajadores, está precarizado. Mientras el 32,7% del total de ocupados ganan por debajo del salario mínimo, en los ocupados jóvenes este nivel se eleva al 36,4%. Esto implica que a casi 2,5 millones de jóvenes se les retribuye por su trabajo menos de lo estipulado legalmente”.
Para la delegada y trabajadora en uno de los call center, Sabrina López, hay una política de vaciamiento y recambio de personal con el ánimo de debilitar a la Junta Interna y desarmar la organización de los trabajadores y las trabajadoras: “hay ingresos nuevos desde hace una semana”.
Ernesto Rodríguez es sociólogo uruguayo y experto internacional en desarrollo y políticas públicas de juventud y consultor de la ONU, el BM, BID y UE. Señala que mientras que el desempleo afecta a 11% de los varones jóvenes, da cuenta del 17% de las mujeres jóvenes. En la misma línea, el desempleo afecta más a las y los jóvenes pobres: mientras que es de 10% en el quintil de más bajos ingresos, apenas llega a 4,5% en el quintil de ingresos más altos”.
La gravedad de la brecha que a tan temprana edad se presenta entre los jóvenes de diferentes sexo, confirma la norma heteropatriarcal. Rodríguez señala con gravedad que “mientras que los varones jóvenes que no estudian ni trabajan son el 11%, las mujeres jóvenes en esta condición son el 28% (muchas de ellas recluidas en sus hogares)”.
A cuatro días del conflicto, si bien ninguna de las dos empresas cumplen los requisitos para la quiebra, aunque presentaron un preventivo de crisis, el persistente y tenaz objetivo de aplastar un ingreso digno al mercado laboral para las y los jóvenes queda expresado y avalado por el Estado. La delegada López mencionó que las empresas aseguraron que “iban a avanzar igual, esté o no de acuerdo el Ministerio de Trabajo”. Con la intención de dilatar la situación y que los 60 despedidos “arreglen”, tras una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo el mismo lunes, las partes se reunieron el martes sin llegar a ningún arreglo. La próxima audiencia será este viernes a las 13hs en la sede de Callao 110 donde funciona el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) del Ministerio. Y la reinvención de los call center, cual juventud eterna, sumará a nuevas empresas dispuestas a tercerizar sus servicios, sin importar que futuros queden en el camino.