Por Marina Caivano. En esta segunda parte de la entrevista el dirigente montonero Roberto Perdía, profundiza el análisis sobre la situación política y sindical de aquel entonces en América Latina.
¿De dónde surge el “anticuerpo”, la noción del “infiltrado”?
El choque de fondo desde una visión política era la lucha por el poder. El chango Funes, que fue legislador por Santa Fé y vivió con Perón, decía: “cuando Perón vuelve se encuentra con que tenía que pagar la factura al viejo aparato sindical y a los jóvenes montoneros”. Al viejo aparato porque habían mantenido la Resistencia durante 10 años, y a los jóvenes porque lo habían traído de vuelta. Son las dos grandes facturas que tenía Perón. Las empezó a pagar a favor nuestro con la candidatura de Cámpora que no era el candidato de los sindicatos y después a raíz de otras cosas que pasaron, la factura la pagamos nosotros. El Perón del 20 de junio no es el de los años anteriores, tuvo cambios que tienen que ver con la situación internacional. Los gringos, los yanquis, después de la derrota de la dictadura en Argentina, se ven complicados con Allende y Perón. Perón nos decía: “esta vez con Allende los paramos”, ante un posible avance yanqui. Yo hablé con Echeverría que era presidente de México, con la idea de frenar un avance yanqui en la zona.
Los gringos cuando vieron esta situación geopolítica decidieron golpear fuerte, su instrumento principal en la zona era Brasil. Brasil era calificado en ese momento por Kissinger, Secretario de Estado, como satélite privilegiado. No era la potencia que es hoy, era un país parecido a Argentina en ingresos brutos y demás y con una fractura social impresionante, con una clase rica y una inmensa mayoría de pobres, después se desarrolló. Entonces se apoyan en Brasil para golpear a la Argentina, sería largo de explicar.
Nosotros nos reunimos con Perón en España en abril del ’73. Cámpora asume el 25 de mayo, y en el medio Perón nos manda a llamar y tuvimos varias reuniones.Y nos dice: “estamos bien, en Uruguay no hay quilombo, Paraguay no nos va a traicionar, tenemos que arreglar para voltear a Banzer en Bolivia, que era tipo un agente de los gringos y en Chile con Allende todo bien”.
Exactamente en los mismos días que estábamos reunidos con Perón, se firma un acuerdo secreto entre Paraguay y Brasil para construir Itaipú. Hacer Itaipú significaba muchas cosas no sólo para Brasil sino para toda la región. Por una parte, significaba aliarse a Paraguay, Paraguay tenía el compromiso con Bolivia y con Uruguay de no firmar ningún acuerdo por separado con Argentina o Brasil para no desnivelar la zona. Cuando Paraguay firma rompe con todo y se acabó la cuenca del Plata (todos los países elaboraban energía juntos), se rompió, cada cual por su lado porque Paraguay se inclinó por Brasil. El otro tema es que la represa de Itaipú para los brasileños era como su bomba atómica porque ellos estimaban que Argentina podía construir armas nucleares en Bariloche y si Argentina construía armas nucleares peligraba la relación con Brasil. Entonces como Brasil no tenía tecnologías y un avance científico-técnico menor que el de Argentina, la represa de Itaipú le sirvió a los fines militares (ellos liberando el agua inundaban la Mesopotamia) pues en caso de conflicto podían tener a la Argentina un poco “agarrada”. Por eso una de las primeras medidas que toma Perón cuando asume Cámpora es construir la represa de Yacyretá, Salto Grande. Esa represa además de producir energía y todo lo demás, tenía como objetivo tener control propio sobre el agua para que Brasil no nos hiciera pelota. Una semana después prácticamente voltean al Gobierno uruguayo.
En Bolivia, Banzer que era el agente norteamericano, se consolida en el Gobierno y en septiembre lo matan a Allende. Es decir, cambiaron el panorama del Cono Sur en seis meses. Porque no podían permitir que dos países vecinos que eran más o menos fuertes en la región tuvieran un comportamiento popular, de izquierda. Los yanquis actuaron. Yo creo que Perón no sabía de esto y cuando se da cuenta de este fenómeno se achica y decide ir para atrás. Y esa es una de las razones del conflicto con Perón. Los gringos deciden actuar y Perón retrocede.
Cuando matan a Allende, Perón estaba en un estado de conmoción. Toda su idea de la región se fue al carajo. Se da cuenta que “lo matan a Allende, ahora vienen por nosotros”. Y trata de evitar que venga el Golpe de Estado pero peor, rindiendo y regalándoles cosas. Esa es la clave para entender 73-76. Y los sindicalistas actuando como alcahuetes de eso, hasta que los empezaron a golpear a ellos también. Esta es una lectura de la situación de esos tiempos.
Y nosotros llegamos tarde. Llegamos cuando los gringos ya empezaban a recomponer su situación en la zona, no tuvimos siquiera tiempo de consolidar un proyecto en el país con más fuerza, con más organización y demás. De entrada nos empezaron a golpear. El primer golpe fuerte en serio fue Ezeiza, el día que Perón vuelve al país por segunda vez, la emboscada.
Y el sindicalismo en la primer etapa actuando de alguna manera en función de eso, porque lógico que eran pro-yanquis específicamente, hay algunos sindicatos que tienen que ver con áreas productivas, que estaban ganados por las políticas pro-yanquis pero al final por un problema de competencia política y un problema ideológico; eran profundamente anti-comunistas.