Por Sergio Segura @comunhc
Los Nadie es una película colombiana que está dando de qué hablar en el mundo, tanto por los hallazgos propios de sus productores en materia cinematográfica, como por la forma en la que reflejan la realidad de la vida de cinco jóvenes de la ciudad de Medellín (Colombia). Iniciando agosto se lanzó el tráiler en Bogotá y la película rodará en las salas de cine desde el 15 de septiembre.
En marzo realizaron la apertura del FICCI en su versión 56 -Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias-, un encuentro con realizadores de 130 países invitados y una parrilla de películas que sitúa al festival como uno de los más significativos de Iberoamérica.
La realización recibió recursos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), fue ganadora en 2015 del Work in Progress del Santiago Festival de Cine Independiente (SANFIC) y participante de la Selección Oficial en la edición 27 de Cine en Construcción, en el marco del Rencontres de Toulouse. Fue producida por la empresa Monociclo Cine, productora conformada por egresados de Comunicación Audiovisual y Multimedial de la Universidad de Antioquia. Es una producción hecha desde cero, “monocromática, un proceso atípico, una película como no se hace una película”. No obstante, los actores también tienen historias que describir.
Hablamos con Nelson Calderón (o Txaza), un joven de 27 años de la ciudad de Medellín, quien nos cuenta sobre su experiencia como actor de Los Nadie, película en la que participó representando en la pantalla grande un pedazo de su experiencia de vida, siendo además el vocalista de la agrupación O.D.I.O., banda sonora del largometraje. Un actor no famoso, un punkero de barrio, un rebelde con reconocimiento en la ciudad por el compromiso con la difusión de la ideas libertarias con las que convoca a jóvenes a pensarse una sociedad diferente, a escapar de la realidad siendo sujetos libres. “Nuestros esfuerzos a veces parecen invisibles, ya que no hay cómo medir ese eco. Rockear y conspirar… eso es lo que hacemos”.
-¿Cómo lograron la osadía de ser partícipes de esta obra?
-Parce, cada uno de los que hace parte de la banda te podría contar una historia diferente, ya que todo es el fruto de miles de encuentros llenos de coincidencias, es el puro y vivo resultado del esfuerzo de todas las personas que participamos del proyecto. Le metemos a cada una de las artes, capacidades que desarrollamos como herramientas profesionales o culturales para llevar nuestra vida. El cine, el diseño, la música, los malabares, los tatuajes, los audiovisuales, las ideologías políticas. Fue en eso que nos encontramos. O.D.I.O. hace parte de la película por muchas razones. La más importante es que quienes hacen parte de esto nos valoran y creen en nuestro proyecto musical como una herramienta de lucha, de difusión de propuestas de cambio que identifican a muchas personas excluidas por la violencia y la economía de la ciudad. Los integrantes de la banda somos amigos de quienes actuaron y se conspiraron este proyecto. Pipe es uno de los guitarristas del grupo. Maka, Pipe y Ñeke (tres de los protagonistas) fueron quienes nos propusieron como banda sonora. Poseemos una vida llena de afectaciones que motivaron a los realizadores. Hacemos parte de Los Nadie porque somos tal y como lo nombró en su escrito Eduardo Galeano, el cual también hace parte fundamental de la inspiración de esta obra cinematográfica que trastocará la pantalla gigante con contenidos que hacen parte de un todo o un nada de nuestra existencia.
-¿Por qué esos cinco jóvenes que emprenden un viaje por Suramérica huyen de “la ciudad más educada e innovadora del país”?
-Ser joven en esta ciudad es poseer dos opciones de vida: ser un muerto en vida que camina como un zombi más hacia la máquina de la servidumbre cotidiana que lo arrastra hasta el abismo de la miseria y la monotonía, o ser un soñador. Lastimosamente en Medellín no hay lugar para los soñadores, pero ni todo el cemento que lapida la ciudad ha podido construir un lugar en donde se lapiden nuestros sueños, pasiones, deseos, ideas y sentimientos. Esto es causa de la desigualdad, las injusticias, el control social y la violencia que se respira en esta ciudad vendida como el mejor rincón del turismo. Para nosotros, Medellín es una ciudad que se maquilla entre el ego, la fachada y la vanidad, pero la realidad es de miseria, violencia, y desazón. Es una ciudad llena de ignorantes conservadores, de paramilitares y actores armados que reprimen, intimidan y asesinan para hacer de esta ciudad un ejemplo de “orden”. ¿Cómo resistimos los jóvenes a esta ciudad y a la falsa imagen que se vende de ella?, dándole la cara a nuestras vidas, a cada segundo que acontece una nueva experiencia en este agujero de insensateces. Esos soñadores somos Los Nadie, que entre ideas y acciones resistimos y escapamos de un mundo que nos intenta impedir ser nosotras y nosotros mismos.
