Tras días de lucha de los trabajadores del restaurante “Lalo de Buenos Aires”, la Justicia frenó el desalojo que parecía inminente. Pero aún el conflicto tiene otro capítulo: asegurar sus fuentes de trabajo a través de una cooperativa.
Cuando el titular del Juzgado Civil Nacional 63, Pablo Torterolo, ordenó el desalojo del restaurante Lalo de Buenos Aires y rechazó el pedido de los 17 trabajadores para tener tiempo de negociar una salida ante la falta de pago del alquiler del local, los damnificados evaluaron presentar un recurso de amparo ante la justicia laboral para que este fuero interceda en su favor.
La audiencia de conciliación que se celebró el lunes 5 por la mañana entre los trabajadores y la empresa titular del restaurante, Sargento Cabral 2426 S.A., por la deuda de tres meses de sueldos así como vacaciones, no avanzó ya que el dueño no se presentó y aun no se fijó una nueva fecha.
Si bien la Justicia Civil de la ciudad suspendió el desalojo, el Juez debe definir una nueva fecha para el mismo. Aunque esto mantiene a los trabajadores en vigilia, el respiro les permite avanzar en las negociaciones con los dueños para continuar trabajando conformados como cooperativa.
Lalo recupera la experiencia de otras cooperativas del sector
Los primeros días de la semana fueron de incertidumbre y tensión. El tiempo corría y los trabajadores de Lalo definieron denunciar que no estaban realizando ninguna “usurpación”, sino “resguardando las fuentes de trabajo”. Pero la noche del martes los encontró en las puertas del restaurante –ubicado en Montevideo 355- bajo momentos de tensión, cuando se presentó personal de Policía Federal y carros hidrantes de policía Metropolitana junto a una orden de desalojo que generó momentos de confusión para los trabajadores.
Si bien la Justicia establece la orden sobre el empresario del restaurante y no sobre los trabajadores, el perjuicio recae sobre los cocineros, los mozos y los limpia copas que se quedan en la calle. El empresario dueño de Lalo, les había ofrecido pasarse al nuevo restaurante que abrió en San Telmo –tras una clara maniobra de evasión- pero sin reconocerles la antigüedad y con reducción de jornada laboral. Ante tal desventaja, los trabajadores conformados en una cooperativa por su parte, le ofrecieron alquilarle el lugar por seis meses para poder seguir trabajando al menos hasta que encontraran otro espacio, pero no lograron avanzar en el acuerdo. La abogada de los trabajadores de Lalo, Ornella Nociti, aseguró que los dueños eran “los únicos que tienen la posibilidad de suspender la orden judicial, porque si llegan a un acuerdo y un contrato de locación, el desalojo no tiene razón de existir”.
La experiencia en este sentido, recupera otras de éxito como el caso de la cooperativa del restaurante Alé-Alé y el caso del Hotel Bauen, cuyos trabajadores sostuvieron el emprendimiento durante años.
Marcha y Che Barracas dialogaron con Cesar Luna y Luciano García, delegados y trabajadores del restaurante Lalo, quienes mencionaron como se dio su lucha y en qué situación se encuentran ahora.
– ¿Cuál fue la situación de los trabajadores en Lalo?
Cesar Luna (CL): La situación desde el lunes es que teníamos la reunión conciliatoria a las 16 horas con el patrón nuestro pero no se presentó. Ahora lo citaron nuevamente, pero intención de arreglar o pagar no tiene, sino ya se hubiese presentado en el Ministerio o acá personalmente. Ese tema creemos que está en un punto muerto.
Luciano García (LG): Lo que buscamos es lograr un acuerdo para poder alquilarles el local para adelantarles 6 o 7 meses de alquiler, donde el INAES se hace responsable de asesorarnos con la propuesta. Entendemos que esto debe implicar un acercamiento. La necesidad de trabajar es urgente y estamos dispuesto a continuar el diálogo y concretar un contrato de alquiler.
– ¿Cuándo empezó el conflicto?
(CL): Venimos cobrando irregularmente hace más de un año. A mediados del año pasado, teníamos un mes adentro, y cobrando un mes atrasado. Cuando llegó diciembre fueron dos meses y así. La situación se agravo y luego (el dueño) dijo que en ningún momento iba a reconocer deudas de antigüedad y saldo. Si nos quedábamos con el boliche, él firmaba. Se comprometió a eso. Pero el día que decidimos quedarnos, nos denunció por usurpación, con lo que puso una cortina policial y no pudimos trabajar más.
– ¿Cómo se llama este hombre?
