Segunda y última parte de la ponencia presentada por Marcha en el Foro “Comunicación popular como alternativa a la concentración de la información en Colombia y Nuestra América”, que se realizó días atrás en Bogotá, organizado por Colombia Informa.
El periodista y editor general de la sección Internacionales de Marcha, que participó en el Foro “Comunicación popular como alternativa a la concentración de la información en Colombia y Nuestra América”, aborda en este caso los mecanismos mediático que emplea la derecha para desestabilizar los procesos de cambio, como sucede todavía en Venezuela. A su vez, define algunas líneas sobre la necesidad de la unidad entre los medios populares del continente para, de esa forma, avanzar hacia la liberación:
Dilema 2: la mucha articulación de los grandes medios (y su rol como actores políticos) y la poca articulación entre los medios populares
Decíamos que los medios en general vienen jugando un rol cada vez más protagónico en los procesos políticos. Incluso en muchos países las grandes corporaciones mediáticas se convirtieron en la principal herramienta de los sectores conservadores ante el descrédito de los partidos políticos tradicionales. También vemos que estos monstruos de la información han venido avanzando bastante en sus niveles de articulación.
Les voy a dar un ejemplo que pasó en estos últimos meses, que en casi todos lados pasó desapercibido pero que debería al menos significarnos un llamado de atención.
Como saben, desde el de 12 de febrero y por un par de meses se dio una nueva arremetida desestabilizadora contra la revolución bolivariana, con las llamadas “guarimbas” fomentadas por la ultraderecha venezolana y financiadas desde Estados Unidos. En ese escenario, obviamente los medios de derecha del continente se alinearon, como siempre hacen, con los sectores golpistas. Hasta ahí nada nuevo.
Pero esta vez fueron más allá. Por esos días, las tres principales asociaciones de diarios del continente lanzaron la campaña “Todos somos Venezuela, sin libertad de prensa no hay democracia”. La iniciativa contemplaba que cada periódico publicaba todos los días, con esa consiga arriba del título, una página con información elaborada por medios opositores venezolanos.
Esta operación mediática surgió de vuestra querida oligarquía colombiana. Fue idea de Gerardo Araújo, que es el gerente general del diario El Universal de Cartagena, y participaron: el Grupo Diarios de América (GDA), que está compuesto por 11 medios del continente, el grupo Periódicos Asociados Latinoamericanos (PAL), que nuclea a 18 grupos editoriales de 11 países y la Asociación de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios), que agrupa a 53 periódicos colombianos.
De esta iniciativa claramente injerencista participaron unos 80 medios de la región, entre ellos grandes periódicos como O Globo de Brasil, El Tiempo y El Espectador de Colombia, La Prensa de Nicaragua, La Nación de Argentina, El Heraldo de Honduras y La Prensa de Panamá.
Lo inédito de esta movida fue su sinceramiento público. En una entrevista con la revista colombiana Semana, se le preguntó a Nora Sanín, directora de Andiarios y punta de lanza de la campaña, si no temía que se los acusara de injerencia y de hacer política en nombre del periodismo. Su respuesta eludió cualquier eufemismo. Dijo esta señora: “En un sentido amplio de la palabra, nosotros estamos haciendo política. Y está bien que la hagamos, pues nuestra causa es defender un derecho universal: la libertad de expresión”. Por esos días, Andiarios, además, envió una donación de 52 toneladas de papel para las empresas mediáticas opositoras de Venezuela.
Este es un ejemplo más, pero quizá el más claro, de que la derecha mediática del continente está cada vez más articulada, que obviamente está haciendo política, que trabajan todos los días para frenar los procesos de cambios en la región y demonizar a los movimientos populares. Pero que, además, ya no tienen ningún problema en admitirlo.
Para quienes hacemos comunicación popular este es otro punto a tomar nota. Y sobre todo para preguntarnos, por ejemplo en este caso: ¿qué respuesta conjunta dimos los medios populares ante el intento golpista en Venezuela? Y también: ¿qué campaña o iniciativa conjunta impulsamos los medios populares de América Latina frente al reciente genocidio en la Franja de Gaza?
Dilema 3: los medios populares en su laberinto: ¿condenados a la marginalidad?
Es cierto que en las últimas décadas se han multiplicado los medios populares, alternativos y comunitarios en Nuestra América. Que hoy contamos con miles de experiencias que hacen un aporte fundamental para los avances de los procesos sociales y las luchas populares. Pero también es una realidad que nuestros medios tienen un alcance muy limitado. Aun con el mayor potencial de difusión que implican las redes sociales, tenemos escaso impacto en el conjunto de nuestras sociedades, no logramos interpelar a grandes sectores de nuestro pueblo. No logramos hablarles a los “no convencidos”. Y estamos de alguna manera atrapados en la marginalidad.
Es verdad que las limitaciones económicas son determinantes. Tampoco vamos a ser ingenuos y creer que podemos competir con empresas que manejan millones. En nuestro caso, Marcha se mantiene gracias al trabajo voluntario y militante de quienes formamos parte del colectivo editorial y de los colaboradores.
Pero sí creemos que no debemos conformarnos con lo que somos, que tenemos que aspirar a trascender esa marginalidad y poder interpelar a sectores más amplios. Que tenemos que pensar todo el tiempo estrategias para trascender el “circuito militante” y llegar a personas que hoy por hoy no están vinculadas a las luchas sociales.
Una tarea fundamental para los medios populares de América Latina es avanzar en pasos de unidad entre nosotros. Si bien una mayor articulación no nos va a solucionar todos nuestros problemas, nuestras debilidades, nuestras limitaciones, sí nos va a dar más fuerza para dar los pasos que esta etapa demanda.
Es cierto que no estamos en cero. Hay muchas compañeras y compañeros que vienen haciendo un esfuerzo enorme para entrelazarnos. Hay redes continentales, hay espacios de articulación que están caminando. Aquí tenemos a una compañera del Centro Martin Luther King de Cuba, que son quizás unos de los que más vienen trabajando, desde hace muchos años, para fortalecer la integración en la comunicación popular de Nuestra América.
Pero aún nos falta mucho por hacer. El principal desafío en esta etapa pasa por poner las energías y dedicar esfuerzos en cómo dejamos de ser experiencias aisladas y empezamos a pensarnos y actuar colectivamente.
Este foro es para nosotros una bocanada de aire fresco y, otra vez, felicitamos a las y los compas de Colombia Informa por la iniciativa. Por aportar un granito de arena para que sigamos construyendo juntos el sueño del socialismo nuestoamericano. Para que golpeemos con un solo puño. Para que hagamos carne ese concepto tan sencillo, tan mencionado y tan difícil de practicarlo. En palabras del comandante Chávez, el desafío, más que nunca, es “unidad, unidad y más unidad”.