Por Carina López Monja y Ramón Raggio. Al cumplirse un año del asesinato del joven del Partido Obrero a manos de la patota de la Unión Ferroviaria, miles de personas se manifestaron en Plaza de Mayo.
La cara de Mariano Ferreyra se multiplicó en banderas, remeras, bombos y en los afiches de una masiva movilización realizada el pasado 20 de octubre de Congreso a Plaza de Mayo y que tenía como consigna central “Juicio y Castigo a los culpables”. De la movilización participaron más de diez mil personas, según estimaron sus organizadores.
El acto cerró de espaldas a la Casa Rosada con la lectura de una emotiva carta escrita por la madre de Ferreyra, Beatriz Rial, en la que recordó al joven militante y reiteró el pedido de justicia.
Allí, junto a sus compañeros del PO y su familia –su esposa, su bebé de seis meses y su madre– estaba Nelson, uno de los manifestantes baleados el 20 de octubre del año pasado mientras se movilizaba en apoyo al reclamo de los trabajadores tercerizados de la Línea Roca. Nelson recordó los años de militancia con Mariano Ferreyra, con quien coincidía en las reuniones del partido en zona sur: “No teníamos una amistad personal pero militábamos desde la misma época, veníamos de la rebelión popular de 2001. Era un compañero valioso, de esos que uno dice compañero y le da todo el valor a la palabra. Mariano, como Darío, Maxi, Carlos Fuentealba, son ejemplos a seguir. No ofrendaron su muerte en pos de una causa sino que dieron su vida en la pelea diaria, en el aporte a la organización y la lucha. Ese es mi recuerdo de Mariano”, dijo Nelson a Marcha.
Otros militantes baleados y heridos aquel día fueron Elsa Rodríguez y Ariel Pintos. Rodríguez recibió esa tarde un disparo en la cabeza que la dejó hemipléjica. Después de estar en coma durante cuarenta días, se produjo lo que su familia considera como un milagro y comenzó su recuperación. Hoy está en su casa en Hudson y recibe rehabilitaciones diarias. Por otro lado, Pintos, quien fuera trabajador tercerizado del Roca, también estuvo en la movilización. Hoy trabaja en el Obrador de Temperley y fue efectivizado. Pintos contó a Marcha que el que pasó fue un año duro: “El apriete los primeros meses de los capataces que son delegados fue terrible. Hoy la persecución sigue existiendo, aunque se manifiesta de otra manera”, aseguró.
Un juicio con la cabeza de la Unión Ferroviaria pero sin policías
Un año después de aquel 20 de octubre, el Tribunal Oral Criminal 21 anunció que el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra comenzará en febrero de 2012.
La particularidad del juicio es que estarán en el banquillo dirigentes de la Unión Ferroviaria (UF), acusados de participar en un plan criminal contra los tercerizados. Serán juzgados por el presunto delito de homicidio calificado el secretario general de la UF, José Pedraza, su número dos, Juan Carlos “Gallego” Fernández y otras ocho personas. Todos ellos señalados como integrantes de la patota que participó en el homicidio de Mariano Ferreyra y que dejó tres heridos de bala.
“Para nosotros es un juicio histórico porque por primera vez las cabezas de una patota sindical van a ser juzgadas por planificar un homicidio y amedrentar a los trabajadores. Ahora debemos lograr que todos queden tras las rejas”, aseguró Claudia Ferrero, una de las abogadas querellantes, a Marcha.
Sin embargo, Ferrero cuestiona que la Justicia no haya unificado la causas en la que están acusados Pedraza y compañía con la causa que investiga la responsabilidad de seis policías durante la jornada del 20 de octubre de 2010. En los hechos, la carátula de esta segunda causa es por “abandono de persona” y, a pesar del reclamo de los abogados, los policías tendrían un juicio posterior al que comienza en febrero.
Según consigna el Centro de Estudios Legales y Sociales, quien también participa de la querella, fueron los comisarios Jorge Ferreyra y Luis Mansilla los que permitieron liberar la zona, mientras que el subcomisario Rolando Garay, presente en el lugar donde se produjeron los hechos, permitió que la patota se acercara a los manifestantes y ordenó un cerco para proteger al grupo de la UF.
“Los policías siguieron en funciones hasta diciembre del año pasado. Uno de los acusados, Hugo Lompizano, investigado por el hecho de que no haya grabaciones en el momento del asesinato de Mariano, fue ascendido en diciembre y recién fue desplazado por la Ministra Garré en marzo de este año”, afirmó Ferrero.
El próximo 3 de noviembre la Justicia realizará una audiencia para resolver si esta causa en se mantiene en el ámbito nacional o pasa a un juzgado contravencional de la Ciudad. Cabe aclarar que, al ser el de abandono un delito menor, es excarcelable, por lo cual los policías aguardan el juicio en libertad.
El otro punto de la investigación judicial en el cual no se ha avanzado es en el de la responsabilidad de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), la que, según indican los abogados, licenció trabajadores del Ferrocarril para que participaran del ataque.