Por Sebastián Alonso
Ante la política de ajuste, persecución y recorte en lo que respecta a la política publica de niñez en el Municipio de Morón, organizaciones sociales y trabajadores y trabajadoras organizadas realizarán un festival.
En el Municipio de Morón, gobernado por el intendente Ramiro Tagliaferro, las políticas relacionadas con la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y jóvenes están en peligro: despidos de trabajadores y trabajadoras comprometidas, vaciamiento de políticas públicas, hostigamiento y persecución política son algunos de los sucesos. Una gestión a la que parece no importarle que detrás de cada política de ajuste se pone en juego la dignidad de la vida de pibes y pibas de los barrios del conurbano.
Ante esto, trabajadores, niños, niñas y jóvenes se organizan para manifestarse el próximo viernes 2 de diciembre en el Festival “La Niñez no se ajusta” en la plaza San Martín de Morón, frente al Palacio Municipal. Allí se realizarán diversas actividades para los pibes y las pibas de las organizaciones como así también muestras, murga y bandas desde las cuales se denunciará la actual situación de la política pública de niñez en el territorio a la comunidad. Marcha dialogó con trabajadoras y educadores que se vieron afectados por el mismo ajuste y que, en ese contexto que es también de persecución, algunos de ellos solicitaron que se resguarde su identidad.
La lucha va más allá de los puestos de trabajo apunta a defender los derechos de los pibes y pibas
“Con la gestión que empezó en diciembre de 2015 con Ramiro Tagliaferro se plantearon cambios en el interior Dirección (de Niñez y Juventud) que tienen que ver con la reducción o eliminación de los equipos de trabajo en los distintos territorios quedando así niños, niñas y jóvenes y sus familias sin acompañamientos en las distintas situaciones problemáticas”, denuncia una trabajadora despedida al presentar el conflicto.
Esta es la grave situación que está viviendo hoy la niñez en el municipio de Morón, un tema que no se encuentra en las agendas de los gobiernos y que se manifiestan en las acciones que toman sin importar sus consecuencias en las vidas de los pibes y las pibas. Quienes están a cargo de estas áreas del gobierno municipal son Antonella Belleri como Directora de Niñez y Juventud y Fernando Cid, de la Secretaría de Políticas Sociales y Abordajes Integrales, a la que corresponde la Dirección. Diversos fueron los episodios donde esta situación de extrema vulnerabilidad se manifestó tanto hacia trabajadores y trabajadoras de políticas pública estatales como a organizaciones sociales que trabajan en la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
“Lo primero a destacar, es el proceso desde enero, cuando despiden a 5 compañeros de la Dirección de Niñez y Juventud, quienes fueron claramente señalados como militantes de otros partidos y referentes territoriales”, manifestó Paula Smilges, educadora popular despedida en octubre pasado del Centro de Desarrollo Infantil del Barrio Carlos Gardel. “En marzo despiden a 13 compañeros más en parte estos despidos, se definen porque el día 28 de enero varios compañeros de distintos dispositivos se presentan en la Dirección de Niñez para exigir la firma de los contratos de aquello que estaban trabajando sin contrato desde el 31 de diciembre de 2015, aquellos que estuvieron en esa reunión fueron despedidos” explica la educadora.
A partir de estos episodios, “nos comenzamos a organizar como Trabajadores de Niñez en Lucha -expresa Smilges- con todo esto, entendemos que la lucha va más allá de los puestos de trabajo sino que apunta a defender los derechos de los pibes y pibas de Morón”. Por lo manifestado por las y los trabajadores organizados, quienes no fueron despedidos recibieron profundas hostigamientos y vaciamiento de tareas en sus puestos y dejándolos sin espacio de trabajo. Es así, que a partir de la inactividad de estos trabajadores, muchos decidieron renunciar ante la violencia laboral que recibían.
“En relación al Centro de Desarrollo Infantil (CDI), desde que nos empezamos a organizar recibimos hostigamientos, como ingresos arbitrarios de chicos porque se le ocurría a la Directora, quien fue una sola vez al barrio, por eso nosotras decimos: Al CDI no lo vaciaron de gente -denuncia- lo vaciaron de su contenido, de sus objetivos que tienen que ver con la restitución de derechos y que el espacio aloje chicos con extrema vulnerabilidad social”. Y en ese contexto reflexiona “nada tiene que ver con el espacio que era y lo poquito que pudimos sostener en este último tiempo, lo sostuvimos a costa de discusiones constantes y muy fuertes con las coordinaciones que pasaron y con la directora”.
En lo que respecta al CDI explica “las condiciones edilicias actuales son más paupérrimas, sin matafuegos y atrincherados adentro con tres candados en cada puerta. Los alimentos llegaron recién en abril o mayo, por lo que estuvimos comiendo comida vencida durante todos esos meses con los pibes, también nos quitaron la modalidad de trabajo que nos permitía trabajar sobre las situaciones individuales de los chicos, obligándonos a estar con el grupo entero de chicos de lunes a viernes, limitando nuestra posibilidad de planificar y pensar objetivos tanto grupales como individuales para con ellos” denuncia Smilges.
