Por Camila Amatriain. Los trabajadores y trabajadoras de la cadena de comidas rápidas Nac & Pop denuncian el vaciamiento de los locales y la deuda de salarios. Ayer decidieron la auto gestión de uno de sus locales en defensa de los puestos laborales.
Trabajadores y trabajadoras del local de comidas rápidas Nac & Pop, de la zona de Congreso; tomaron el lugar como respuesta ante la falta de pago del salario adeudado desde hace ya tres meses. A pocas cuadras de allí, empleados despedidos de Global Exchange cortaron Uruguay y Av. Córdoba para denunciar la quiebra fraudulenta de la empresa y el reclamo de su indemnización. En ambos casos el abuso patronal fue desoído por el ministerio que conduce Carlos Tomada.
“Estamos realizando una asamblea preventiva por tiempo indefinido hasta que se haga presente Alex Daniel Gordon, que es el jefe de la cadena. Llevamos seis meses de vaciamiento de los locales, de pago en negro a los trabajadores, despidos y rotaciones de sucursales”, afirmó Karen, una de las trabajadoras que se encuentra defendiendo su puesto de trabajo en el local ubicado en Rivadavia 1775.
La cadena de comidas rápidas nació hace 3 años, tiene 18 locales en la ciudad de Buenos Aires y alrededor de cien empleados. Su fundador, Alex Gordon, considera que Nac & Pop es un “equilibrio justo entre calidad y buen precio”. Comenzó con el emprendimiento cuando notó que en Buenos Aires hacía falta una “venta impulsiva de comidas en la calle sin demasiado trámite y abierto durante todo el día: Primero inauguramos dos locales que no tenían nombre y con el tercero comenzamos a diagramar una idea ya conceptual” y continúa: “fue fundamental la apertura las 24 hs y que los establecimientos no tuvieran puertas. Y el éxito de Nac & Pop es la madrugada porque se está convirtiendo en el nombre de la previa y el after”. Afirmaba el empresario en un sitio empresarial. La reseña no explica en cambio, las condiciones de trabajo de sus empleados y los derechos laborales de los mismos.
El local de Congreso es el primer lugar donde los trabajadores decidieron organizarse y decir basta. “Es una situación fraudulenta. Le deben a los acreedores, a los proveedores, nos deben a nosotros, echaron a trabajadores de palabra y hasta nos amenazaron de muerte”, afirmó Jairo; otro de los empleados.
Previa a esta medida, los trabajadores se acercaron al Ministerio de Trabajo, se asesoraron con abogados, informaron la irregularidad en la que fueron contratados y en la que hoy siguen empleados. Nada se resolvió: la cartera laboral que conduce Carlos Tomada ni siquiera los atendió. Hoy decidieron seguir resistiendo.
“Gordon tiene deudas insostenibles. Tiene alma de estafador, antes de los Nac & Pop tenia el “Show del pancho”, esto también paso con dos locales de comida que tenia en el Pasaje del Carmen. Acá vamos a estar por tiempo indefinido, no nos vamos a mover del local, y esperamos poder retomar las tareas para mantener nuestra fuente de trabajo”, concluyó Jairo.
Una multinacional del fraude
Los 39 trabajadores de Global Exchange protestaron en la puerta de la empresa, ubicada en Uruguay 750 y luego se movilizaron al juzgado comercial para denunciar penalmente a la empresa que los dejo en la calle sin pagarles los salarios adeudados y sin indemnización.
Javier Costa, uno de los trabajadores despedidos denunció: “La empresa presentó una quiebra fraudulenta, los acreedores mayoritarios son ellos mismos, estamos desde el 25 de abril sin trabajo y no nos pagaron la indemnización”. La denuncia por quiebra y la denuncia penal fue presentada contra los dueños y administradores: Juan e Isidoro Alanis; empresarios dedicados al mundo de los negocios desde hace décadas, condición de la cual sacan provecho en varias partes del mundo.
Isidoro Alanís formo parte del encuentro “Emprendedores 2020” realizado en Salamanca en noviembre de 2013. En su exposición, el empresario recordó sus comienzos en una pequeña oficina en Fuentes de Oñoro que hoy se ha convertido en un grupo que es la tercera potencia mundial en cambio de moneda, con 15 filiales repartidas por todo el mundo y casi mil trabajadores. La clave, a su juicio, está en “creer en nuestras oportunidades, no tener miedo a la competencia y seguir avanzando”. Meses después, vaciaba los locales argentinos dejando a decenas de familias en las calles. Isidoro Alanís es, además, alcalde de esa localidad salmantina.
La empresa nunca tuvo buena predisposición en el diálogo con los damnificados. Habían prometido pagar lo que correspondía, pero no lo hicieron.
Global Exchange es una multinacional que desde 1996 se ha distribuido en 9 países de todo el mundo y tiene como objetivo llegar a 2016 abriendo locales en 25 países en total, “Esto nos permitirá incrementar nuestra plantilla hasta los 2.300 trabajadores en todo el mundo. Se trata de un crecimiento sólido y sostenido con el que seguiremos consolidando nuestro liderazgo en América Latina y Caribe y afianzando nuestro crecimiento en otros continentes como Europa, norte de África, Asia y Oriente Medio, llegando así cualquier parte del mundo donde surja la oportunidad”, desarrolla y promete el Grupo Global Exchange en su página web.
Los trabajadores de la casa de cambio de la zona de Congreso no sabían que a metros de allí también otros laburantes reclamaban lo mismo: Ser escuchados. Pero Tomada anda ocupado y por ahora, las familias que quedaron en la calle siguen organizándose para lograr una solución definitiva que implique la recuperación de los puestos de trabajo.