Por Mauricio Polchi / Foto por Nayko
Tras 19 días de su desaparición, y sin que se produjera ninguna búsqueda, ayer se realizó una presentación en la Fiscalía N° 44. Su familia, docentes e integrantes de organizaciones sociales sospechan que fue secuestrada por una red de explotación sexual que opera en el Bajo Flores.
“Yo me fui a trabajar, cuando volví ella no estaba. No había vuelto de la escuela. Desde ese día nos falta”, dice Mabel y rompe en llanto. Como cada día, el 30 de junio Jennifer “Erika” Benítez salió de su casa para ir a la EMET Nro 4 de Flores, pero jamás llegó al colegio y jamás regresó a su casa en la villa 1- 11- 14 de la Ciudad de Buenos Aires. “La policía no hace nada, nos movemos nosotros y los vecinos. No paramos de buscarla”, agrega la mamá de la piba de 16 de años.
Este martes de 19 de julio, junto a la abogada de CORREPI, María del Carmen Verdú, y la “Red de familias, docentes y organizaciones del Bajo Flores”, Mabel se presentó ante en la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°44, sobre la calle Tucumán al 900.
En conversación con Marcha, la abogada explicó los motivos: “a 19 días de la desaparición de Erika, no ha habido todavía contacto de la Fiscalía con la familia, por eso hemos venido acá para subir una delegación de organismos y organizaciones a acompañar a Mabel a presentarse a la Fiscalía y hacer una serie de reclamos, básicamente para que se lleve adelante la investigación con la premura que el caso requiere. También vamos a implementar la presentación de Mabel como parte en la causa para que pueda tener impulso propio más allá de la Fiscalía”.
Ante la consulta por la inacción policial, Verdú fue clara: “Naturalmente y como decimos siempre, “sin policía no hay trata”; por eso el primer reclamo a la Fiscalía es el apartamiento de las fuerzas de seguridad de la investigación y que esto sea manejado directamente por el Poder Judicial”.
La abogada de CORREPI se refirió a la situación que se da desde hace casi un año en el Bajo Flores: “Lo muy preocupante es que se trata de 14 casos en 9 meses, todos de similares características, todos de víctimas muy jóvenes, pibas del barrio que desaparecen sin dejar rastros y con información muy concreta y precisa que aportan los vecinos respecto de quién sería el responsable”. La reflexión de Verdú deja abierta la reflexión sobre la quietud del Estado, que se refleja en las Fuerzas de Seguridad cómplices o en la inactividad de la Fiscalía.
A partir de esta presentación se logró que la familia de Erika se constituya como querellante y que la búsqueda pase al cuerpo de la Policía Federal contra delitos de menores. Por otra parte el fiscal Pablo Reccini asumió el compromiso de dar intervención a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).
Otro de quienes vienen llevando adelante el acompañamiento y la denuncia por la búsqueda de Erika es Augusto, docente y parte de Ademys. En charla con Marcha, se refirió a la situación de muchas familias y pibas del barrio. También detalló el pedido de intervención a PROTEX: “Tiene que ver con que las madres vinieron a pedir ayuda porque no sabían cómo actuar porque a las hijas las estaban amenazando por Facebook, les pedían fotos, las acosaban sexualmente y además tuvimos el caso de desapariciones de nenas como Layla (A fines de octubre del año pasado, Layla Sainz Fernández de 13 años estuvo desaparecida por 11 días. Su secuestro se dio en un contexto de denuncias de hostigamientos y amenazas de parte de algún o algunos varones violentos a través de las redes sociales sobre niñas y adolescentes de la zona de la villa 1- 11- 14.), que estuvo desaparecida y fue un caso muy mediático y de Ester a principio de año; todo en el Bajo Flores y en un radio muy chico de manzanas de la 1-11-14”.
Como parte de la Red de docentes, explicó las consecuencias de que cada caso se tome como aislado del resto: “Por lo tanto, una vez que aparece la nena se le resta importancia, la Policía trata de mostrar que la nena se escapó de la casa y la verdad es que tantos escapes de casas en tan poco tiempo muestran que es obvio que está pasando algo más que no quieren investigar”.
“Nos parece muy llamativo que haya tantos casos de índole sexual, que a las chicas las amenacen, que les pidan videos, que desaparezcan, que sean cooptadas por perfiles de Facebook que parecen ser chicos de 17 años y después han demostrado que son mayores, en algunos casos mujeres y en otros, hombres, que intentan convencer a las chicas de que se vayan de las casas”, agregó Augusto, y cerró de manera contundente: “Entonces, parece obvio que los que tienen que investigar no lo están haciendo”.