Por Leonardo Candiano. Sures, integrado por Marcos Di Paolo, Facundo Guevara y Diego Wainer, se presenta el martes 16 en Buenos Aires. La experimentación y la fusión musical a partir de nuestra tradición popular, el camino desde el cual partir.
El trío instrumental Sures, integrado por el guitarrista Marcos Di Paolo, el percusionista Facundo Guevara y el contrabajista Diego Wainer (en reemplazo del holandés Daniël Lehmann), se presentará el próximo martes 16 de diciembre en el Espacio Tucumán (Suipacha 140, C.A.B.A.) a las 21:00, como parte de su gira nacional iniciada en noviembre en la provincia de Córdoba, que siguió por Mendoza a inicios de este mes y que terminará durante 2015 en Rosario y en Tucumán.
Producido y motorizado por el guitarrista Marcos Di Paolo, Sures es una apuesta instrumental dedicada a la experimentación de nuestra música popular folklórica. Con influencias jazzísticas y todo el virtuosismo y la audacia del propio Di Paolo, el lujoso Facundo Guevara, y la siempre transformadora presencia del contrabajo en el folklore (con Lehamnn en el disco y ahora con Wainer en las presentaciones en vivo), Sures reivindica la tradición musical nacional conjuntamente con la originalidad de su fusión con otros géneros y la pulida presencia del conocimiento académico en cada uno de sus integrantes.
Con siete temas pertenecientes a Di Paolo y la interpretación de tres clásicos -“Zamba de Agramonte”, “Remolinos” y “Very Early”-, el sonido tradicional se refunda en un camino que la música argentina viene desarrollando en los últimos tiempos, el de innovar a partir de una notoria raíz folklórica.
De este modo, el nombre del disco -y del trío- resulta casi un principio que explica lo que vamos a oír. Nuestra música, la del sur latinoamericano, en particular la de Argentina, puede interpretarse de muchas maneras; se puede experimentar a partir de una base folklórica y llegar a nuevos horizontes musicales. No hay una forma unívoca a seguir de manera epigonal. Sures, así, en plural, expresa esa proliferación de la cual se nutre lo mejor del nuevo cancionero local.
Por otra parte, armonizar el sonido del contrabajo con ritmos folklóricos es una tarea que, no por ya recorrida últimamente por diversas formaciones jóvenes, resulta menos ardua; y Sures la logra llevar adelante con creces en una búsqueda absolutamente instrumental, es decir, que prescinde de uno de los principales soportes que ha tenido nuestro folklore en las últimas décadas: la presencia de la voz.
La guitarra de Di Paolo arranca el álbum con un aire de chacarera que lleva el triple nombre del disco, el grupo y el tema: “Sures”, una de las tantas canciones de composición propia de Marcos. Rápidamente, en una puesta musical que se repetirá durante gran parte del recorrido posterior, la argamasa del trío emerge en toda su tranquila sapiencia. La percusión de Facundo Guevara y los sonidos siempre graves del contrabajo de Daniel Lehmann se entremezclan y logran provocar un perfil definido que los acompañará durante todo el disco.
La cueca cuyana “Remolinos”, del mendocino Manuel “Nolo” Tejón, renace en una serena versión, iniciada nuevamente por el arpegio de Di Paolo. Lejos del vértigo que asoma en toda cueca, esta interpretación galopa calma su sendero. El piano de Randal Corsen concentra la atención de “Un minuto” antes de que el trío arranque con la encantadora “Mishi´s Kiut”, bajo la omnipresente impronta de la percusión de Guevara, preludio a su vez del clásico “Zamba de Agramonte”.
Ésta última es una eximia versión del tema del Cuchi Leguizamón, donde puede notarse con claridad la identidad de Sures. Partir de lo propio -en este caso un clásico de nuestra música-, y desde ahí iniciar viaje con improvisaciones jazzeras. Ese camino se profundiza con “Very Early”, de Bill Evans, que se adentra completamente en el mundo del jazz a través de la reversión de una pieza de uno de los grandes exponentes del género.
Chacarerea el trío en “Porteadores” (Di Paolo), tema que es uno de los descubrimientos más relevantes de este disco y donde la participación de Guevara se reconoce con mucha fuerza de principio a fin. Luego, un aire de zamba con nombre mendocino -“Uspallata”- y violín en primer plano gracias a la destacada participación de Jasper Le Clercq, hace retornar a Sures a su sosegado ritmo.
Así vamos llegando a puro goce a la última curva, donde encontramos “Lagunas secas” (nuevamente con la presencia al piano de Randal Corsen) y “Fiestas en la libertad” (ambas piezas de Di Paolo). Si la primera desanda tenue el mismo ritmo pausado del que se nutre el álbum, la segunda candombea bien arriba de la mano de una apreciable tarea de Guevara para cerrar el disco.
Sures es una producción extremadamente prolija que hurga en el folklore con herramientas de evidente formación musical académica. Cuecas, zambas, chacareras, resuenan originales bajo esta impronta. El resultado es la presencia de una tradición musical renovada que la semana próxima podrá oírse en nuestra capital.