Por Camila Parodi (@_ParodiCamila)/ Foto de Tadeo Bourbon
A tres años del primer Ni Una Menos, el feminismo organizado sigue dando respuestas al cotidiano de violencias machistas y el silencio del Estado.
Una entrevista colectiva a las integrantes de la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres en el marco de un nuevo Ni Una Menos.
¿Qué lectura hacen del actual contexto?
El contexto actual nos encuentra en una gran efervescencia, con diferentes expresiones de organización como mujeres, lesbianas, trans y travestis. Al mismo tiempo, el Estado nos reprime, nos precariza, ajusta, nos despide de los trabajos y aplica una política de vaciamiento de todos los programas o espacios que deberían dar acompañamiento y seguimiento a mujeres, trans, travestis en situación de violencia machista.
Desde la Campaña Nacional Contra Las Violencias Hacia Las Mujeres, integrada por más de treinta organizaciones, vemos día a día este avasallamiento de derechos en distintas áreas y dimensiones a la vez. En todas las regionales y territorios en los que intervenimos denunciamos las violencias que se profundizan en un sistema neoliberal, y nos organizamos para combatirlas.
Como movimiento de mujeres tenemos una larga historia de lucha. Sabemos de la fortaleza de la organización y de las redes que construimos entre nosotrxs. Por esos estamos alertas y activas, para que este avance sea sólido y no seamos asimiladxs por el sistema.
¿Cuáles son los desafíos para el feminismo organizado contra las violencias machistas? ¿Qué estrategias se dan?
Para nosotras los desafíos y herramientas van juntos. La articulación de herramientas por abajo, desde las bases. Darle pelea al Estado contra el ajuste, que también es violencia sobre nosotras. También fortalecer la organización de las compañeras en los sindicatos, problematizando los conflictos desde un abordaje profundamente feminista, que cuestione la relaciones de poder.
Consideramos que en este momento hay que evitar la burocratización del movimiento ya que necesita seguir construyéndose desde abajo. Por eso las demandas que salen de los encuentros regionales y nacionales de mujeres y de los documentos de nuestra agenda de lucha son nuestro pliego de reivindicaciones colectivas. Creemos todo un desafío unificar la agenda de lucha en una agenda feminista, clasista, popular, autónoma. Es en ese sentido que tenemos que estar atentas a las nuevas formas de asimilación del feminismo por parte del Estado con recetas liberales diseñadas por organismos internacionales.
¿Que análisis hacen del actual contexto de avance y visualización de la lucha de las mujeres?
Quienes conformamos espacios de lucha de mujeres e identidades disidentes podemos ver el avance de la lucha feminista, acompañado de la visibilización de los espacios que lo integran y que vienen creciendo exponencialmente, tanto cuantitativa como cualitativamente dentro de las diversas organizaciones. El avance da cuenta de la necesidad social de hablar finalmente sobre la violencia machista y de la búsqueda de su derrocamiento. Cada vez somos más y eso nos anima a tomar el protagonismo, empoderarnos y embarcarnos en la destrucción de la estigmatización social. La visualización nos conecta, nos ayuda a tejer redes que nos dan más seguridad para poder expresar nuestros deseos y prácticas destinadas a limitar al macho que nos oprime, resistiendo y atacando las relaciones patriarcales. Al encontrarnos cada vez con más compañeras de lucha y espacios de contención destruimos el aislamiento de la culpa patriarcal que nos somete.
Hoy es moneda corriente encontrarnos en la calle con compañeras adolescentes que salen de su escuela y se ponen el pañuelo verde para pedir por aborto legal, seguro y gratuito, consigna con fuerte presencia en las calles, en los espacios de discusión y debate y hasta en los espacios televisivos con mayor espectadores que terminaron por acercar miles de mujeres a las organizaciones que vienen llevando como bandera hace muchísimos años esta pelea.
Pero por supuesto que esto no llega sin resistencia de los espacios más conservadores de nuestra sociedad con un machismo fuertemente arraigado: los casos de misoginia, femicidio, lesbo-trans-travesti-bi odio también se presentaron con mayor fuerza que nunca. La resistencia de un sistema patriarcal que siente que su continuidad peligra y no va a ceder. Pero nosotrxs tampoco, con mayor fuerza y sororidad que nunca, vamos a seguir poniéndole el cuerpo ¡porque el patriarcado se tiene que caer!
¿Qué es Ni Una Menos para la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las mujeres?
Al exigir, denunciar y afirmar “Ni Una Menos” no sólo hacemos mención a los femicidios, aquella violencia extrema propiciada en contra de mujeres y sexualidades disidentes, sino que también evidenciamos las múltiples violencias cotidianas que se desarrollan de forma sistemática, de diversas formas y en los distintos espacios donde transitamos. Dichas violencias machistas hacia las mujeres y sexualidades disidentes son legitimadas, naturalizadas y reproducidas desde la lógica patriarcal y capitalista.
Sostenemos que es propicio desnaturalizar y visibilizar las múltiples violencias machistas. Entendemos que la lucha y organización en contra de ello es el eje troncal para eliminarlas.
Es por ello que entendemos que cuando hablamos de Ni Una Menos, también visibilizamos aquellas mujeres y cuerpos con capacidad de gestar que se encuentran en riesgo al realizarse abortos clandestinos, porque lamentablemente, las que mueren son las mujeres y personas con capacidad de gestar más pobres, o que terminan presas a causa de la justicia patriarcal.
¿Como se preparan para las jornadas del 3 y 4?
Este 3 y 4 de junio nos encuentra con nuevos desafíos. Venimos transitando las hermosas jornadas de debate y acciones culturales y políticas en la puerta del Congreso, en nuestro querido conurbano y en diferentes provincias de nuestro país: Tucumán, Mendoza, entre tantas, acompañando la 7ma presentación del Proyecto de ley de la Interrupción voluntaria del embarazo presentado por la Campaña Nacional por el Aborto legal, seguro y gratuito, exigiendo al Estado que garantice el acceso de forma igualitaria a las prácticas seguras de interrupción del embarazo y la atención integral de la salud para proteger la vida de las mujeres y personas con capacidad de gestar.
Esto ultimo mes nos fuimos encontrando también, como estos últimos años, en la asamblea de Ni Una Menos, donde semana a semana fuimos construyendo colectivamente la gran movilización que nos encontrará este próximo 4 de junio. Fue como siempre una experiencia muy rica, donde debemos continuar poniendo en práctica las herramientas y saberes que nos fue dando el feminismo para la discusión saludable, la crítica y la autocrítica como método de construcción colectiva. Desde la Campaña sostenemos que construyendo en unidad este movimiento poderoso, de mujeres y disidencias podemos lograr muchas cosas. No nos olvidamos que fuimos nosotrxs lxs que hicimos el primer paro nacional (e internacional) a este gobierno con masivas movilizaciones.
Es por eso por lo que fuimos calentando motores en nuestros territorios realizando acciones culturales y políticas. Asambleas en Plaza de Mayo, Parque Patricios, en el sur y noroeste de nuestro hermoso conurbano. Nuestros cuerpos, nuestros territorios saben que son días de lucha en nuestra Argentina como en toda nuestra Abya Yala.
Este 4 de junio saldremos en trenazos desde el Norte, Oeste y Sur del Conurbano como así también desde nuestros barrios, villas de la Capital para poner nuestro hermoso grito de guerra contra el Patriarcado, el capitalismo y todas las formas de opresión sobre nuestros cuerpos.