Por Fermín Moreno. Con el empate entre Boca y Vélez, el que debía festejar era Newell’s. Pero la alegría de la punta se vio empañada por la muerte de otro hincha en el fútbol.
Finalizó la 14ª fecha del Clausura 2012 y hay un único puntero. Con el 3 a 1 del sábado ante Unión, en un Estadio Marcelo Bielsa hasta ese momento de fiesta -y ayudado por el 0 a 0 entre Boca y Vélez del día siguiente-, la Lepra rosarina está en la cima del campeonato, a cinco fechas del final. Con sus 28 puntos, los rosarinos miran desde arriba a Boca (26), a su vez un escalón arriba de Tigre y Arsenal (25). Vélez y el sorprendente All Boys quedaron con 24, cerrando el lote de los que todavía guardan esperanza de campeonar.
Una fiesta que se convirtió en tragedia
Con un primer tiempo contundente, que terminó 3 a 0 (goles de Figueroa, Vergini y Urruti), Newell´s Old Boys venció en Rosario a Unión de Santa Fe. El tatengue intentó una reacción en el segundo tiempo, con el descuento de Donnet en el primer cuarto, pero no pudo con el juego sólido del equipo dirigido por el Tata Martino, que se trepó a la punta en soledad, aprovechando el empate de Boca.
La fiesta en el Parque fue empañada horas más tarde, cuando se anunció el fallecimiento de Sergio Fernández, el hincha de Newell’s que recibió un balazo después del partido, aparentemente disparado desde un micro que trasladaba a barras de Unión. Fernández murió con una herida en el abdomen. Tenía 31 años.
El duelo más esperado
El último partido de la fecha arrancó defraudando las expectativas previas, pero en el segundo tiempo la Bombonera se puso vibrante.
Durante la primera mitad se vio un espectáculo mediocre. Los dos se prestaron la pelota y ninguno pudo concretar un juego profundo en el área. En Boca, Riquelme alternó más malas que buenas y a excepción de Erbes, el resto del equipo estuvo impreciso, abusando del pelotazo. En Vélez no aparecieron Insúa ni Cantero, y la movilidad de Óbolo –sólo arriba- no alcanzó contra un buen trabajo defensivo de Schiavi y Caruzzo, remplazante del suspendido Insaurralde. A los 41’ del primer tiempo, el árbitro Patricio Loustau tuvo una participación determinante, al expulsar al lateral derecho de Boca, Facundo Roncaglia, tras una dura falta contra el Pocho Insúa, que hubiera merecido amarilla.
El segundo tiempo comenzó como había terminado el primero, con un Vélez decidido a mover la pelota y a imponer su buen juego asociado de mitad de campo hacia arriba. Pero Falcioni resolvió el ingreso de Franco Sosa por Cvitanich, y con eso regresó a su formación original por izquierda, con Clemente de lateral y Sánchez Miño de volante. Así, rápidamente se diluyeron las buenas intenciones del visitante y un jugador se hizo el dueño del partido: Juan Román Riquelme. El capitán de Boca empezó a jugar redonda la pelota, el equipo creció en volumen y todo cambió para el Xeneixe. Con un enorme despliegue del mediocampo -que tuvo a Erbes en un gran nivel y un muy buen segundo tiempo de Sánchez Miño-, Boca esperó bien parado y recuperó una y otra vez la pelota, que fue defendida con talento por Riquelme, haciendo jugar a lo que quedaba del equipo en la ofensiva. El mejor funcionamiento colectivo del local disimuló el hombre de menos e incluso logró arrimarse al arco de Barovero con peligro. Vélez tuvo la pelota y la iniciativa, pero el mediocampo bajó su nivel y sufrió ante las pisadas y el control de pelota de Riquelme. Bajo la conducción técnica de Gareca, el Fortín apostó todo con el ingreso del Burrito Martínez y un poco más tarde de Iván Bella, pero los intentos fueron muy tibios y bien respondidos por la defensa rival, con Schiavi a la cabeza. Apenas una chance clara llevó real peligro, con un desborde de Augusto Fernández (irregular, pero de lo mejor de la visita) que cabeceó mal primero Martínez y después Óbolo. Finalmente, el 0 a 0 les hizo perder un punto a los dos. No tendrán tiempo para el descanso. Ambos equipos están en cuartos de final de la Libertadores y el jueves recibirán a dos equipos brasileños: Boca a Fluminense y Vélez al Santos, que vendrá al Amalfitani con Neymar como estandarte.
Abajo y al medio
En la lucha por no descender, el sábado en el Nuevo Gasómetro se jugó una mini-final entre San Lorenzo y Olimpo de Bahía Blanca. A pesar del claro dominio del Ciclón durante gran parte del encuentro, el equipo bahiense fue el que golpeó primero a los 27’ del segundo tiempo, cuando el delantero paraguayo Bareiro puso el 1 a 0 al conectar un centro de Martín Rolle, el mejor jugador visitante. De ahí en más el estadio fue una caldera, con un resultado que ponía a San Lorenzo en un lugar muy complicado. Pero a los 3’ de descuento, cuando el partido se cerraba, apareció Gigliotti para conectar un centro de Bufarini y selló el empate, que dio a Caruso y a la gente azulgrana un poco de respiro. Al día siguiente, el Cuervo respiró aún más, cuando Tigre, que jugó casi todo el partido con uno menos (a los 22’ PT fue expulsado Orban), empató 1 a 1 con Colón en Santa Fe.
Con la derrota 1-4 de San Martín de San Juan ante Arsenal, los locales se mantienen con San Lorenzo en la promoción, y Tigre y Olimpo en descenso directo.
Atlético Rafaela y Banfield son quienes más cerca están de ser alcanzados. De visita en Córdoba ante Belgrano, Rafaela rescató un punto en los últimos minutos, en un partido que el Pirata arrancó ganando casi desde el vestuario. En el clásico del sur, Banfield cayó en Lanús por 2 a 1 (ver nota aparte).
En otros encuentros, con el regreso de Verón, Estudiantes venció a Godoy Cruz en La Plata. Fue precisamente la Bruja quien le puso el centro en la cabeza al Chavo Desábato para desnivelar el encuentro y darle la primera victoria a Martín Zucarelli, su técnico interino. El Pincha no ganaba desde la fecha 7ª, cuando superó 2 a 1 a Argentinos. La mala noticia fue que el capitán albirrojo se retiró lesionado al promediar el segundo tiempo.
El Bicho, en tanto, le ganó 2 a 1 a Racing. Tras la apertura de Ramírez para Argentinos, Viola puso rápidamente el empate, todo entre los 8’ y los 13’ del primer tiempo. Pero a dos del final, Morales marcó el gol definitivo. Una nueva cachetada para la Academia, a quien la llegada de Zubeldía no ha logrado sacarlo de la irregularidad (dos victorias y dos derrotas desde la salida del Coco, que renunció como DT tras el 1-4 en el clásico ante el Rojo).
Por último, Independiente cayó ante All Boys, como local, por 3 a 0, en un resultado que no se ajusta al trámite del partido pero premió la contundencia del albo, que juntó experiencia y juventud en los goles de Martín Morel, el pibe Rudler y el interminable Mauro Matos.