Por Agustin Bontempo. Más de 500 vecinos participaron de la Tercera Maratón por la Urbanización de las villas de la Capital Federal. El evento fue organizado por el Movimiento Villas Al Frente y la Mesa por la Urbanización de las Villas 31 y 31 bis.
En su tercera edición, la Maratón por la Urbanización de las villas de la Ciudad de Buenos Aires, que contó con la participación de más de 500 vecinos y vecinas, tuvo un recorrido total de cinco kilómetros.
La largada se realizó desde la puerta del comedor Padre Carlos Mugica, en la villa 31, hasta la entrada a la villa Rodrigo Bueno, en la Costanera Sur, donde se cerró con un festival con la participación de músicos como Bruno Arias. Los organizadores, el Movimiento Villas Al Frente (MVAF) y la Mesa por la Urbanización de la Villa 31 y 31 bis, señalaron que en la Ciudad de Buenos Aires “crecen la desigualdad y la violenta discriminación de la mano de los megaemprendimientos inmobiliarios que poco tienen que ver con una emegencia habitacional” lo que afecta “a más de 500 mil personas sin techo digno”.
No importaron las banderas particulares ni las dificultades individuales. No importó la alta temperatura ni el sol constante. Mucho menos si se corría, caminaba o pedaleaba. La gran multitud se dispuso a correr para visibilizar un reclamo que es común y que afecta a todos por igual: el pedido de vivienda y barrios dignos.
El recorrido se inició alrededor de las 10.30 de la mañana desde el comedor Padre Carlos Mugica, de Teófilo Tapia, histórico referente de la Villa 31. Los maratonistas que recorrieron por dentro el barrio que lleva el nombre del cura asesinado por la Triple A en la década de 1970, finalizaron en la villa Rodrigo Bueno, atravesando varias postas que simbolizaban, diferentes reclamos de cada barrio, como la falta de servicios básicos, plomo en sangre producto de la contaminación, contra el gatillo facil o por la vivienda digna.
José Bravo, vecino del Barrio San Martín de Villa 31, mencionó que “estamos acompañando a los vecinos de las diferentes villas. El objetivo que nos trazamos es alcanzar la urbanización de las villas. Nosotros puntualmente queremos lograr que el dictamen presentado en la legislatura porteña sea cumplido”. El dictamen al que hace referencia es al 98D/2013 que reglamenta la urbanización del barrio y que permanece sin definición en la Comisión de Vivienda que preside Javier Gentilini, legislador de UNEN muy cercano al macrismo. En relación al evento, Bravo afirmó que “Villas al Frente es una muestra de la mejor organización, la mejor unión. Demuestra el lema de que villas unidas jamás serán vencidas”.
Por su parte, Yefri Mosquiera que es vecino del barrio Rodrigo Bueno y militante del MVAF, se entusiasmó con el recorrido que su organización viene transitando desde el año 2013 cuando nació. “Villas al Frente demuestra que nos unimos, que se multiplica la lucha”. Consciente de lo difícil que es enfrentarse a la gestión del Pro, aseguró que hay “que estar con la lucha, con el cuerpo. Desde Villas al Frente estaremos al pie del cañón con todos los vecinos”.
Una movilización a gran escala unificó el pedido de vivienda digna.
El déficit habitacional en la ciudad porteña es grave y quienes más lo sufren son los villeros y villeras. En una ciudad donde el negocio inmobiliario le da cada vez más oportunidades a los especuladores, más de 250 mil personas viven en villas y asentamientos y la tasa demográfica indica un crecimiento ininterrumpido desde hace años. Por eso, además de los barrios mencionados, también alzaron su grito vecinos y vecinas de la Villa 1-11-14, Los Piletones, Playón de Chacarita, Villas 21-24, Fátima, La Carbonilla y Villa 20.
En la misma línea, Rodrigo Alonso, que vive en Villa 21-24 e integra el MVAF, aseguró que son “un montón de personas que se organizan, como en esta Maratón. Tenemos muchas cosas en común para seguir adelante”.
En torno al escenario en la ciudad de cara al próximo año electoral, Alonso afirmó que “es complicado precisamente por las elecciones. El presupuesto en publicidad del macrismo, es el doble que el que se va a invertir en vivienda. Es difícil cuando hay un aparato así”, sin embargo sostuvo, “no bajamos la guardia, nos seguimos organizando. Esta fue otra demostración”, adelantó.
Las prioridades que la gestión del Pro tiene de cara a las elecciones no son nada novedosas. En una Ciudad donde abunda la pauta publicitaria, año a año se viene reduciendo el dinero destinado a vivienda, especialmente para la población que vive en barrios vulnerados. De todas formas, Alonso aseguró que “tenemos que organizarnos en todas las villas porque tenemos las mismas problemáticas y como dice el dicho, la unión hace la fuerza”.
Julian Wald, referente del Club Social y Deportivo El Campito y delegado de la manzana 23 de la Villa 31, resaltó como “importante la continuidad. Es una larga lucha. Me parece bien la integración de los barrios y tomar reclamos concretos”, pero llamó a no bajar los brazos. “Si ves tu horizonte temprano, tus triunfos serán concretos y chiquitos. Hay que abrir el horizonte y apuntar a más allá. Porque si no hay un cambio profundo en Argentina, chocamos con la pared. Si las organizaciones populares no logramos una propuesta más profunda, creo que se nos va a complicar”.
Por este motivo, tanto el MVAF, la Mesa por la Urbanización de Villa 31 y 31 bis así como los habitantes de las villas, siguen profundizando diferentes acciones de protesta que visibilicen y se sinteticen en un solo reclamo. La urbanización está garantizada por la Constitución porteña y cuenta con diversas leyes como la 148 de 1998 que da un marco general de urbanización para todas las villas de la ciudad, o leyes particulares como la 3343 de Villa 31, la 1770 de Villa 20 o la 403 de la 1-11-14.
El cierre fue a pura música.
La jornada terminó con un festival en el barrio Rodrigo Bueno donde hubo comidas y mucha música. Las bandas que participaron fueron Korta la Bocha, Cumpas del Barrio, Las Lonias de San Telmo, Che Joven, Javi Caminos, Emisarios de lo Lejano y el taller de rap de la Villa 31. El cierre fue protagonizado por Bruno Arias, artista que mantiene su compromiso y solidaridad con la lucha por la vivienda digna. Alegría y lucha fue lo que motivó a los que participaron de la jornada durante el acto de cierre. Desde el escenario se “llamó a no bajar los brazos y a continuar esta legítima lucha que los villeros y villeras de la ciudad llevan adelante sin descanso”.