Por Vivian Palmbaum*
El jueves 2 de junio a las 15 hs. en Plaza de Mayo se realizó el acto central de la marcha de las y los trabajadores convocados por las dos CTA, acompañados por gremios, organizaciones sociales, populares y partidos de izquierda.
Trabajadores y trabajadoras de distinta filiación se dieron cita en Plaza de Mayo bajo una intensa lluvia, que no desalentó la concurrencia de una multitud que asistió a la convocatoria para rechazar el veto presidencial a la ley antidespidos, pero también por trabajo y contra el tarifazo.
Se hicieron presentes no solamente las y los agremiados que están representados en ambas líneas de la Confederación de Trabajadores de la Argentina (CTA) sino que al mismo tiempo asistieron organizaciones de base nucleadas en las CGT, a pesar de no tener su representación en la convocatoria. También organizaciones sociales, las y los trabajadores de la economía popular y partidos de izquierda, como el Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, entre los más notorios.
La multitud se fue concentrando frente al escenario montado de espaldas a la Casa Rosada, para escuchar a los oradores de la convocatoria: Pablo Micheli y Hugo Yaski, acompañados por representantes de distintos sectores que componen el universo sindical. A un lado del escenario se encontraban las Madres de Plaza de Mayo que iniciaron su habitual ronda de los jueves, acompañadas por el reconocimiento de la concurrencia.
En un clima de confraternidad se reunió ese amplio espectro ideológico que representaba una gran parte del conjunto de la clase trabajadora, al mismo tiempo que también se acercaban personas que no estaban agremiadas, público que se sentía convocado bajo la consigna de repudiar los despidos y el tarifazos.
Un país con dolor
Esta masiva convocatoria se produjo en el contexto de las actuales políticas de gobierno que vienen empobreciendo sistemáticamente a las clases populares y trabajadoras al mismo tiempo que han producido una brutal transferencia de recursos hacia los sectores concentrados de la economía transnacional y la banca financiera en poco tiempo.
Las y los trabajadores y sus delegaciones de base coincidieron en afirmar la necesidad de participar y hacer visible la protesta, a pesar que sus representaciones confederadas habían pactado no manifestar su desacuerdo en este acto. Llamados a expresarse por sus bases en disidencia por lo que decidieron las centrales obreras de las CGT (en sus tres versiones) y en defensa de los puestos de trabajo, se hicieron presentes: Federación de Aceiteros, Molineros, algunas seccionales de la UOM (de la provincia de Buenos Aires) y la Bancaria, entre los más destacados que reconocen su filiación directa con esas confederaciones. La amenaza y el peligro de la desocupación y lo que conlleva, es con lo que han empezado a tomar contacto directo por las pérdidas de fuentes de trabajo, despidos, suspensiones y por la importación de materiales que se producían antes en el país.
Al mismo tiempo estuvieron presentes algunas organizaciones sociales y de trabajadores de la economía popular cuya confederación tampoco fue visible en la ocasión.
Organizaciones y partidos de la izquierda se sumaron a la protesta y sus dirigentes compartieron el escenario central para formar parte del gran conjunto que hizo visible su rechazo a las actuales políticas que están castigando al conjunto del pueblo.
Los oradores del encuentro fueron los máximos representantes de las CTA, que coincidieron en la necesidad de la unidad del campo de los trabajadores, al mismo tiempo que Yaski definía que la democracia hoy está en la calle, lo que implica un cuestionamiento a la legitimidad del sistema actual. Ambos discursos fueron respaldados por la concurrencia que aplaudió con entusiasmo al tiempo que la lluvia parecía comenzar a ceder.
Tanto Micheli como Yaski, se comprometieron a tomar la demanda de las y los trabajadores y convocar próximamente a un paro general nacional para expresar el profundo descontento con las actuales políticas de gobierno, que parecen ausentes de toda representatividad y ponen en cuestión al actual sistema democrático, tal como fue expresado en el acto. La unidad del campo de los trabajadores, tal como fue visible, pareció ser un hecho que tendrá que ser atendido por los dirigentes, que en algunos casos parecen desoír el mandato de sus bases con el riesgo de repetir el modelo gubernamental de vaciar sus figuras de representatividad.
*Mililtante O.S.y P. Los Pibes