Por Luz Ailín Báez
Mañana desde las 17.30 horas se realizará en el Parque Tecnológico de Migueletes, sede central del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el encuentro “Murgas por el INTI”, en apoyo a los 258 trabajadores y trabajadoras despedidas de dicha institución en el mes de enero.
La consigna para este sábado se repite: En INTI no sobra nadie. Los autos que por allí pasan tocan sus bocinas mostrando apoyo a quienes desde hace más de 40 días llevan adelante el acampe. La zona se encuentra militarizada desde el 2 de febrero, tras la movilización de más de 10 mil personas al Ministerio de Trabajo, pidiendo la reincorporación de los compañeros y compañeras despedidas. A lo largo de estas semanas se pudo ver a Javier Ibañez, presidente del INTI, diciendo por televisión que no habría más despidos. Apenas tres días después el Jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña negaba dicha aseveración diciendo que “Durante el gobierno anterior se había duplicado la cantidad de empleados estatales” y que “El objetivo del equipo que lidera el INTI es poder llegar a una dotación acorde a las necesidades y funciones”. Actualmente la sede central del INTI cuenta con 3100 empleados y empleadas (incluyendo a las y los 258 despedidos). “La reducción de personal se enmarca en el plan de ajuste que el gobierno viene realizando sobre las dependencias estatales, tocándole en esta oportunidad al instituto referente de la industria nacional”, dijeron las y los trabajadores en un comunicado.
A lo largo de estas semanas de lucha, las redes sociales se llenaron de videos y panfletos que invitaban y difundían espectáculos culturales diversos- desde bandas hasta compañías de danza y expresión corporal- que se llevaron a cabo en el predio, en apoyo al reclamo. La semana pasada y en medio de un cerco policial que cortaba los accesos de General Paz al predio, se realizó una exposición- TECNOINTI- para difundir la importancia y utilidad del trabajo cotidiano que allí dentro se realiza. Este fin de semana el espectáculo será murguero.
La cultura al servicio de la lucha
De uno y otro lado del Río de la Plata, la murga siempre se caracterizó por brindar un relato contestatario del orden social y político. De origen popular, mezcla de ritmos gaditanos y candombe africano, la murga uruguaya, por su parte, supo hacer del canto y la denuncia carnavalera, su esencia. De allí que haya tenido que lidiar con las prohibiciones desde tiempos coloniales, con el punto álgido durante las últimas dictaduras militares. En estos últimos años se han multiplicado los talleres de murga estilo uruguayo en la ciudad de Buenos Aires. Muchos de quienes nos hemos acercado al canto murguero lo hemos hecho desde la inquietud de la construcción colectiva y artística en un contexto político y social que puja por reforzar la competencia entre pares.
“Murga Es Pueblo surge de la necesidad de juntarse. De esa convicción de que el grito es más fuerte juntos. De volver al contacto directo con la calle, con el pueblo y sus reclamos urgentes, entre quienes compartimos que eso es la murga: expresión popular, voz del pueblo”, opina Juan, de la Che Bo Quién So?, una de las murgas que integra el colectivo. Y es que el punto está en concebir a la murga como herramienta poderosa para lidiar con la conflictividad social y transformarla.
La actividad que tendrá lugar este sábado está organizada por los colectivos Murga Es Pueblo y El Otro Carnaval en conjunto con los Familiares y Amigos de los Trabajadores del INTI y viene a sumar expresión artística más a las que se vienen llevando a cabo durante todas estas semanas. “Seremos muchas murgas que intentaremos aportar a la masividad de un proceso que demostró tener muchísima unidad y más en concreto al fondo de lucha que es tan importante para los trabajadores”, expresa Nicolás, de murga La Descorchea. Siete murgas de estilo uruguayo- La Recalcada, Esa Te La Debo, Floja de Papeles, La Moña Suelta, Che Bo Quién So?, La Notalpié, La Descorchea- y una batucada- Bahía Norte Percusión- pondrán voces y percusión al reclamo que cada vez junta más adhesiones. Porque ni en el INTI ni en ningún otro lugar, sobran trabajadores y trabajadoras.