Hoy es la revista Mascaró la que se suma a nuestro ciclo de entrevistas a medios autogestivos. Una publicación que desde la comunicación popular y contrahegemónica va a la caza del futuro americano.
El surgimiento de la revista Mascaró, a la caza del futuro americano en mayo de 2012 fue una muy buena noticia para nuestro mundo editorial. Su presencia ayudó a sostener bien alto las banderas de la comunicación popular y autogestiva en el país. Con salida mensual y más de 20 números en la calle, mantiene de manera ininterrumpida desde hace exactamente dos años una obstinada permanencia en el debate político y social argentino.
Mascaró propone abordajes de nuestra realidad social, cultural y política desde una perspectiva crítica y contra-hegemónica, con profesionalismo y objetividad pero, siguiendo el ejemplo de Jorge Ricardo Massetti, lejos de cualquier tipo de neutralidad. Van irremisiblemente, también, por el camino de otro periodista (pero por sobre todas las cosas, escritor), en el que encontraron un símbolo para nombrar el proyecto que llevan adelante, ese original Mascaró de Haroldo Conti, el legendario cazador americano cuya acción clandestina ayudó a trocar un circo en guerrita.
Mascaró, la revista, nació y se desarrolla como una herramienta de información destinada a los que intuyen que no todo es como lo pintan desde los medios del poder, y se suma ahora al ciclo de entrevistas de Marcha a medios populares para decirnos lo que piensa. Estas son sus palabras.
¿Qué los motivó a comenzar con su proyecto comunicacional? ¿Cómo se organizan internamente?
La idea de salir a la calle con una revista de debate político era algo que nos venía dando vueltas hacía un tiempo. En un contexto de mayor debate y politización en la juventud, abierto en parte por la rebelión de 2001 y por la recuperación de cierto lenguaje militante, y más tarde con el terreno de disputa que instaló el kirchnerismo, nos pareció necesario intervenir en la discusión, haciendo a un lado la dicotomía de que aquel que no se posiciona de acuerdo con el gobierno, está con la derecha, poniendo en evidencia la necesidad de avanzar hacia otro proyecto de país, si de lo que se trata es de lograr la liberación nacional, en conjunto con el proceso de integración latinoamericana.
Nos resultaba molesto manifestar una idea sin tener la posibilidad de esquivar el rótulo de “oficialista”, o de “hacerle el juego a la derecha”, dependiendo de cual fuera la posición y quiénes los intérpretes.
Mascaró nació con la idea de llenar un espacio en ese lugar del debate, proponiendo abordajes sobre temas actuales desde una perspectiva crítica y contra-hegemónica, y un tratamiento serio en el análisis, pero con un lenguaje no específico ni académico. No sólo para ser un espacio de crítica y reflexión, sino para disputar un proyecto político también, aunque parezca muy ambicioso.
¿Por qué consideran importante comunicar desde un medio autogestivo?
En estos últimos años han surgido varias revistas -algunas muy similares entre sí- que de una u otra manera apoyan al kirchnerismo. Por otro lado existe un fuerte discurso opositor -por derecha- que tiene como tribuna algunos de los más grandes y consolidados medios de comunicación del país. Mientras que las críticas que provienen de posiciones de izquierda sólo tienen eco en medios pequeños, con escasa influencia y pocos recursos, que muchas veces son silenciados, y en otros casos sólo se dirigen a grupos muy específicos como los órganos de prensa partidarios.
La independencia y la autogestión son necesarias para poder decir lo que se piensa, porque es la única forma de no tener limitaciones. Al mismo tiempo, la independencia en términos de neutralidad no existe. En la editorial de presentación de Mascaró, hace dos años, avisamos: “ya no se puede vender la impostura de eso del periodismo independiente, pacato, imparcial y objetivo. Objetivos está bien, trataremos de serlo, pero conviene dejarlo claro: seremos parciales. Parciales y objetivos, como decía Jorge Ricardo Masetti que debía hacerse periodismo”.
¿Cómo ven el panorama de los medios autogestivos en la actualidad?
Hoy existen bastantes medios populares consolidados, con muchos años de resistencia, que incluso nacieron y sobrevivieron a los noventa. Desde el 2001 se han sumado otras experiencias y en el último tiempo se intenta dar el salto desde lo alternativo (en términos de marginal) y popular a lo masivo, con la necesidad de disputar la agenda de los grandes medios y el sentido común impuesto por los sectores del poder.
A nosotros nos gusta pensarnos superando ese ámbito familiar de los medios autogestivos, donde nos sentimos muy cómodos y a gusto, teniendo la posibilidad de intervenir en la realidad como una herramienta de información al alcance de todos aquellos lectores que saben que no todo es como lo pintan desde los medios del poder, pero eso es todavía un ideal, un sueño. Por ahora, creemos que compartimos la meta más próxima de muchos de los medios independientes de nuestro país, que es poder sostenernos y poder crecer lentamente de la mano de nuestros lectores, que son los que hacen posible que exista la revista cada mes.
