Por Mario Hernández
Entrevista a Olmedo Beluche, autor de Independencia Hispanoamericana y lucha de clases.
Independencia Hispanoamericana y lucha de clases, es un libro muy interesante, sobre todo por la visión que das en relación al Bicentenario de la Independencia. Te planteo una serie de temas como inquietud de la lectura de tu trabajo, para que desarrolles: primero, tu planteo de que la Independencia latinoamericana no fue un plan conscientemente delineado. Al mismo tiempo, señalás que se trata de un proceso revolucionario clásico y que en realidad lo que pasó en 1810, más que un movimiento por la Independencia fue un movimiento para evitar la revolución. Que recién la Independencia se consolida mucho más adelante, a partir de 1819/1821.
Sintetizando, no es cierta la historia de Hispanoamérica en el modo en que nos la presentan, en el sentido que los próceres de la Independencia de España planearon las naciones como las conocemos en la actualidad. Inclusive el concepto de nación moderna, como lo concebimos actualmente no existía en ese tiempo. En realidad Nación era sinónimo de Estado, y el Estado era la Monarquía Real española. Y como identidades en ese momento, existían la identidad de los españoles en América y la de los españoles en la Península Ibérica y, fundamentalmente, las identidades locales, porque en vez de Estados nacionales lo que existían eran ayuntamientos, municipios que era donde funcionaba la vida política de aquel tiempo.
Lo importante del caso, es que la Independencia es un producto de la descomposición del Imperio español, que se va produciendo ya desde el siglo XVIII, por motivos diversos, internos y externos. Y que va a alcanzar su punto culminante entre 1810 y 1825 en un proceso revolucionario en el que diversas fracciones de clase plantean sus diversas demandas y actúan de manera distinta.
Es importante entender que América tenía el sector hispanoamericano, que estaba dividido en una clase social que gobernaba en nombre de la Monarquía española, compuesta por los virreyes y la elite del ejército, que se negaba a ceder algo de la Monarquía; la elite de los criollos o la burguesía hispanoamericana propiamente dicha que era la que manejaba los negocios, las plantaciones, las minas, que deseaba participar de la cuestión política y que se terminara la discriminación de que por ser americanos no tenían derecho a participar de los puestos públicos, pero era muy moderada. Y luego estaba el partido de la pequeña burguesía radical, que sí eran republicanos o anti monárquicos, o se fueron radicalizando como Bolívar.
En la parte baja del pueblo, que muchas veces jugó papeles decisivos, estaban los indígenas, los negros esclavos, las castas mestizas que cuando se radicalizaban movían las cosas. Por ejemplo, a grandes rasgos, cuando en 1810 el Consejo de Regencia dice a los americanos que forme su propia Junta porque la invasión napoleónica había liquidado todo el Imperio español en la Península Ibérica, los virreyes intentaron esconder ese decreto. La burguesía criolla se da cuenta de eso y pide tímidamente que se constituyan las Juntas y que los Virreyes las presidan. Pero es cuando el pueblo sale a la calle y presiona, que se forman las Primeras Juntas de 1810.
En el caso de Buenos Aires, fueron French y Beruti los que sublevaron al pueblo y obligan al Virrey a aceptar la creación de la Junta de Buenos Aires. Asimismo sucedió en otras ciudades. Luego, esas Juntas de 1810, todavía son leales a la Corona porque juran en nombre de Fernando VII el monarca español.
Como los sectores ultra conservadores monárquicos se negaban inclusive a ceder eso, se organizaron en algunas ciudades grupos contrarrevolucionarios para aplastar esas juntas. En el caso de Venezuela, entre Maracaibo y Coro se organizó un ejército dirigido por Monteverde contra Caracas que estaba sublevada. Lo mismo sucedió en Nueva Granada, en el actual territorio colombiano. Y en Buenos Aires, Mariano Moreno, que era el sector radical republicano, tuvo la buena idea de fusilar a Liniers que había sido Virrey y que representaba a los sectores conservadores, que estaban afincados en Córdoba, y eso logró que en Buenos Aires no pudiera ganar el sector más reaccionario que no quería ningún cambio.
Sin embargo, la guerra civil se da entre 1811 y 1812 en diversas instancias, pero hacia 1814 en todos lados es derrotado el movimiento revolucionario: Hidalgo es fusilado, en 1815 es fusilado Morelos, Bolívar en 1815 está exiliado en Jamaica, Nariño es apresado en Cádiz igual que Miranda. Entonces, hay un momento reaccionario, de retroceso, porque incluso retorna al poder la monarquía a través de Fernando VII que impone nuevamente la monarquía absoluta.
En muchos lugares la contradicción es que contra los criollos se levantaron los sectores populares, por ejemplo, contra la Segunda República de Bolívar, se levantó una sublevación de llaneros y negros dirigida por Tomás Boves que era un canario muy radical que no quería a los blancos, que quería acabar con la esclavitud y con un programa social radical, pero contradictoriamente en nombre de la monarquía. Ellos son los que derrotan a la Segunda República.
Posteriormente, entre 1814 y 1820, la monarquía no respondió a las demandas sociales y democráticas que le pedían y que habían prometido para luchar contra los criollos, y perdió esa base social.
El siguiente paso importante, que a veces se ignora, es que la Independencia tuvo un apoyo muy importante en la sublevaciones generales en España en 1820 que impuso una revolución liberal y la Constitución de Cádiz a Fernando VII para que aceptara una monarquía constitucional compartida con las Cortes. Eso ayudó en la etapa final de la Independencia en los últimos 5 años.
Las Repúblicas que surgieron hacia 1825/30 implicaron un proyecto muy poco democrático y oligárquico
Claro, porque Fernando VII no pudo mandar los ejércitos a combatir en nuestra América. ¿Por qué insistís en que fue un proceso revolucionario clásico?
Me parece que es importante comprender los procesos políticos de la manera más realista posible. Eliminar los mitos que se han tejido y muchas veces se ocultan las contradicciones políticas de los propios próceres. Por ejemplo, la actitud de Bolívar es en algunos momentos radical, pero en otros momentos fusila al General Piar que era un mulato, porque teme que haya una revolución de las castas.
Las Repúblicas que surgieron al cabo del proceso hacia 1825/1830 implican ya la derrota de ese sector radical y del pueblo y la imposición de la oligarquía criolla en un proyecto de República muy poco democrática y oligárquica, que es lo que hemos conocido y que lamentablemente llega al día de hoy con muchas de sus características.
Es un problema que hay que establecer, no fue una revolución completamente victoriosa sino que se quedó a medias y luego retrocedió. Y luego la construcción del mito de las naciones, por ejemplo, Argentina pudo quedar de muchas maneras estructurado el Estado, pero no es hasta 1853 que se logra firmar la Constitución del Estado y surge Argentina como el Estado que conocemos en la actualidad.
Y ni siquiera, porque la llamada Conquista del Desierto, con la incorporación de los territorios del sur ocupados por mapuches y tehuelches y también lo conocido como el Chaco, se da mucho después.
Claro. Luego viendo la construcción del mito nacional sobre los que se constituyen nuestros Estados, por ejemplo México, basado en el pasado del Imperio Azteca que es una falacia total, porque hasta el día de hoy los indígenas son discriminados en México, es una construcción ideológica posterior que trabaja la burguesía para aunar a las clases dominadas en torno a la idea del nacionalismo. Lo que originalmente surgen son Estados Republicanos producto de esa crisis del Imperio español.