Por Manuel Soifer. Con temáticas que retratan una realidad distinta a la de los noticieros y con un estética cruda, Paredones, primera ficción televisiva con no actores, muestra lo que sucede en los barrios de Capital Federal y el Conurbano sin caer en los lugares comunes.
“Esto es una ficción que refleja lo que pasa en los barrios, más allá de la televisión. Son cosas que suceden en todos los estratos, no decimos que hay buenos y malos, mostramos realidades”. Así define Santiago Figueroa a Paredones, la primera ficción televisiva con no actores que se emite actualmente dentro del programa Pasión de Sábado, por América.
El proyecto, que tiene a Figueroa como director, comenzó a tomar forma en 2008 después de una experiencia similar que fue Miradas Mansas, un documental sobre boxeo con partes ficcionadas protagonizadas por gente sin formación actoral. Después de varios años de trabajo como productor periodístico, Figueroa fue puliendo la idea y comenzó con la escritura de los guiones. “El disparador fue el muro que divide La Cava de La Horqueta. Armamos un trailer que empecé a mostrar por todos lados hasta que Damián Bacman me pone en contacto con [la guionista] Ester Feldman, que me pide que cambie el final, y Damián me dice que quiere llevar el formato a Cannes. Entonces grabamos el segundo capítulo”, declara el director.
Junto a Agustina Jait, productora ejecutiva, Figueroa escribe y dirige cada una de las historias en las que se muestran situaciones que pueden resultar chocantes para el público promedio pero que para las personas que componen los personajes son cotidianas. “La parte de dirección es mucho más simple de lo que parece porque los protagonistas, la mayoría de las veces, son ellos mismos. Yo no le puedo marcar a un pibe de la Carlos Gardel o de la Villa 31 cómo reaccionar situaciones con las que crecieron”, asegura Figueroa.
Después de sentarse en la mesa con Tomás Yanquelevich, Gonzalo Otaloras e incluso recibir un e-mail de Juan José Campanella felicitándolo por el material, fue Pablo Cerantoni, productor ejecutivo de Ser TV, el que le dio una oportunidad. “Él quería hacer ficción dentro del canal. Teníamos 4 capítulos en parrilla cuando salió La Entregadora, que habla sobre la trata de personas”, cuenta Figueroa.
La manera en que se trata la temática de cada uno de los capítulos es también algo fundamental para los responsables de Paredones, que cuidan no sólo la estética en la realización sino también el mensaje que cada envío transmite y eso se nota cuando el equipo llega a los barrios en los que graban. “Nosotros no somos un programa periodístico que muestra la basura y se va, sino que reflejamos otra cosa”, aclara Figueroa y agrega: “Las historias las saco de notas que hice como productor, cosas que me cuentan y personajes que me cruzo en la calle”, confiesa Figueroa.
El desafío más grande de Paredones es mostrar la realidad sin caer en el golpe bajo, dando a conocer así situaciones que se viven cotidianamente en las periferias de los grandes centros urbanos, y uno de los grandes obstáculos con los que se encuentran Figueroa, Jaitt y el resto de los integrantes de Ser TV es el contexto en el que tienen aire. “El horario condiciona porque si hacemos una escena de un pibe tomando cocaína no podemos hacerlo así nomás, hay que buscar alguien que comente la temática y deje un mensaje positivo al respecto”. A partir de su incorporación a Pasión de Sábado, Jait y Figueroa sumaron a cada capítulo la participación especial de un referente del tema central de la trama. Del ciclo ya participaron Isabel Vázquez y Alicia Romero, de la Red de madres contra el paco; Susana Trimarco, madre de Marita Verón y Margarita Barrientos, fundadora del comedor Los Piletones.
De esta forma, Paredones “usa la realidad para atacar la problemática social”, buscando concientizar a los espectadores de situaciones que existen y que muchas veces no se ven, incluso cuando suceden del otro lado del muro.