Por Agustín Bontempo / @agusbontempo – Fotos por Colectivo Veinticuatro/Tres
Bajo la consigna “Migrar no es delito, migrar es un Derecho Humano”, el martes se lanzó la campaña nacional Migrar No Es Delito, impulsada por diferentes organizaciones y con el fin de impulsar la derogación del Decreto N.º 70/2017 así como también impulsar la promoción de igualdad de derechos para las y los ciudadanos que habiten territorio argentino. Además, hablamos con Pablo Cossio, del Bloque de Trabajadores Migrantes (BTM), bloque chileno.
Hace algunos días, durante su gira europea en búsqueda de inversiones, el presidente Mauricio Macri esbozó una frase poco feliz y que desnuda su plena subordinación al gran capital: “Yo creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural porque en Sudamerica somos todos descendientes de europeos”. El trasfondo de esta frase contiene la ya conocida marginación y exclusión del gobierno hacia los pueblos originarios, la riqueza mestiza de Africa e incluso la gran participación de las mujeres y colectivos disidentes a lo largo de la historia de la Patria Grande. Más aún, la frase justifica el orgullo blanco de Macri.
Esta situación no se da en un contexto que nos sea indiferente. Porque mientras el presidente y el gobierno que él preside se arrodilla ante las potencias europeas, en Argentina se avanza contra los derechos de las personas migrantes. Tan es así que el 30 de enero de 2017 se sancionó el Decreto N.º 70/2017 que modifica sustancialmente la Ley de Migraciones N.º 25.871, flexibilizando derechos ciudadanos esenciales, como ya lo exponíamos en otra oportunidad.
La campaña Migrar No es Delito viene a instalarse en este lugar. Según dice su comunicado, “Nosotros, nosotras, los migrantes y refugiados, extranjeros mal llamados ‘invasores silenciosos’, no estamos en Argentina para competir, quitar o usurpar, venimos a trabajar, estudiar y vivir dignamente. Cruzamos fronteras internacionales forzados por graves violaciones a los Derechos Humanos en nuestros países”. Esta frase es esencial para pensar en un cambio de paradigma en relación a las y los migrantes y su rol social.
En lineas generales, el DNU presidencial apunta a estigmatizar a las y los extranjeros cargándolos con el estigma del narcotráfico, una práctica común hacia los sectores populares, como ya hemos advertido en otra oportunidad. Medidas judiciales express, deportaciones arbitrarias, limitaciones en garantías ciudadanas, son algunas de las consecuencias de esta norma.
“Por ello, las organizaciones migrantes de la Argentina lanzamos la campaña ‘Migrar no es delito’ para denunciar y desmentir las falsedades que desde el gobierno han lanzado contra las y los migrantes”, sintetiza el comunicado.
“¿Qué pasaría en la Argentina si todos los migrantes paran, si 2 millones de personas paran?”
En el marco de la jornada, Marcha entrevistó a Pablo Cossio, integrante del Bloque de Trabajadores Migrantes.
-¿De qué se trata la jornada de hoy?
-La actividad es el lanzamiento de la campaña migrar no es delito, que es una campaña que estamos articulando con varias organizaciones migrantes. Entre ellas el FOL, AMUNRA, CAREF, el Bloque de Trabajadores Migrantes y varias organizaciones. Es una campaña que empezamos a armar hace muy poco.
La campaña nace con la necesidad de salir a denunciar conjuntamente con las organizaciones migrantes el DNU que se firmó en 2017, el 30 de enero. Nos juntamos hoy porque se cumple un año del decreto.
La necesidad de la campaña es porque a un año de su firma, nosotros balanceamos que vino a perjudicar mucho la vida de las y los migrantes en la Argentina. Con este decreto han dicho que salia con la necesidad y urgencia de combatir la delincuencia y el narcotráfico en la Argentina, relacionándola directamente a la migración. Eso fue una alerta para todas las organizaciones, porque viene básicamente a criminalizarnos, a dificultar los proceso de defensa frente a la justicia. Por ejemplo, el decreto facilita la deportación para cualquier migrante que sea acusado por un delito menor. Ahora que estamos en esta concentración, si viene una represión y nos llevan presos, los migrantes podemos ser deportados con los tiempos judiciales muy reducidos, sin los tiempos que podría tener cualquier argentino. La ley anteriormente nos defendía como a cualquier persona, pero con este decreto los migrantes tenemos un montón de limitaciones judiciales, como tener que presentar la defensa en tres días, cosa que es absolutamente absurdo porque en tres días uno no puede presentar una defensa articuladamente. Entonces, la idea de la campaña es salir a informar las consecuencias del decreto, luchar por su anulación.