-La cinta fue escogida por la junta directiva del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) para la apertura de su versión 56. Cómo fue encontrarse de un día para otro en un ambiente de artistas y experimentados cineastas, pero también en un escenario donde predomina el elitismo y la opulencia, común de eventos donde acude la clase más pudiente del país (desde el presidente en adelante).
–Lastimosamente, por la situación económica que vivimos las personas que hicimos parte de este proyecto, no todos tenemos la oportunidad de participar de los eventos a los que nos invitan como película, los cuales patrocinan invitaciones limitadas. Este evento es un lujo y en la banda decidimos no ir para usar esos recursos produciendo nuestro cuarto CD. Lo que más admiro de nuestro equipo de trabajo, es que somos seres bastante sensibles y autónomos, con una conciencia corroída y fomentada por la experiencia y la práctica cotidiana de nuestros pensamientos, por ello jamás se nos quedan en casa nuestros principios y raíces como excluidos sociales. Eso lo vivieron quienes fueron al Festival. Este contexto no fue la excepción para marcar la diferencia, dejar nuestra huella y demostrarle a esa élite que somos muy diferentes a ellos, pero no por eso menos creativos o astutos, todo lo contrario, tuvimos todo para ser la película de la apertura del FICCI 56 y ahora somos una referencia de otras puertas en el caminar del séptimo arte.
Entrevista a realizadores de Los Nadie
-La película lleva poco tiempo de ser anunciada y ya se roba las miradas de diferentes públicos. Hace unos días mostraron por primera vez el tráiler en Bogotá y se habló de un festival en Italia…
La película ha tenido buena acogida por parte del público y esperamos que pueda ser vista en varios lugares del mundo. Será proyectada en Italia en el Festival de Cine de Venecia en su edición 73, en una sección paralela denominada Semana de la Crítica, siendo la primera película colombiana en participar de dicha selección y la única latinoamericana de esta edición. Igualmente, el estreno en las salas de cine del país será el próximo 15 de septiembre y seguiremos trabajando para que se siga proyectando en otras muestras y festivales. Con respecto al tráiler, la recepción fue muy buena para ser la primera muestra de este proyecto que se publica en redes sociales, esperamos que al igual que el tráiler, la película en su totalidad pueda posicionarse. No será difícil, pues se genera identidad con nuestros contextos sociales y mucha gente se siente identificada con estos aspectos de la vida.
Los Nadie-Tráiler oficial
-Tu grupo O.D.I.O. es la banda sonora del largometraje. En la película durante un concierto dices: “contra el hijueputa dinero, contra eso que nos hace madrugar todos los días. Esa mierda de material que fabrica nuestros sueños. ¡Qué tristeza el puto dinero!”. ¿Qué es lo que te ha hecho el dinero, Nelson? ¿Qué tiene que ver el espíritu punk en todo esto?
-Como lo comenté anteriormente, no solo la banda, sino muchas personas que han hecho parte en el crecimiento de nuestros proyectos, somos personas que no pertenecemos a los sectores favorecidos por la economía, el dinero ni su distribución. En muchos momentos de nuestra vida nos hemos visto limitados por este papel que es el dios más poderoso de nuestra especie. El mero hecho de gestionar la película es un reto traumático para quienes la realizaron. Como banda, poder continuar siendo un proyecto no comercial y antagonista al modelo cultural es un desafío bastante difícil. Las realidades que se viven en nuestros barrios y territorios no son los más apropiados como para darle méritos al dinero, sino todo lo contrario, ya que es lo que nos ha condenado. Más que el espíritu punk, considero que es un rechazo o una inconformidad patente, inevitable de no expresar cuando eres un ser pasional. El punk se ha manipulado desde el mercado y ahora es normal encontrar empresarios dedicados a producir dinero de los réditos comerciales del género.
“Este mundo se va destruyendo con el desarrollo de nuestra razón
La conciencia humana y su detrimento, lo natural en deterioro por nuestra evolución.
Somos las victimas de tus inventos, somos los desechos de la civilización
Los escombros grises de un paisaje muerto, la sobras de tu ruin y sucia ambición.
Los nadie, los nada, solo tenemos precio, nunca has conocido el verdadero valor.
