En medio del debate por el traspaso del subte al ámbito porteño, el martes por la tarde sucedió un hecho sumamente lamentable. Con la muerte de un trabajador de la empresa Metrovías, mientras realizaba tareas de mantenimiento en un taller, se vio reflejada la falta de inversión y control de la empresa en las condiciones laborales de sus trabajadores.
Debido a este incidente los trabajadores de la línea D paralizaron el servicio ese mismo día, realizaron protestas durante el día de ayer y tienen programado un paro total de todas las líneas y el Premetro para esta tarde entre las 14 y las 16 horas.
Lo que denuncian los Metrodelegados es que la empresa quiso “ocultar” el episodio quitando pruebas que daban cuenta de que el trabajador había fallecido por problemas en la soldadora eléctrica con la que realizaba su trabajo. El delegado de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) Alberto Pianelli explicaba en declaraciones radiales: “la indignación más grande que tenemos es con la actitud de la empresa Metrovías que agarró la soldadora y la sacaron, lo barrieron al compañero e intentaron tapar todo”. Los trabajadores del subte ya vienen denunciando problemas de este tipo hace tiempo, en palabras de Pianelli la “infraestructura con la que trabajamos está en decadencia, rota y es arcaica”, lo que demuestra que las posibilidades de que la soldadora efectivamente haya estado en mal estado es algo que fue advertido previamente. En el día del incidente Néstor Segovia, otro de los delegados de AGTSyP explicaba que la muerte de su compañero hubiera sido completamente evitable si hubiera estado trabajando con el equipamiento adecuado y en condiciones. “Queremos a los responsables y que se haga justicia porque vienen pasando muchas cosas en el subte” reclamó Segovia. También explicó la falta de normas de seguridad y dijo que con la presencia de un disyuntor se hubiera impedido la muerte del operario. En medio de esta situación el Gobierno Nacional y el de la Ciudad siguen su puja por ver quién se hace cargo del subterráneo, sin importar por ejemplo quién es el que controla el contrato de Metrovías.
El traspaso en el Senado
Entrando la noche, desde la cámara Alta del Congreso se aprobó con 54 votos positivos la media sanción para realizar el traspaso del subte, 33 líneas de colectivo y el tranvía al ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según la agencia DyN el oficialismo estaría intentando aprobar el traspaso definitivo el miércoles que viene y convertirlo en ley al día siguiente. Si esto es cierto, queda de manifiesto el apuro del gobierno Nacional por resolver quién es el verdadero responsable de administrar el transporte público de pasajeros dentro de la Capital Federal. En un debate que duró más de seis horas y expusieron 27 senadores de todos los bloques nada se dijo de la situación que estaba afectando al servicio subterráneo y que fue provocada por negligencia de la empresa y le costó la vida a un joven de 33 años.
Después del largo debate se ratificó la transferencia del subte y las 33 líneas de colectivo a la Capital Federal. El proyecto fue apoyado por los senadores del bloque del Frente para la Victoria y la Unión Cívica Radical, el Socialismo se abstuvo con un voto y en contra lo hicieron los senadores del Peronismo Federal, de la Coalición Cívica y Samuel Cabanchik del Proyecto Buenos Aires Federal. Por su parte el radicalismo pidió incorporar actas acuerdo de traspaso como sucedió con el subte el pasado 3 de enero, pero la propuesta fue rechazada por 42 votos, principalmente del oficialismo.
Otros de los temas que tuvieron presencia en el recinto fueron la política de subsidios y el actual sistema ferroviario. Para defender ambas políticas tuvo voz el senador Miguel Pichetto quién rechazó las críticas opositoras y llamó a pensar en conjunto para un futuro “qué hacemos con el sistema ferroviario, que necesita una fuerte asignación de recursos, un proceso de estatización o transformarlos en sistemas mixtos. En relación al sistema ferroviario y la tragedia de Once también defendió al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quién había sido acusado por el senador Gerardo Morales de ser “el responsable de corrupción en los subsidios del Estado”.
Con la media sanción quedará por esperar alrededor de una semana más para ver cómo termina de aprobarse esta iniciativa en el Congreso. Por otra parte, desde el gobierno de la ciudad no hubo intervenciones esta semana con respecto a que sucedería ante un inminente traspaso del transporte a su jurisdicción. Funcionarios de distintos arcos políticos hacen hincapié en la falta de seguridad jurídica que manifestó Mauricio Macri al dar marcha atrás con el traspaso. Desde el kirchnerismo dijeron que no quiere hacerse cargo porque teme una tragedia bajo tierra y no quiere estropear su imagen, algo que probablemente sea cierto y que se vio agravado esta semana con la muerte de un trabajador de la línea D. Con el proyecto a medio aprobar, y el macrismo silenciado en medio del traspaso, queda una medida de los trabajadores del subterráneo que intentarán dar visibilidad a una realidad que en el Congreso no fue discutida y es qué responsabilidad tienen los gobiernos en los contratos de concesión de los servicios públicos. Porque ya sucedió en Once hace exactamente un mes y el martes en un taller de la estación Congreso de Tucumán, y si bien la Justicia lo está investigando, quienes quedan en la cuerda flojas son las empresas concesionarias, TBA en la primer caso y Metrovías en el último.