Por Demián García* / @Demian_LB
Frente al ajuste macrista, trabajadores y trabajdoras de todo el país se congregan en la Marcha Federal.
Mientras escribimos estas líneas se estará desarrollando una nueva movilización contra el plan de ajuste del Gobierno. Esta vez, es el turno de la Marcha Federal, convocada por la CTA de los Trabajadores (Hugo Yasky), un sector de la CTA Autónoma (el que se encolumna detrás de Pablo Micheli), la Corriente Sindical Federal (que agrupa a algunos sindicatos de la CGT), y la Bancaria. El momento de mayor masividad de esta convocatoria será la movilización del viernes 2 de septiembre en la Plaza de Mayo, que espera aglutinar miles de trabajadores y trabajadoras estatales, docentes, docentes universitarios, y también del sector privado (bancarios, trabajadores/as del neumático, trabajadores/as de prensa, incluso desde Camioneros confirmaron que participarán con una delegación).
La movilización ha comenzado el miércoles 31 de agosto con concentraciones y actos en Mendoza, San Salvador de Jujuy, Comodoro Rivadavia y otras ciudades de varias provincias del país. Hoy se realizarán nuevos actos en el trayecto de esas columnas hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Córdoba (las columnas del Oeste), Rosario (las columnas del Norte) y Mar del Plata (aquellas provenientes del Sur).
Este despliegue lleva la impronta de la movilización que en 1994 realizaron también desde la CTA frente al gobierno de Menem y su plan de ajuste neoliberal, también con el aditamento de algunos sindicatos de la CGT enrolados en el MTA.
Esta movilización llega en un momento donde el macrismo viene de recibir una zancadilla en una ficha clave en su plan de ajuste, con el fallo de la Corte contra el tarifazo del gas. Abonará a debilitar aún más esa estrategia de ajuste.
Además, el gobierno también acusa el desgaste producido por las movilizaciones multitudinarias que han tomado las calles de la CABA al menos una vez por mes desde febrero, resistiendo distintas políticas antipopulares. En esas convocatorias, las expresiones de las organizaciones de las y los trabajadores han sido centrales, sea para movilizar contra los despidos de estatales como el 24 de febrero (con ATE a la cabeza), o contra el ajuste en la Educación pública el 12 de mayo (con la CONADU Histórica como promotor principal junto a otros sindicatos universitarios). Una mención especial merece la convocatoria de las 3 CGTs y las CTAs del 29 de abril, donde se expidieron en una jornada de lucha histórica a favor de la ley antidespidos, que luego fue vetada sin pena ni gloria, exceptuando una movilización de la CTA en rechazo al veto. Ese silencio cómplice al ajuste de las direcciones de la CGT contrasta con la actividad que trabajadores y trabajadoras vienen desplegando por la base en distintos sectores de trabajo, sindicatos, comisiones internas, agrupamientos sindicales diversos.
La convocatoria de la CTA va a expresar en la calle la resistencia al ajuste, desde las diferentes perspectivas políticas en las que se agrupan hoy en día los trabajadores/as, que proyectan también diferentes estrategias a futuro. Así, un sector de los convocantes pretende hacer bandera de una resistencia política al ajuste en pos de un retorno de Cristina Kirchner en el 2019, mientras que el grueso principal de los trabajadores/as que se movilicen lo harán por sus propias reivindicaciones en la lucha.
De ausencias y matices
Algunos sectores que se encuentran en disputa por el aparato político sindical de la CTA Autónoma, aquellos que responden a Victor Degenaro y Cachorro Godoy han hecho silencio ante esta convocatoria, sumando un elemento de disgregación a un panorama donde la necesidad de movilizar está más presente que nunca.
Por otro lado, habrá distintas iniciativas de diferenciación -sin abandonar la calle- por parte de otros sectores combativos, sea confluyendo en una columna autodenominada independiente (SUTNA, AGD UBA, SUTEBAs Combativos, partidos que componen el FIT, etc.) o con consignas propias en las columnas de cada sindicato, expresando la necesidad de un plan de lucha, salario mínimo igual a la canasta familiar, y la necesidad de bregar por la mayor unidad posible (como solo es posible planteando la independencia política de las organizaciones sindicales convocantes). Algunas expresiones sindicales combativas no alineadas a partidos del FIT expresan esta tendencia, como Rompiendo Cadenas, o las conducciones de sindicatos o Comisiones Internas que le darán el mayor valor a expresar el rechazo al ajuste antes que a la diferenciación política.
En este marco, la convocatoria por parte de los organizadores (CTA-T) a que haya actos regionales donde funcionarios políticos del PJ tengan tribuna, o darle micrófono a sectores de la iglesia católica, aparece casi como una provocación atentando contra una mayor unidad, del mismo modo que las convocatorias a sectores patronales nacionales. Esa articulación parece expresar con claridad el plan político de reagrupamiento de un sector del peronismo. Aún así, no evitarán que se hagan presentes en la movilización otras tendencias con otros proyectos peronistas como el Movimiento Evita.
Será sin duda una jornada importante para volver a expresar esa fuerza con la que contamos los trabajadores y trabajadoras, que si se pudiera desplegar podría hacer posible la derrota de este ajuste brutal, y por qué no, el avance de un proyecto político propio de los trabajadores/as.
*Militante de la Corriente Politico-Sindical Rompiendo Cadenas