Por Daniel Sticotti / Fotos: Leonardo Martínez
De cara a la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, se realizó en los Tribunales de Morón una denuncia colectiva por parte de familiares de víctimas de la represión contra la impunidad del aparato judicial.
“Familiares, amigos y organizaciones sociales nos encontramos hoy como todos los días pidiendo que se terminen los casos de gatillo fácil y exigiendo justicia por nuestros pibes y pibas asesinadas” dijeron al tomar la palabra las y los familiares de la Comisión contra el Gatillo Fácil y la impunidad de Merlo que junto a familiares de otros municipios de la zona convocaban a la movilización. Si bien, no decían nada nuevo para ellos y ellas, sabían que para el cotidiano de las personas que transitan Morón es una realidad tapada. Por eso, el esfuerzo de volver a decir una y otra vez el nombre de los hijos, el pedido de justicia, el reconocimiento de la violencia estatal. Esta vez, el reclamo se centraba en la historia de Fabián Gorosito a 8 años de su asesinato pero también se encontraban junto a sus familiares otros más, de German Gomez, Lucas Decima, Pablo “Paly” Alcorta, Nazareno Vergas, Agustín Curbelo, Federico Bazan, Nahuel Hormachea y Pablo Borja Ledesma. Historias de pibes a quienes no sólo las encuentra la impunidad y la violencia sino también un mismo territorio y con él un mismo tribunal.
La concentración fue en la plaza de mayor circulación del municipio, desde allí organizaciones sociales, sindicales, feministas y partidos políticos junto a las y los familiares se dirigieron al Tribunal. “Es en los tribunales donde sucede el segundo gatillo fácil contra nuestros pibes” afirmaron al leer su comunicado. Y en ese sentido recordaron “las fuerzas, mal llamadas de seguridad, están para la defensa de intereses que no son lo de los trabajadores y trabajadoras” de forma tal que la única manera de trascender esa violencia es con la organización y la compañía entre familiares, aseguraron las y los integrantes de la coordinadora que nuclea a familiares de distintos municipio de la zona oeste.
Si bien se tratan de historias homogeneizadas, sus familiares saben bien que todos tienen sus particularidades y así les gusta recordarlos, con sus alegrías y dolores. Y ese fue el eje de la concentración, que las instituciones cómplices con las muertes de los hijos vean sus llamados “casos” como historias de vida, no números, tampoco expedientes que se acumulan en carpetas. Las y los familiares, necesitan justicia y de cuerpo presente lo volvieron a demostrar. No se pide mucho, alguna acción que genere la mínima sensación de resarcimiento ante tantas violencias y negaciones. Por eso nos sumamos a recrear sus historias, doliendolas, repitiéndolas, recordándolas junto a ellas sus madres y familiares.
Estas luchas no se ganan solas, se ganan en colectivo
Cuenta María, la madre de Fabián Gorosito, que su hijo “era un chico trabajador”. Un día fue torturado y asesinado, “lo encontramos en una zanja, la policía decía que se emborrachó y cayó en la zanja”. Sin embargo, aclara María, “en las nuevas autopsias se descubrió que todo esto es mentira”, y recordó indignada “en el 2014 se hizo un juicio que fue un mamarracho, donde quedaron todos absueltos”. María se estremece al repasar la historia pero rápidamente se recompone, junto a otras familiares encontró su consuelo, “conocí a estas mamas grandes que me enseñaron a luchar, y con ellas aprendí que las luchas son colectivas. Hoy la lucha nos dió otra oportunidad, el 21 de Agosto empieza el nuevo juicio donde espero puedan acompañarme”.
Gonzalo es el hermano de Nahuel Hormachea, cuenta que fué “asesinado por el oficial de la bonaerense Cristian Gerardo Carrizo en Hurlingham hace ya 10 años” y que “el peritaje estuvo a cargo de la misma comisaría donde trabajaba este policía”. Entonces reflexiona, “es necesario encontrar justicia social donde no se encuentra la justicia de las instituciones, porque la policía y el sistema judicial operan como en casi todos los casos con la misma matriz” y remarca que “la única manera de encontrar justicia es marchando junto a ustedes”.