¿Qué lugar ocupa en la actualidad la comunicación popular en la sociedad?
Partiendo desde un lugar de resistencia y de denuncia, hoy la comunicación popular, gracias al trabajo sostenido por muchos medios gráficos (locales, regionales y de mayor alcance), radios y TV comunitarias, y fundamentalmente desde plataformas electrónicas, se puede decir que ha ampliado su espacio en la sociedad. Tal vez ese lugar esté todavía circunscripto al ámbito del activismo social y político, a sectores que manifiestan determinadas inquietudes por informarse a partir de voces alternativas, por saber qué es lo que está pasando por debajo de lo que dicen los medios “nacionales”. Pero está visto que depende del trabajo sostenido que cada proyecto pueda tener, instalarse a fuerza de permanencia, sortear grandes dificultades económicas y de difusión, ganar lectores trabajando con profesionalidad, y llevando -en nuestro caso- la revista a todas partes en la mochila, que lograremos expandirnos hacia ese potencial que evaluamos que existe para la comunicación popular en el país.
Al menos así se muestra el panorama, en una situación donde han existido avances y resultados de años de lucha con la Ley de Medios audiovisuales, pero sigue sin expresarse en acciones de Estado un proyecto político que cuestione la concentración, el poder de los multimedios y el dinero, que imponen una forma de hacer periodismo, funcional a sus intereses.
¿Cómo observan desde la comunicación popular a la situación del periodismo en estos tiempos de polarización mediática, en el marco de los debates entre el gobierno nacional y sus multimedios afines, y multimedios privados?
En los debates entre el gobierno nacional y sus multimedios y las corporaciones privadas, analizamos que plantean una falsa discusión. Tanto desde un lado como del otro se manipula información, se oculta otra, se beneficia un determinado discurso y un determinado sector de poder más o menos concentrado, pero ubicado del mismo lado de la raya si tenemos que analizarlos como garantes del sistema capitalista en el que estamos inmersos.
Obviamente que hay algunos más sinceros, en relación a que defienden una idea en la que creen, en tanto que otros (la gran mayoría) se deben limitar a correr detrás de la línea editorial que les paga el sueldo.
¿Cuál es el cambio fundamental que se daría con la Ley de Fomento y protección de revistas culturales independientes?
Principalmente esta Ley lo que exige es que se reconozca desde las políticas de Estado a las revistas culturales independientes. Facilitaría que existan mecanismos de acceso a determinados beneficios (muchos de los cuales sólo los aprovechan las grandes empresas) como la exención impositiva, la distribución más equitativa de la pauta de los medios públicos u otros recursos, la regulación del costo del papel -que tuvo aumentos exponenciales-.
Pero hay cosas que las leyes no resuelven, si bien favorecen un marco, hay cuestiones que dependen de voluntades políticas y de procesos de participación activa. Una de estas cuestiones tienen que ver con ejercer control sobre la concentración y monopolización de los canales de distribución comercial, donde hoy día las reglas del juego las ponen Clarín y La Nación, que imponen presiones y costos que resultan insostenibles para las publicaciones autogestivas.
Sin embargo, quienes no tenemos como horizonte la actividad comercial de la publicidad y priorizamos la llegada de un mensaje, de una idea, de un contacto con las personas que nos leen, quienes como Mascaró queremos proyectar otra realidad posible a través de la revista, insistimos en que es trabajando, militando la revista, sin darse por vencidos, la mejor manera de subsistir y cambiar lo que deba ser cambiado para que esa voz en el espacio político y cultural se siga escuchando.
¿Qué acciones llevan a cabo para profundizar el vínculo con otros medios autogestivos?
Principalmente el afianzamiento de esos vínculos se da en espacios de militancia en común, por ejemplo con la revista Sudestada nos conocemos desde antes de salir con Mascaró a la calle, cuando nos dieron una mano a la hora de pensar el proyecto y nos facilitaron herramientas provenientes de su experiencia de diez años de patear kioscos de diarios, subtes, trenes. Todas las veces que podemos, nos esforzamos por participar de actividades donde se pueda dar un espacio de difusión, ferias de revistas y libros, festivales, jornadas de lucha, paneles, encuentros de comunicación (como el de la Red Nacional de Medios Alternativos, que está muy bueno), etc. Tratamos de compartir actividades con quienes tenemos más cercanía, participar en paneles de debate, presentaciones de otros medios, actividades culturales donde se toca algún tema en el que podemos intervenir. En todos estos espacios vemos que el intercambio es muy rico, que se aprende y se comparte mucho y eso potencia el crecimiento de cada medio. También participamos del espacio de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (Arecia), que es un lugar donde este encuentro se produce y donde cada medio se fortalece, a la vez que eso sucede con el conjunto.
Para más información sobre esta publicación ingresá a su página oficial o a su Facebook