Por Federico Medardo Foto: VII Fotografías
Mañana 4 de septiembre los Institutos de Formación Docente (profesorados) marchan, en la Ciudad de Buenos Aires, contra las políticas educativas que impulsan la creación de la UniCABA.
El presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura indicó que el proyecto UniCABA se votaría entre octubre y noviembre. Frente a la inminencia, y en el contexto de las actuales políticas educativas, este martes 4 de septiembre, los profesorados marchan a las 17 hs. desde el Ministerio de Educación de Nación a la Legislatura porteña, para oponerse al proyecto, e instalarán una carpa educativa hasta el 7 del corriente, con paneles, clases públicas, talleres y actividades culturales.
Proyecto UniCABA
En noviembre del 2017, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio a conocer por los medios de comunicación su intención de desintegrar los veintinueve Institutos de Formación Docente públicos. Con el mismo modus operandi que se conoció la Escuela del Futuro, la filtración de un PowerPoint, el proyecto UniCABA se elaboró sin ninguna consulta a la comunidad educativa. La imposición como política educativa. Autoridades, estudiantes, bedeles, auxiliares, no docentes, personal administrativo no fueron parte de ese proyecto; aunque sí fueron parte de las masivas movilizaciones del 12 de abril y 9 de mayo, que le dijeron NO a la ley.
El problema de la educación, como intenta instalar el discurso oficial, son las y los docentes, los sindicatos o cualquier otra entidad que esté por fuera de las oficinas del Ministerio de Educación. En este caso, se argumentó que el objetivo del proyecto era hacer más “atractiva” la formación docente. A esos fines, se elevaría el título de terciario a universitario y se degradarían las carreras en función de que sean más expeditivas. No hablemos de las paritarias por debajo de la inflación. No hablemos de que el salario docente es el más bajo dentro del rubro de profesionales. No hablemos de la calidad edilicia o de la falta de becas para estudiantes.
El proyecto inicialmente salió con quince artículos, de los cuales el 6º y el 10º son los más cuestionables y agresivos. En el artículo 6º se consignaba la absorción de los veintinueve profesorados en una única universidad: UniCABA no era solo “Universidad de la CABA”, sino también la “Única de BA”, en contraste con los veintinueve distribuidos por toda la Ciudad. El artículo 10º significaba un liso y llano retroceso en las formas de gobierno de las instituciones: las autoridades (lease Rectorado) en la UniCABA se designaría a dedo por el Ejecutivo, y es quien redactaría el Estatuto.
En el artículo 25º del nuevo proyecto, se indica que se promoverá la articulación de los IFD con la UniCABA, “integrando la experiencia y potencialidad de los Institutos de Formación Docente con los recursos y autonomía universitaria”. Los profesorados tienen una demanda histórica, la misma que ahora se reconoce a la UniCABA, sin ningún mérito: recursos y autonomía.
Contrastes
En la actualidad en los profesorados se eligen democráticamente a las autoridades. En muchos de ellos, ni siquiera la máxima autoridad es el o la rectora de turno, ya que tienen como órgano de cogobierno al Consejo Directivo, que está integrado por miembros del: claustro estudiantil, docentes, administrativos y graduados de la Institución. Si bien no es ningún mayo francés, y no hay soviets articulando planes de acción, el sistema de gobierno actual es plural frente a la elección a dedo que el Ejecutivo promueve. Del mismo modo que uno de los objetivos del proyecto de ley es no discutir con veintinueve instituciones los planes de estudio, los reglamentos internos, el presupuesto, etc., sino solamente con un funcionario o funcionaria, que responde y depende directamente del Ministerio de Educación. Es decir que mientras desde el Ejecutivo se elogian las bondades del sistema democrático y se impulsa el diálogo, por otro lado en la práctica se impulsa un sistema arbitrario de educación.
La mayoría de los profesorados son instituciones centenarias, con vasta y comprobada experiencia en la formación de docentes y sujetos críticos del sistema educativo. Por caso si alguien quisiera estudiar el profesorado de Lengua y Literatura, podría elegir entre Insititutos como el Joaquín V. González, Alicia Moreau de Justo o Mariano Acosta. En cada uno tendría, en su plan de estudios y por ende en su perfil de egresadas o egresados, impresa la tradición formativa de su institución.
Se supone que las y los funcionarios tendrían que saberlo, pero sucede que redactaron una ley teniendo como referencia el sistema educativo en Finlandia mientras estos funcionarios nunca han estado en los institutos. Sin embargo en el sistema que se pretende tomar como referencia, Finlandia, la reforma educativa duró décadas y tuvo participación de todos los claustros. Desde los profesorados también se impulsan mejoras en el sistema, pero con la participación de la comunidad educativa.
La nueva ley
A la luz del unánime rechazo de la comunidad educativa, el gobierno retrocedió, tomó nota y dejó enfriar el proyecto ya que el costo político que deberían pagar, por sancionar una ley de esta manera, sería muy elevado. Así las cosas, durante el receso invernal no hubo comunicados oficiales acerca de la continuidad del proyecto, sin embargo a partir de algunos comentarios de legisladores del bloque oficialista y por las notas de opinión en medios afines, se podían entreveer las maniobras de gobierno: impulsar un proyecto más elaborado que planteara la coexistencia de la UniCABA con los Institutos de Formación Docente (IFD)
Un proyecto que a simple vista parecía haber conseguido la no disolución de los profesorados. Otro engaño: una vez que la ley se sancione ningún profesorado va a estar “acreditado” para ser parte del sistema de Formación Docente. Para que ello suceda, van a tener que respetar en un todo “los lineamientos que en materia de política educativa define el Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, y someterse a los sistemas de evaluación y autoevaluación que imparta el Gobierno, cuyos criterios estarán siempre alineados a la política de ajuste y mercantilización de la educación.
Una cáscara vacía
La formación docente de Entre Ríos tiene el antecedente inmediato de la UADER, universidad madre y amiga de la UniCABA. En un principio coexistió con los profesorados, pero al otorgar mayor puntaje y mejores posibilidades para el ascenso en la carrera administrativa, los IFD se fueron vaciando para luego cerrarse la mayoría. Si bien se reconoce que los profesorados que quedan otorgan una mejor formación, no son competitivos frente a los títulos universitarios.
Tal como confesaran en voz baja, algunas y algunos legisladores, el objetivo es reducir de veintinueve a diez o doce los profesorados. Se cerrarán aquellos que dictaran las mismas carreras, aquellos que se encontraran geográficamente cercanos, aquellos cuya matrícula esté por debajo de lo esperable. Si bien la ley dice que los profesorados continuarán existiendo, no se hace mención a sus órganos de cogobierno, a sus estatutos y reglamentos internos, a su normativa, etc. ¿Qué más que eso son los profesorados? Lo que hoy entendemos como institutos, no es esta etiqueta vacía que el proyecto garantiza que continuarán existiendo.
Mañana martes 4 de septiembre, la comunidad educativa de los profesorados marcha desde el Ministerio de Educación de Nación a la Legislatura porteña, donde se instalará una gran carpa educativa hasta el 7 del corriente, con paneles, clases públicas, talleres y actividades culturales. Una vez más en defensa de la educación pública y a favor de la continuidad de una formación para las y los docentes que sea de calidad, verdaderamente participativa y con recursos.