Por Natalia Pascuariello
En esta entrevista, el periodista y abogado Pablo Llonto desmenuza el lugar de los medios de comunicación hegemónicos en la cobertura del caso Santiago Maldonado. Las similitudes y las diferencias con las coberturas durante la última dictadura militar-cívico-eclesiástica.
Pablo LLonto (Buenos Aires, 1960) es periodista y abogado en juicios a los represores. Es autor de los libros La noble Ernestina (2003), La vergüenza de todos. El dedo en la llaga del Mundial ’78 (2005) y El juicio que no se vio. Una mirada testimonial sobre el Juicio a las Juntas Militares (2015). En esta entrevista, realiza un análisis imprescindible sobre el rol de los medios de comunicación hegemónicos en la cobertura del caso Santiago Maldonado. Desde su perspectiva, el uso del lenguaje es el mismo que utilizaron los medios durante la última dictadura cívico- militar. Además, habla de la aparición del cuerpo y la opinión de distintos sectores de la sociedad en un contexto de avance de la derecha neoliberal a la que todavía le resta responder: ¿Qué hicieron con Santiago Maldonado?
¿Cuál es su hipótesis sobre la aparición sin vida de Santiago Maldonado?
Que cualquiera haya sido la acción que originó su muerte, el responsable es el personal de Gendarmería que actuó en el operativo ilegal. El homicidio se puede cometer por la acción directa como un balazo o por la acción que culmina en la muerte. Por ejemplo: un asesino o violador persigue a una mujer en un departamento y la mujer no tiene más escapatoria que saltar por la ventana, cae al patio y muere; el autor del crimen es quien la perseguía.
¿Por qué afirma que, en la cobertura del caso Maldonado, los medios de comunicación hegemónicos actúan como en la última dictadura?
Porque el lenguaje usado es el mismo en tres sentidos: En primer lugar, en la dictadura se hablaba de las víctimas diciendo: “era marxista, comunista, revoltoso gremial, agitador, antiargentino”. Ahora se lo descalifica diciendo “era mapuche”, o “estaba con los mapuches que quieren un pedazo del territorio argentino”, “son violentos”, etc. En segundo lugar, en la dictadura se hablaba de que los desaparecidos estaban cómodos y bien en Europa, ahora se habló de que Maldonado estaba en Entre Ríos, Chile, etc. Por último, en la dictadura se decía que se quería desprestigiar a las gloriosas Fuerzas Armadas que habían salvado a la Argentina de ser bocado de la subversión y ahora se habló de desprestigiar a la fuerza Gendarmería.
Según su opinión, los medios de comunicación actúan de igual manera que en la dictadura, pero este gobierno de derecha neoliberal no se parece a la dictadura. ¿Por qué?
El término dictadura se debe usar para dictaduras, sean militares o cívico militares como la del 76 al 83, pero no para un gobierno electo por el voto. En tal caso, podemos decir que toman medidas similares a algunas que tomó la dictadura, o que tiene la política económica similar a la de la dictadura. Pero también es cierto que hay funcionarios de este gobierno que fueron funcionarios de la dictadura, por ejemplo Santiago de Estrada en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En la Argentina, se denominó “mayoría silenciosa” al sector de la sociedad que calló durante la dictadura. ¿Puede afirmarse que hay un sector similar de la sociedad en este caso? ¿Podría equipararse a los sectores de la sociedad que pretenden refutar la pregunta por dónde está Maldonado con las preguntas: “¿Y Nisman? ¿Y López?”, etc.
No. En este caso, los sectores que dicen que por qué no hablan de Julio López o de otros casos, están haciendo defensa del gobierno macrista, pero no son los que se callan. En realidad, son más agresivos de los sectores que en la época de la dictadura se callaron. Estos sectores son equiparables a los que en la época de la dictadura, generaban distorsiones o campañas o slogans tendientes a la defensa de Videla y compañía.
¿Por qué los medios instalan palabras de la dictadura en el caso Maldonado: “terrorismo, subversivos”?
Porque hay razones ideológicas. La derecha o centroderecha ha preferido siempre llamar terroristas o subversivos a todos aquellos populares que reclaman derechos usando en algunos momentos la violencia. Un ejemplo del caso contrario es que los medios de comunicación hegemónicos no llamaron terroristas ni organizaciones subversivas a los miles de argentinos de clase media o media alta que en la época del corralito salieron todos los días a romper las vidrieras de los bancos, golpear a martillazos su puertas, incendiar tachos, etc.
¿Qué opina de los dichos recientes de Sergio Maldonado, en conferencia de prensa a los medios de comunicación: “Si no tienen qué poner, pasen música”?
Una de las mejores definiciones modernas del rol que cumplen los medios. La frase quedará para la historia del periodismo porque es la mejor síntesis de que los medios hegemónicos hablan por hablar y son capaces de decir cualquier cosa como, por ejemplo, que existió un pueblo donde todos se parecen a Santiago Maldonado.
¿Los periodistas que encubrieron la dictadura deben ser enjuiciados por crímenes de lesa humanidad?
Sí, por suerte esta semana ha sido procesado nuevamente el primer periodista llevado a juicio por un delito de lesa humanidad: Agustín Botinelli, de la revista Para ti, de editorial Atlántida por la nota falsa hecha a la secuestrada en la ESMA, Thelma Jara de Cabezas.
En lo personal, acaba de recibir el pañuelo de las Madres. ¿Qué sintió con este reconocimiento?
Una de las mayores alegrías de mi vida por el hecho de quiénes son las que me entregaron esa distinción. Por supuesto, me siento un hijo de las madres por lo que la emoción también va en ese sentido porque es como si te lo estuviera entregando tu propia madre. Y uno sabe que lo que ellas querían era que existiera en la Argentina quienes luchaban por los ideales de los hijos, y algo de eso creo que miles de mujeres y hombres de la Argentina lo están haciendo.