Ismael fue asesinado por policías de Córdoba en el recital de la Renga en el mes de Enero del 2015. “Hasta el día de hoy no hay ningún culpable” explica Nancy, su madre. “Son más de 20 los policías que participaron del asesinato de mi hijo, después de torturarlo lo tiran al agua, en embalse” y si bien “una persona vio la lancha que lo tiro, hoy esa persona se encuentra procesada”. “Dicen que se ahogó” nos cuenta mientras sospecha “pero en las pericias sólo aparecen golpes y ninguna prueba de que se haya ahogado”. A Ismael lo asesinan en enero, sin embargo “el cuerpo me lo dieron recién en junio en muy mal estado”. En ese sentido afirma Nancy, “el gobernador De la Sota y el Ministro de Seguridad de la Provincia también son responsables, y yo sólo quiero que aparezca quien lo mató”. Ella lo sabe, “a mi hijo lo mataron por querer defender a los pibes que torturaba la policía, no es el único asesinado, pero al resto de las familias las amenazaron para que no salgan a pedir justicia” y le recuerda a las demás familiares “tenemos que seguir marchando no sólo por los pibes que mataron, si no por los que siguen matando”.
Maria Elisa es la Abuela de Diego, Dieguito como le saben decir sus cercanos y cercanas. “Mi nieto fue atropellado por un patrullero, el estaba esperando a su papá que lo iba a buscar, en un momento hubo un incidente en la calle, el salió corriendo y el patrullero que lo siguió lo terminó atropellando” explica. Si bien “su defensa fue que lo encontraron tirado muerto en la calle, a las 4 horas nos enteramos en el hospital Posadas que lo habían atropellado con un patrullero” afirma la abuela del joven. Y nuevamente la Justicia que vuelve a fallar, “sólo le dieron 3 años de suspensión en un juicio abreviado” expresa María Elisa “a Diego no lo vamos a recuperar, pero yo no voy a parar hasta ver a esta mujer en la cárcel, eso fue un asesinato, no abandonemos las causas, porque de una vez por todas tiene que haber justicia por todos nuestros pibes”.
Mientras Maria Elisa terminaba su oratoria y estaba por pasar el micrófono a la próxima familiar, una mujer que salia de los tribunales sintiendose interpelada por las palabras de las madres pidió compartir su historia. “Mi nombre es Alejandra y soy madre de Matías Castillo, preso hace 7 años por el asesinato de un hombre en el barrio” manifiesta. Y con rabia en la voz prosiguió “mi hijo no tiene nada que ver con ese asesinato, él esta preso por ser pobre no más y por un policía corrupto que le armo causa”. Conmovida por la situación de tantas familiares y tantas historias, aseveró “más delincuentes son los jueces que apañan a los policías corruptos que nos arman causas por ser pobres” y en esa línea concluyó “en un penal hay más inocentes que asesinos, porque los jueces sólo saben condenar a inocentes”
Para finalizar tomó la palabra María Emilia, se trata de la mamá de Pablo Alcorta, el Paly como lo apodaron. “Los invito a todos y a todas a venir el 21 para llenarle la sala, y acompañar el reclamo de la familia de Fabian Gorosito, ya sabemos como actúa la justicia, si no podemos entrar nos quedaremos afuera acompañando a la familia” y manifiesta “si la justicia no la tenemos acá, la conseguiremos en la calle, el 27 de Agosto marcharemos de Congreso a Plaza de mayo en la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, es importante que seamos muchos”. Y en esa línea finalizó “mientras sigamos en una sociedad dividida en clases, en una justicia capitalista, esto va a seguir pasando, es necesario seguir luchando por los pibes que están”.