Condenan a un año de cárcel en suspenso y a tres de inhabilitación para ejercer su profesión al perito balístico acusado de alterar la bala con la que fue asesinado el militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
El perito Roberto Locles fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 16 de Capital Federal por los hechos ocurridos durante una junta de peritos dispuesta por la jueza de instrucción Wilma Lopez, quien instruyó la causa por el crimen de Mariano Ferreyra cometido el 20 de octubre del año 2010, en la que el acusado golpeó “reiterada y continuamente” contra la mesa de trabajo del gabinete la bala que fue extraída del cuerpo del militante.
Esto generó “leves aplastamientos en la parte de la ojiva y el cuerpo” inhabilitando el proyectil para otras pericias técnicas y por lo tanto inutilizándola como prueba en el juicio oral. Según Locles, la finalidad era explicar su teoría de que la bala habría rebotado contra el piso previamente a herir en el abdomen a Ferreyra.
El perito actuaba de parte de los acusados, los entonces dirigentes de la Unión Ferroviaria José Pedraza y Juan Carlos Fernández, y los autores materiales del crimen, Cristian Favale y Gabriel Sanchez, y buscaba con la teoría del rebote de la bala reforzar la hipótesis de que la patota que atacó al grupo de militantes y trabajadores tercerizados no intentó matar a Ferreyra sino “amedrentarlo”, por lo que correspondía una pena mas leve bajo el titulo de “homicidio en riña”.
Si bien Locles se declaró inocente antes de conocer la resolución de los jueces Gustavo Gonzales Ferrari, Maria Bértola y Maria Inés Cantisani, la sentencia fue unánime y se lo encontró “autor penalmente responsable del delito de alteración de un objeto destinado a servir de prueba”. Los argumentos del fallo serán dados a conocer el 16 de setiembre.
El perito de 76 años se quejó de estar “solo” en el banquillo de los acusados y afirmó que también tendría que haber sido juzgado el medico que sacó la bala del cuerpo, ya que también había deformado el proyectil.
En su declaración indagatoria ante los jueces durante la segunda audiencia del proceso oral, Locles afirmó que desconocía que esa era una prueba. “Yo no sabia que ese era el proyectil que mató a Mariano Ferreyra. La bala estaba arriba de la mesa y nadie me avisó”, aseguró el perito.
La pena fue menor que la solicitada por la fiscalía, representada por Fernando Fiszer, quien había pedido dos años de prisión y ocho de inhabilitación especial, al igual que las solicitadas por las partes acusatorias.
Federico Efron, el abogado del Centro de Estudios Laborales y Sociales (CELS), había pedido tres años y tres meses de prisión y seis años de inhabilitación. En el caso de la querella liderada por Claudia Ferraro del Partido Obrero, representante del militante herido Nelson Aguirre, el pedido fue de tres años y ocho meses de cárcel mas el doble de tiempo de inhabilitación. Por su parte, el abogado defensor de Locles, Luis Grisoglia, pidió la absolución.
Si bien en un principio la participación como profesional del perito era apoyada por la mayoría de las defensas, tanto la querella como la fiscalía consideraron que la acción delictiva de Locles fue parte de la estrategia de los acusados de instigar la muerte de Ferreyra para desligarse del caso.
Queda aun en trámite una causa abierta por el presunto intento de soborno a dos camaristas de casación para favorecer a Pedraza, quien fue condenado a quince años de prisión, en la que está implicado el ex juez federal José Octavio Araoz de Lamadrid.