La agencia de noticias Associated Press (AP) denunció este lunes al gobierno de Estados Unidos por haber espiado durante dos meses, sin motivo ni autorización, a sus periodistas. El repudio de los gremios de prensa y el oportunismo del Partido Republicano.
Durante abril y mayo del año 2012 el Departamento de Justicia de Estados Unidos grabó conversaciones de periodistas de la agencia de noticias Associated Press (AP). La información fue dada a conocer el lunes pasado por Gary Pruitt, presidente de la agencia periodística fundada en 1846.
“No hay ninguna justificación posible para una recopilación tan amplia de las comunicaciones telefónicas de Associated Press y sus periodistas”, dice la carta que Pruitt envió a modo de protesta al fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder. El texto asegura que fueron escuchadas 20 líneas telefónicas asignadas a periodistas de AP y a las oficinas de la agencia en Nueva York, Washington y Hartford (Estado de Connecticut). Según los abogados de la agencia se estima que el número de periodistas que utilizaron estas líneas fueron más de 100.
“El gobierno de Estados Unidos pudo conseguir con esos datos una perspectiva detallada del trabajo de la agencia sin que de ninguna manera estuviera facultado para ello. Consideramos ese trato del Departamento de Justicia como una injerencia en el derecho constitucional de AP a recabar y dar noticias” agrega la carta.
La cadena informativa no aclaró si también se registró la duración de las llamadas y los números entrantes. De momento, Pruitt exigió la devolución de las grabaciones y la destrucción de todas las copias existentes.
El Departamento de Justicia no ha explicado por qué ordenó dichas grabaciones. Desde el punto de vista legal, la institución está autorizada a “pinchar” las comunicaciones de medios de comunicación, pero sólo cuando haya agotado todas las demás vías y bajo órdenes explícitas del fiscal general del Estado. En este sentido, funcionarios estadounidenses habían declarado previamente en público que Holder estaba llevando a cabo una investigación sobre quién podría haber filtrado información contenida en un informe de AP del 7 de mayo de 2012 en relación con una operación de la CIA en Yemen para abortar un plan de Al Qaeda de detonar una bomba en un avión estadounidense.
Por su parte, Jay Carney, secretario de Prensa de la Casa Blanca afirmó que el Ejecutivo “no tiene ninguna relación con las investigaciones del Departamento de Justicia” desligándose de los acontecimientos.
Oye amigo ¿dónde está la libertad de prensa?
La Sociedad de Periodistas Profesionales calificó esta acción de espionaje como “vergonzosa e intolerable”. Además remarcaron que esto “demostró que el fiscal general, Eric Holder, y el presidente Barack Obama mienten cuando hablan de la transparencia y apertura del gobierno”.
La organización insistió en la necesidad de una ley a nivel federal que proteja las relaciones entre los trabajadores de prensa con sus fuentes y también la información que transmiten.
También hizo público su rechazo la Asociación de Periódicos de Norteamérica, por considerar la intromisión del gobierno una violación a la libertad de prensa. Dicha institución advirtió que exigirán al Estado y al Congreso respuestas y medidas disciplinarias para los responsables de ese hecho.
Por su parte los republicanos no dejaron pasar este error cometido por la administración Obama y se subieron al caballo de las críticas. Sin embargo parecen haber olvidado la Patriot Act aprobada bajo el gobierno de Bush (hijo) que recortaba fuertemente las libertades individuales.
El presidente del Comité Nacional del Partido Republicano, Reince Priebus, exigió la renuncia del fiscal general Holder. Según Priebus, Holder violó los preceptos de la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense y no respetó su juramento de defender la carta magna.
Debido a que el fiscal “quebrantó de forma flagrante la confianza pública, el presidente Barack Obama debe exigirle inmediatamente su renuncia, y si no lo hace es porque el mandatario piensa que está por encima de la ley y no respeta el papel de la libertad de prensa” agregó el político republicano.
También el congresista republicano por California y presidente del comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, Darrell Issa, criticó a la administración del presidente Barack Obama por estas revelaciones.
“Los estadounidenses deberían tomar nota de que los funcionarios de alto nivel de la Administración Obama se ven a sí mismos por encima de la ley y están envalentonados por la creencia de que no tienen que responder ante nadie” aseguró Issa.
Está previsto que Eric Holder participe el próximo viernes en una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Allí deberá responder ante las acusaciones producto del escándalo de espionaje.