Por Franco Spinetta. Fatma Medhi, secretaria general de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis cuenta la historia del pueblo africano al que pertenece, que aun no es reconocido por numerosos estados, entre ellos, Argentina.
La nación saharaui es reconocida por más de 85 países, pero la Argentina aún no se sumó a la lista. La historia detrás de este pueblo africano es una de las más silenciadas por la prensa occidental, que se niega a señalar a Marruecos como una potencia invasora de las sus tierras. Fatma Medhi, secretaria general de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, estuvo de visita en nuestro país durante mayo. Ya de regreso al continente africano, dialogó con Marcha sobre el por qué de esta difícil situación que atraviesa su pueblo, que incluye a más de 200 mil personas desplazadas que viven en campamentos de refugiados en Argelia. El lobby marroquí para acallar a las voces solidarias con la causa saharaui y la disminución de la ayuda humanitaria por la crisis económica mundial, son algunas de las cuestiones que más preocupan a Medhi.
-¿Cuál es el escenario actual en el Sahara Occidental? ¿Hay alguna esperanza de negociación con Marruecos?
-La situación actual en el Sahara Occidental es muy crítica: el Pueblo Saharaui sigue dividido, sufriendo una grave humillación por parte de la Comunidad Internacional que hasta ahora no ha sido capaz de impulsar un plan de paz que lleva más de 20 años sin cumplirse. En estos momentos el proceso de negociaciones se encuentra estancado debido al rechazo de Marruecos al enviado personal de Naciones Unidas, Christopher Ross. De momento, lo que sabemos es que el Departamento de Estado norteamericano y el Secretario General de Naciones Unidas, después de desencadenada la campaña marroquí, han reiterado su apoyo a Ross. Se tenía prevista una serie de encuentros y visitas a las dos partes, incluyendo por primera vez una visita a la zona ocupada del Sahara Occidental. Este ha sido uno de los motivos de rechazo hacia el representante de Naciones Unidas por parte de Marruecos. La excusa de Marruecos es que las actuaciones del Sr. Ross son “desequilibradas y parciales” y se apartan de las líneas que fueron trazadas por las negociaciones en el Consejo de Seguridad. Pero esto no es cierto porque Marruecos forma parte del Consejo de Seguridad y en la discusión del informe presentado no alegaron ninguna objeción.
-¿Qué balance hace de su reciente visita a la Argentina?
-Mi visita ha sido muy corta, pero en el poco tiempo que he estado en Argentina reunida con políticos, representantes de la sociedad civil y diferentes instituciones, he percibido un ambiente de solidaridad no sólo hacia mi pueblo sino hacia los demás pueblos que están en las mismas circunstancias que el mío. Lo que sí he notado es que hay una cierta ignorancia sobre la verdadera historia del pueblo saharaui y una presión por parte de Marruecos para que no se conozca la realidad de mi pueblo. La imagen que tiene Marruecos en Argentina es la de un país democrático y turístico y esto hace impensable que esté oprimiendo a otro pueblo. Creo que el lobby marroquí está presente, y que vayamos adonde vayamos siempre van a obstaculizar la información que queremos dar sobre nuestro pueblo y nuestra historia. A pesar de todo esto, he observado que los argentinos, al haber vivido una delicada fase de sus historia bajo la represión, tortura, desapariciones, han dado a la humanidad formidables ejemplos de resistencia y sacrificios y además están luchando actualmente para recuperar las Malvinas usurpadas, son más sensibles a nuestra causa identificándose con ella. Todos los días que estuve en Argentina, los medios de comunicación han tratado el tema saharaui, lo cual para mí ha sido de suma satisfacción. También observé un movimiento favorable a nuestra causa por parte de grupos argentinos que se están esforzando en visualizar la causa saharaui dentro de Argentina.
-¿Cuál es la explicación que dan las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino para no aceptar su pueblo como Estado independiente?
-Con respecto a esta pregunta le diré que las informaciones que he recibido de la mayoría de políticos con los que tuve la oportunidad y de nuestra Delegación, fue que la Argentina sigue el proceso de negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario, bajo los auspicios del Enviado especial de la ONU Christopher Ross, y que está participando en la Misión de Paz de la las NNUU (MINURSO). Oficialmente la Republica Argentina, tiene presente que las Naciones Unidas consideran al Sahara Occidental como Territorio No Autónomo al que se aplica la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales y otras resoluciones relevantes sobre descolonización, y que las mismas reconocen el derecho del pueblo del Sahara Occidental a su libre determinación. Las autoridades de Ministerio de Relaciones Exteriores argentino están tratando de la misma manera al ocupante Reino de Marruecos y a la víctima, que es el Pueblo Saharaui. En cambio para la ONU Marruecos es calificado como ocupante, ni siquiera es potencia administradora del territorio, que es España. Creo que hay un trabajo del lobby marroquí, y son casi los mismos pretextos que retrasaron el reconocimiento del Estado Palestino, por parte de la República Argentina.
-¿Qué expectativas hay de un cambio de postura de la Argentina?
-Ahora que el Reino de Marruecos desafía la comunidad internacional, con su decisión del 17 de mayo pasado de retirar su confianza en el mediador de la ONU, la cancillería debe honrar definitivamente la palabra de la República Argentina, la que se comprometió expresamente a reconocer a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) desde 1988. Creo que Argentina dispone hoy de sobrados elementos de juicio para avanzar en sus posiciones políticas respecto a este asunto de descolonización, y debe sumarse al consenso de los organismos argentinos de Derechos Humanos, sociales, políticos y sindicales. Pero también al consenso latinoamericano (27 Paises del continente reconocen la RASD) y formalizar el reconocimiento de que es no solo se trata de un Estado miembro de la Unión Africana en las circunstancias históricas actuales, sino también la expresión genuina de voluntad del único pueblo hispano parlante en el mundo árabe/musulmana, y que ha demostrado con muy altos sacrificios su profundo apego a su derecho a la libertad y a ser una nación libre y soberana. La RASD no se opone a que Marruecos tenga relaciones con Argentina, y con la misma lógica Marruecos no debe y no puede imponer la condición de que esas relaciones han de ser en detrimento del pueblo saharaui. El Reino de Marruecos mantiene Embajadas al lado de las Embajadas de Republica Saharaui en muchos países como México, Nicaragua, Venezuela, Sudáfrica, Nigeria, Angola, Mozambique, Uganda, Etiopia, Argelia…. Argentina como Nación que sufrió la dolorosa experiencia de la violación sistemática de los derechos más elementales del hombre, tiene la obligación moral, ética y política de condenar las mismas prácticas en el Sahara Occidental denunciadas periódicamente por todos los Organismos de Derechos Humanos, como Amnistía Internacional, HRW, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos Humanos y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMC).