El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) liderado por López Obrador inició el día de ayer una campaña sobre el riesgo de privatización de la empresa de petróleo estatal mexicana (Pemex) y de las consecuentes subas en impuestos, alimentos y medicamentos.
Andres Manuel Lopez Obrador, conocido como AMLO, invitó a todos los mexicanos a participar de la defensa pacífica del petróleo y a formar parte de las diversas actividades acordadas en lo que fue el Primer Consejo Nacional de Morena, organización que preside, y que van desde asambleas en las plazas públicas hasta cinco movilizaciones a lo largo del territorio nacional.
“Vamos a defender el petróleo de manera pacífica”, afirmo el líder durante la reunión del consejo de Morena celebrada la semana pasada, e informó que el plan contra la privatización incluye “enviar una notificación” a las embajadas y empresas extranjeras para que sepan que en México “no se va a privatizar el petróleo porque es un bien del pueblo mexicano”.
“El petróleo no es del gobierno, ni siquiera le pertenece al Estado y por eso, quizás es bueno enterarles, pues a lo mejor no tienen toda la información”, agregó.
La campaña se inició con una historieta que comienza con el grito “alerta a todos los mexicanos. Se prepara un atraco al pueblo de México” y afirma “es la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex)”.
Para el próximo 18 de marzo están previstos actos en las capitales de los 31 estados y en el Distrito Federal para celebrar el aniversario de la expropiación petrolera del año 1938. Se realizará también un carnaval nacional y una concentración en el Zócalo, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Esta campaña se debe a la iniciativa de reforma de Pemex promovida por el gobierno de Enrique Peña Nieto, la cual es parte del Pacto por México que firmaron las fuerzas políticas más representativas del país, salvo los partidos de izquierda, y en la cual figura la propuesta de “modernizar” Petróleos Mexicanos mediante “mayores inversiones del sector privado”.
Por su parte, el ejecutivo y varios de sus funcionarios niegan que la reforma energética signifique la privatización de Pemex, empresa que si bien perdió más de dos mil millones de dólares según los balances presentados del 2012, aporta más de una tercera parte de la recaudación pública del país.
El secretario de Hacienda, Luis de Videgaray, había afirmado hace ya algunas semanas que “ni el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ni ninguno de los integrantes del gobierno han hablado de privatizar Pemex, ni mucho menos de las reservas petroleras o de gas que tiene México”.
Sin embargo, Morena afirma en su campaña que la privatización del la empresa es una posibilidad para el gobierno, y que ello traería aparejado aumentos en los impuestos, los alimentos y los medicamentos.
Según afirma el portal de noticias Telesur, los primero impuestos en percibir un aumento si el estado deja de contar con los ingresos de la petrolera serían el impuesto sobre la renta (ISR) y el IVA (Impuesto al Valor Agregado). Ambos se verían aumentados en diez puntos porcentuales pasando del 16 al 26 por ciento y del 20 al 30 por ciento respectivamente.