En el campo de la lucha contra este decreto y en términos más judiciales, se presentó hace casi seis meses un amparo en la justicia denunciando que es inconstitucional porque viola varios de los derechos que la Constitución le da a los migrantes. Esa medida fue impulsada principalmente por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Comisión Argentina de Refugiados y Exiliados (CAREF) y la idea de esta campaña es que agrupe a estas entidades más institucionales y acompañarlas con la movilización social. Nosotros creemos que los migrantes son sujetos y sujetas políticas que necesitamos empoderarnos, necesitamos tener voz inclusive dentro de las organizaciones en Argentina porque siempre somos una parte de la sociedad bastante relegada y que se nos desconoce todo el aporte económico, político y cultural que podemos hacer. Creo que ese es otro de los ejes importantes de la campaña, salir a mostrar todos los aportes que hacemos los migrantes.
En ese sentido, la idea de esta campaña es llegar a organizar el paro migrante del 30 de marzo, que organizamos ya el año pasado. Salir con esta campaña con mucha más fuerza que la que tuvimos el año pasado y preguntarnos: ¿qué pasaría en la Argentina si todos los migrantes paran, si 2 millones de personas paran? Bueno, se vería afectada la economía del país. Es básicamente eso, visibilizar nuestro aporte y luchar contra este decreto que nos viene a criminalizar
– Pienso en un paralelismo con el Ni Una Menos, el Paro Internacional de Mujeres, como un sector determinado tiene tanta influencia en la economía, en la política y en la sociedad en general y como se vive la doble opresión hacia las mujeres y colectivos disidentes y que se reproduce aquí también ¿Se percibe esto?
-Ser migrante es un derecho humano. Por ejemplo, en el bloque de trabajadores migrantes hace un tiempo las compañeras formaron el espacio de Ni Una Migrante Menos, justamente para visibilizar esto. Es decir, somos trabajadores, trabajadoras, somos migrantes y además las compañeras son mujeres, tienen muchas más opresiones siendo mujeres y migrantes. La idea nuestra, y de hecho le copiamos la idea de Ni Una Migrante Menos lo del paro, es justamente esto: somos un sector de la sociedad bastante oprimido, bastante precarizado, ¿qué pasaría si nosotros paramos? En ese sentido, las organizaciones que conforman hoy en día la campaña y las organizaciones migrantes que queremos acercar la mayoría de la base de esas organizaciones son migrantes, son compañeras que se organizan en los barrios. De hecho nosotros cuando empezamos a articular con el FOL fue esa gran sorpresa, recorrer los barrios y ver que son compañeras organizadas. Y son compañeras que están tratando de organizarse para tener una mejor vida. En esa linea, nos encontramos a cada rato con esa doble opresión o triple, porque las compañeras son oprimidas por ser trabajadoras, mujeres y migrantes.
-¿Cómo se preparan para el paro del 30 de marzo y con qué proyección?
-Hoy es el lanzamiento de la campaña. Vamos a seguir con una agitación por redes sociales, medios, una cuestión de viralizar la campaña, organizar el paro migrante el 30 de marzo, con la idea de salir con mucha fuerza y tratar de hacerlo a nivel nacional, articulando con las organizaciones que tengan estructura a nivel nacional. Y perspectivas internacionales también. Cuando le pusimos el nombre “Migrar No Es Delito” nos dimos cuenta que hay organizaciones con el mismo nombre en otros lugares del mundo. El año pasado logramos articular este paro con organizaciones de Bolivia y Chile. La idea es salir con más fuerza porque la organización migrante es algo relativamente nuevo, siempre ha estado más abocado a lo institucional o de la sociedad civil, incluso en términos legales y creo que la propuesta novedosa de esta campaña es salir a visibilizar a las y los migrantes como sujetos políticos que tienen derechos y conquistas históricas que hay que mantenerlas, que estas políticas como el decreto no las haga retroceder. Ahí hacemos el llamado los trabajadores argentinos, a las trabajadoras y organizaciones a sumarse a esta campaña y encarar este proceso de ajuste que nos está afectando a todos.