(CL): Es Juan Eduardo Costa. Lo conozco hace diez años y la mayoría hace 20 o 30 años. Hoy esa gente, está en la Asamblea que quiere recuperar su fuente de trabajo, no es un capricho.
– ¿Cómo tomaron la decisión de quedarse en el local?
(CL): La tomamos la semana pasada después que se comprometió a pagarnos. Pero cuando dijo que no iba a hacerlo, nos vimos obligados en tomar medidas. El jueves pasado decidimos hacer asamblea y permanecer hasta la fecha pensando que iba a presentarse, pero no lo hizo, ni ante el Ministerio ni acá.
(LG): Hoy (miércoles) le hicimos una denuncia penal por estafa en el Juzgado N°9 ya que no nos hacen los aportes patronales hace 4 años. Nosotros solo habíamos denunciado hasta entonces los sueldos adeudados y las vacaciones impagas.
Además si profundizamos un poco más, ellos tienen el CUIT hace 3 años caído, entonces también se estafó al cliente. No facturaban, así que el IVA se quedaba en sus bolsillos. Tanto el presidente como el contador, tienen parte que ver en esta estafa.
La preocupación es que si bien se detuvo el desalojo, el oficial de Justicia, Roberto Saravia, tiene en su poder el mandamiento, y entendemos que con esto puede efectuar el desalojo sin necesidad de que el juez ponga una fecha. Necesitamos que ese mandamiento se reintegre al juzgado.
– ¿La suspensión por el desalojo fue de 24 hs?
(LG): No, 24 hs es el tiempo que el juez requiere para expedirse en una nueva fecha. A partir de que hizo el anuncio de la suspensión, ahora tiene 24 hs para definir cuándo sería.
– ¿Mientras tanto van a seguir en el inmueble?
(LG): Si, seguimos en el lugar, estamos en Asamblea permanente. Como consideramos que la patronal se iba a llevar las maquinarias y las herramientas, a partir de ahí definimos defender nuestros derechos.
(CL): La propuesta que tenemos nosotros es formar una cooperativa y trabajar. A su vez, hicimos la propuesta de pagarle el alquiler con garantía y a valor del mercado. Se complica porque son cuatro propietarios del local, tres están de acuerdo y uno no, que se llama Eladio González. Está muy duro porque dijo textualmente que “prefiere el infierno y que le desalojen la propiedad”. No se solidariza con nosotros y somos tan damnificados como ellos, que no le pagaron el alquiler durante todos estos meses.
– ¿Cómo tomaron que algunos medios como Perfil y La Politica on line entre otros, informaran que La Cámpora fue quien freno el desalojo?
(LG): No sé si hubo una bandera o una falla en la información o qué es lo que quisieron decir. La verdad es que de política entiendo poco, pero considero que tal vez no fue así ya que había otros diputados y personalidades presentes. Tuvo una connotación importante que estén, pero no fue el hecho fundamental para que se levante ese día el desalojo.
– Esto además les quita protagonismo y mérito a su lucha…
(LG): Y un poco si porque estamos acá hace 10 días al menos. No vamos a casa, no llevamos el sustento a nuestros hogares, y además nos endeudamos porque nuestras familias piden fiado para poder subsistir. Es la única manera que encontramos para defender el puesto de trabajo.
– ¿Qué les aporta a su causa, experiencias como la cooperativa de restaurante Alé Alé y el Hotel Bauen?
(LG): Nos aportan mucho empuje, y solidaridad. En este momento está con nosotros el presidente de la cooperativa Alé Alé. Y nos dan mucha experiencia. Sentimos que no estamos solos. Tuvimos 40 años de trabajo bajo relación de dependencia pero no tenemos conocimiento de cómo administrar un restaurante. Ya con el apoyo que nos dan y con el hecho de estar presentes, nos empuja a seguir adelante con el deseo de formar la cooperativa. Así como también lo hicieron los compañeros del Hotel Bauen.
– Van a realizar un festival solidario en la puerta del local…..
(CL): Si, nos da fuerza que se hayan presentado espontáneamente tanto artistas como organizaciones sociales, vecinos, concejales, diputados y senadores que vinieron a dar apoyo, para que resolvamos una negociación que nos sirva a todos. Por eso lo hacemos.
(LG): El viernes a partir de las 18 hs realizaremos un festival para hacer conocer nuestra lucha y el reclamo que venimos llevando adelante. Pero no queremos perjudicar al resto de los negocios porque acá nos conocemos todos y es importante que otros restaurantes también puedan trabajar bien. Por eso queremos visibilizar pero también respetar el horario de mayor trabajo de otros restaurantes de la zona. Yo empecé de mozo hace 40 años acá, así que es como vivir en tu barrio hace 40 años.