Por Laura Salomé Canteros y Ximena Schinca / Foto: Cecilia Bianco
La interrupción legal del embarazo (ILE) debió realizarse el viernes pasado cuando una niña de 12 años llegó con su mamá al Hospital Guillermo Paterson en la localidad de San Pedro, Jujuy, para solicitarla. Pero no.
Como a Juana, la niña wichi de 12 años a quien se le negó la práctica ILE en Salta en el año 2016, el Estado jujeño decidió continuar con la tortura de esta otra niña, forzándola a seguir con un embarazo producto de una violación y obligándola a un parto por cesárea que se realizará mañana.
Como con Juana en 2016, (pero tras un debate intenso por el aborto legal en el que se popularizó información sobre la práctica hasta entonces restringida a sectores privilegiados) se alegaron cuestiones relacionadas con la edad gestacional para dilatar la práctica ILE. Así la niña pasó el fin de semana en incertidumbre, recién el martes fue derivada al Hospital Materno Infantil, y luego se dispuso que se realizaría una cesárea en 48 horas.
El mismo martes el movimiento feminista de Jujuy salió a las calles a expresar su repudio a la medida, denunció que someter a la niña a una cesárea es una tortura más que se le impone, y exigió que la provincia cumpla con su “Protocolo para la atención del embarazo adolescente a menores de 15 años”. Para los casos de embarazos producto de abuso sexual, el protocolo provincial establece la obligación del servicio de salud interviniente de informar a la adolescente y su familia sobre el acceso a métodos de interrupción legal de embarazo (ILE). Violando ese derecho fue que se le negó la práctica el viernes.
Una burla a toda la sociedad
Stella Maris Manzano es la médica del Fallo F.A.L..Especialista en medicina legal y tocoginecología dialogó con el programa “A los botes”, por FutuRock. En diálogo, la doctora Manzano afirmó que la resolución de esta historia es “una burla a la sociedad”.
“Analizo con mucho dolor lo que pasó en Jujuy porque vemos una niña de 12 años embarazada. Cuando ocurre eso es porque hubo una violación: le corresponde sin lugar a dudas el derecho a abortar”, explicó y agregó que “negar abortos en casos de violación es tortura”.
“Acá siguen negando el aborto, le quieren hacer una cesárea prematura. Esto es denunciable. Los antiderechos actúan tanto porque se sienten impunes, entonces van avanzando de forma cada vez más perversa. Le mintieron descaradamente a la familia. Violaron la intimidad de la nena: hasta yo sé que la cesárea va a ser el viernes a la mañana. Además, la cesárea no es un método abortivo, es para hacer partos”, amplió y concluyó: “Yo denunciaría a esos profesionales de la salud por tortura”.