Por Mario Hernández / Foto por Los Ojos de Anita
En la localidad de Merlo, 2.000 familias están acampando exigiendo la expropiación de tierras y la regulación del dominio en terrenos abandonados. La toma se produce ante la falta de respuesta del Estado al derecho al techo de miles de habitantes que aún no tienen un lugar propio y digno para vivir. Charlamos con Cristóbal, militante del Frente Popular Darío Santillán, agrupación que participa activamente.
-¿De qué se trata la ocupación de terrenos en Merlo?
–Se está llevando adelante la toma de un terreno de alrededor de 70 hectáreas ubicado en Merlo Gómez, entre esas dos rutas, la 1001 y la 1003. Un predio que se puede llegar a comparar con la magnitud del Indoamericano que en su momento, en la Ciudad de Buenos Aires, fue un foco de conflicto que también evidenciaba el problema de la vivienda que afecta a los sectores populares.
En este caso, en el partido hay alrededor de 2.000 familias que están llevando adelante un pedido de vivienda, un tema que no está resuelto ni por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires ni por el nacional.
Hoy en día el derecho a la vivienda sigue siendo parte de los reclamos que aparecen en los sectores populares y se materializan con tomas en la mayoría de los casos, o cuando se dan situaciones de desalojo. Nosotros lo vemos mucho en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Boca. Focos de conflicto que se dan en torno a la situación de la vivienda, a partir de los que el pueblo se organiza, se convoca y lleva adelante este tipo de medidas que son necesarias para al menos lograr un diálogo con el Estado, porque de lo contrario, no serían reconocidos.
-¿De dónde provienen estas familias?
–Son fundamentalmente familias de la zona, del barrio cercano a este predio. Seguramente se vayan acercando de otros barrios también, porque toda esa zona oeste tiene una cantidad muy grande de habitantes. Nosotros, como organización, estamos acompañando el desarrollo de la toma, inclusive con familias que se están organizando y llevando adelante propuestas para poder interpelar al Estado, al gobierno, para que se haga cargo de una solución pacífica respondiendo a las demandas que básicamente es la de tener una vivienda digna.
-¿Ahí el intendente era Othacehé, no?
–Exacto, Othacehé que ha sido derrotado por un candidato de La Cámpora, Menéndez.
–Que no se ha acercado a la toma…
–Hay una situación de indefinición política, porque el contexto electoral hace que nadie quiera agarrar un mango caliente en cuanto al conflicto social. Las familias que se están organizando de manera pacífica necesitan la respuesta del Estado y en ese sentido aún hoy se sigue tratando de interpelar a sus poderes para conseguir alguna respuesta.
Hoy no hay orden de desalojo, no pasa nada, es como una meseta. Es claro que la situación en este tipo de escenarios ha sido siempre desfavorable para la gente que se ha organizado y ha llevado adelante este tipo de medidas. Nosotros procuramos que sea reconocido el derecho a la vivienda y que el Estado dé una respuesta favorable a la demanda y no que venga a desalojar o reprimir.
-Parece que esa posibilidad es altamente improbable, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes del asesinato de Ángel Verón en el Chaco, y en el marco de la definición política que involucra a uno de los protagonistas del próximo balotaje presidencial, porque esta situación lo toca de cerca al candidato del oficialismo, el gobernador Scioli.
–Hay un juego de ajedrez que hace que hoy esté en stand by la definición política. Aun así no significa que haya una respuesta favorable, es necesario que el Estado se sienta interpelado por esta demanda gigante. Los antecedentes no son los mejores para el pueblo que ha llevado adelante este tipo de medidas, venimos de precedentes bastante negativos como el caso del Indoamericano y la toma del barrio Papa Francisco, más allá de que dependan de otro distrito, generalmente el Estado ha tenido este tipo de comportamiento represivo.