En el año 1978 murió un periodista muy groso llamado Dante Panzeri. Era un “periodista deportivo” con una profundidad tal que, más que “deportivo”, era “periodista” a secas, y con una contundencia tal que, más que “periodista”, era un “pensador” todo terreno. Era un crítico de la cultura, de la modernidad, de las instituciones, del periodismo, de los dirigentes, de los jugadores, de los directores técnicos, de los vendedores de pochoclos en las canchas, y de todo lo demás también. Un francotirador sin miramientos. Un hombre que buscaba la ética ante todo. Dante Panzeri murió como paria. Y nadie se apropió su pensamiento. Para los peronistas era gorila, para los fachos anarco, para los troscos liberal. No fue amigo del poder. Lo rajaron de todas partes por querer ser él mismo. No estuvo ni con los peronistas, ni con los radicales, ni con los militares. Estuvo con la ética y murió solo. No se lo apropiaron en vida y casi nadie lo recuperó en la muerte. Estuvo en la Chacarita esperando que alguien lo devolviera a la vida hasta que, más de 30 años después de su muerte, se reeditaron sus dos libros y una compilación de sus mejores notas. Fútbol. Dinámica de lo impensado del 67 por Capitán Swing, Burguesía y gangsterismo en el deporte del 74 por Capital Intelectual, y Dirigentes, Decencia y Wines por editorial Sudamericana, una zarpada compilación a cargo de Matias Bauso.
Con el espíritu de recuperar la obra panzeriana, y en pos del casi totalmente desaparecido pensamiento crítico en los ámbitos deportivos, el diario Marcha inaugura una sección quincenal con algunos delos textos compilados por el periodista Matías Bauso y seleccionados por nosotros para los ávidos e insumisos lectores de Marcha.