Los nadie, los ningunos, los que siempre tienen dueño,
Los borregos culturales de tu domesticación.
La vida es devaluada como mercancía, tu existencia está evaluada por tu posesión.
Cuánto tienes, cuánto vales, es la ley de la vida, la que rige tu camino y tu religión.
Los hijos de nadie los dueños de nada, los bastardos sin futuro y sin educación.
Muriendo la vida, sin ser aunque seamos, los ninguneados por la distribución.
Los nadie, los nada, los que no importamos
Los nadie, los ningunos, no tenemos opción
Las nadie sin salidas, nacimos perdidas.
Huyendo de la vida y la desesperación”.
Grupo: O.D.I.O. (Oposición Dirigida a la Injusta Opresión)
Canción: Los Nadie
-En una entrevista el director de la película, Juan Sebastián Mesa, afirma haberse inspirado en amigos malabaristas, también hace una reflexión sobre la cultura de la violencia en Medellín, del paramilitarismo, de la amistad, los sueños y las adversidades. Cuál es tu visión sobre estas caras de la vida que se denotan en el largometraje.
–Él dijo toda la verdad en esa entrevista, cuando vean la película verán que su contenido hace alusión a cada uno de esos aspectos. El punto fuerte de esta película es ese… los sueños inmersos entre las adversidades de la amistad y una ciudad tan hostil y violenta como la que nos parió.
– Una vez, en un concierto de punk en un parque de una comuna de Medellín hace algunos años, siempre hubo paramilitares en moto vigilando. La Policía nunca se acercó; el permiso de hacer el concierto y la “seguridad” la dan “otros”. ¿Cómo fueron los rodajes de la película en este sentido?
–Hubo momentos de tensa calma en los que las tomas que se necesitaban tenían su grado de contundencia, agresividad o intervención. La mayoría de veces hubo tranquilidad, en otras, se generaron reacciones en la gente, entre ellos los típicos controladores (paracos, informantes, sapos, vecinos, policías, etcétera,) que en algún momento interfirieron con el trabajo de rodaje y pre producción. Como se hicieron varios grafitis, en momentos hubo que negociar con quienes interrumpían para así poder lograr a la perfección el cometido del director, de los productores y de su guion.
-Finalizando los años 80 fue rodada también en Medellín la película Rodrigo “D” No futuro. Tanto la película como los entornos del punk paisa se convirtieron en una especie de ‘culto’ para diferentes generaciones de los suburbios de Medellín y de cierto modo para la radiografía de la contracultura colombiana. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
–Ha cambiado todo. Ya no somos quienes vemos la violencia como algo que debemos aceptar, al igual que asumimos el machismo como un error en la escena punk y hardcore. En vez de dividirnos por “ismos”, modas o colores, preferimos unirnos para atacar todo aquello que afecte el desarrollo pleno y alegre de nuestras vidas, consideramos que no es que no haya futuro, lo que no hay es educación sensible para asegurar un futuro y es por ello que irrumpimos en nuestro presente para cambiar nuestro destino, sin delegarle nuestra vida a nadie, asumiéndonos como sujetos políticos, de cambio, que resisten y crean con actos un futuro distinto al que las generaciones de la vieja guardia quisieron montarnos encima.
-¿Qué debemos esperar de la película? Comparte un mensaje para quienes nos leen en América Latina y el mundo.
-Creo que el cine de Colombia está trillado en eso de mostrar realidades inmediatas, tan violentas, contextuales y llenas de complejidades que a veces se convierten en un cliché de nuestro lugar de origen y generan estereotipos que llegan a ofender muchas susceptibilidades en nuestros territorios. Aunque en esta historia también están las drogas que nunca faltan en el cine latino, la violencia que identifica a Colombia y la pobreza que caracteriza nuestras violencias y vacíos estructurales, tengan por seguro que verán otra historia, otra forma de contar lo que nos pasa. No es una narcopelícula como las que ahora abundan donde predomina la pornomiseria. Me atrevería a decir que les va despertar muchas de sus pasiones: les hará reír, llorar, reflexionar, discutir, criticar sus vidas y con ello la película misma. Vean la peli y después piensen si irían a una sala de cine a ver algo que narra su vida, aunque se cuente desde la fantasía del arte y la imagen. Si la respuesta es positiva, creo que por más duros que hayan sido los golpes recibidos en el camino, todo habrá valido la pena, de lo contrario, mal asunto, algo falló. Este es un mensaje que la música le dio a mi vida y es gracias a esto que hoy hago parte de este proyecto tan grande.-