La última ola de despidos sucedió a fines de octubre. Los mecanismos cínicos de despersonalización y desprecio se repitieron nuevamente. “A nosotros tres, los últimos despedidos, nos citaron un jueves a las 8 de la noche para el otro día: un viernes a las 4.30 de la tarde” explica otra trabajadora recientemente despedida. “Todos fuera de su horario de trabajo, a última hora, en una institución del barrio Carlos Gardel que no es la nuestra” expresa “allí nos esperaron con una patota de 6 o 7 tipos, entre los que estaba la señora Adriana Ortiz, autoridades de la UGC 3 (Unidad de Gestión Comunitaria) más gente de mantenimiento del municipio”. “Nos hicieron pasar de a uno y no nos dieron explicaciones, cuando salgo primera, veo que hay dos gendarmes también en la puerta.”
De noche, sin casa
Por otro lado, que no es más que la misma manifestación de la negligencia estatal, las organizaciones sociales no se encuentran fuera de esta lógica de ajuste. Tal es la situación del proyecto de la Casa de Noche de El Transformador de Haedo, que se encuentra pronto a cerrar por falta de presupuesto destinado al espacio. “Se trata de una casa donde viven y son acompañadas pibas y pibes con distintas historias de vulnerabilidad social entre ellas la situación de calle, problemas de violencia familiar o conflictos territoriales relacionados a las mafias de los territorios”, cuenta Julián Cucaresse, educador del Equipo de Niñez de El Transformador.
Julián comenta que el proyecto “se gestó hace cuatro años a partir de diagnósticos territoriales de la zona oeste realizados por el Equipo de Niñez que hace ya más de quince años viene trabajando con niños, niñas y jóvenes con experiencia de vida en calle”. “El resultado de dicho diagnóstico, realizado en conjunto con otras organizaciones sociales compañeras del territorio como así instituciones estatales articuladas en el Consejo Local de Niñez de Morón, fue la necesidad de encontrar un espacio nocturno donde las y los pibes puedan alojarse y a su vez ser acompañados en el resto de los aspectos de sus vidas como la salud, la educación, el trabajo y la construcción de un posible proyecto de vida” explica.
Cucaresse explica que dicho dispositivo se realiza a partir de un acuerdo de tres partes allí “la organización asumía el compromiso de la administración, gestión y coordinación de este dispositivo llevándolo a cabo en el cotidiano, el estado provincial según un convenio brindaba los fondos necesarios para sostener el dispositivo en el trabajo concreto con los pibes y las pibas mientras que el estado municipal se encargaba de la infraestructura a partir de la cual aseguraba el alquiler del espacio físico, servicios de la casa y entrega de los alimentos gestionados desde Acción Social”.
Sin embargo, ante el cambio de gestión este convenio que debía actualizarse nunca avanzó por eso el educador explica “la situación actual es compleja, este último convenio se firmó entre el año 2012 y finalizaba en el año 2015, unos meses antes de su finalización en junio de ese mismo año ya como organización habíamos avanzado para reconveniar el proyecto con la gestión anterior que evaluó que había que continuar con este proyecto por lo que como organización continuamos sosteniendo los gastos mientras entendíamos se avanzaba en la parte más burocrática para que el convenio vuelva a ponerse en práctica”. El convenio que había quedado firmado por el intendente de la gestión anterior “pasó por el Consejo Deliberante el cual no le dio marcha” manifiesta Cucaresse “sino que justamente este le pidió al ejecutivo que evalúen desde la gestión, la dirección de niñez lo evalúa de forma negativo -y aclara- desde nuestro punto de vista de forma errada por lo tanto allí empezamos a entender que se trataba de una voluntad política de no acompañar este proyecto, se mencionó unilateralmente sin posibilidad de mesa de trabajo o de diálogo por eso consideramos que es clara como manera de gestión que tiene que ver con una decisión política de fondo”.
Ante la actual gestión en lo que respecta a las políticas públicas de niñez Cucaresse expresa “ha sido regresiva ya que en vez de sostener o fortalecer la red existente de promoción y protección de derechos sino que por el contrario la han recortado y ajustado – explica- se achicaron las políticas públicas y lo vemos no sólo por la situación de la casa de noche sino también en relación a los despidos y reubicaciones de trabajadores y trabajadoras que acompañaban las historias de vidas de muchos pibes y pibas, de esta forma se perdieron muchas referencias y vinculaciones donde había una gran potencialidad para el cambio de la realidad de estos pibes y pibas”.
La niñez no se ajusta
En el marco de todo lo que se ha venido denunciado desde las y los trabajadores de la niñez y las y los propios pibes y jóvenes del territorio, el anuncio es parte fundamental de la lucha esperanzadora. Organizaciones sociales y activistas realizarán el próximo viernes 2/12 en la Plaza San Martín frente a la Municipalidad de Morón un Festival bajo la consigna “La Niñez no se Ajusta”. En ese contexto, Julián Cucaresse integrante del Equipo de Niñez de El Transformador, organizador del evento explica “queremos que se conozca cómo se decide la política pública de niñez de Morón que afecta no solo a este territorio sino situaciones de parte del conurbano ya que abordamos historias de pibes y pibas de distintos territorios”.
Por eso este viernes desde las 17 se realizará esta actividad ya que para ellos “la comunidad tiene que saber las decisiones que se están tomando y acompañar a las organizaciones sociales, trabajadores y trabajadoras despedidas para poder acompañar a los pibes y pibas y pedir en la ampliación de políticas públicas integrales” y expresa “lo haremos desde la alegría y la rebeldía como nos enseñan en el día a día los pibes y pibas más marginadas de nuestra sociedad”.